NotasHoy escribe Antonio Piñero/ Paolo Sacchi Hemos tocado muy levemente este punto del mesías sacerdotal cuando –hace ya días, en la nota que lleva el número 2-27-28 abordábamos el tema de que en los Manuscritos del mar Muerto se veía claramente cómo los esenios tenían una concepción doble del mesianismo, el guerrero, o el mesías de Judá, y el sacerdotal, o mesías de Aarón/Leví. Ahora, de la mano de P. Sacchi -que he escrito muy sensatamente sobre este tema en su Historia del judaísmo en la época del Segundo Templo (Trotta, Madrid, 2004, pp. 424ss)- nos detenemos un poco más en la figura de éste “mesías puramente sacerdotal”, que es para algunos cristianos un concepto un tanto extraño. Pero así era en el siglo en el que vivó Jesús y en el fondo no es etraño en absoluto, ya que el tiempo mesiánico es el momento por antonomasia en el que se cumplirá totalmente la ley de Moisés. Comenta P. Sacchi, al que parafraseo un tanto por mor de una mayor claridad: »Mientras que en los textos esenios (del Mar Muerto) la superioridad del mesías de Aarón/Leví sólo puede deducirse del hecho de que este mesías tiene la preferencia frente al de Israel, en los Testamentos de los Doce Patriarcas (un apócrifo importante del Antiguo Testamento, cuya fecha es discutida, quizá del siglo I a.C.; el texto que ha llegado hasta nosotros sin embargo, ha sido manipulado por los escribas cristianos) el tema está más desarrollado. Leemos en el Testamento de Judá 21,4 con referencia a los tiempos futuros o mesiánicos: “Como el cielo es más alto que la tierra, así el sacerdocio de Dios es más alto que el reino terreno”. También en el Testamento de Rubén 6,8 se dice: “Por ello os ordeno” –habla Rubén en su lecho de muerte a sus sucesores- que prestéis oídos a Leví, porque él conoce la ley del Señor. Él formulará las instrucciones precisas para los juicios y para los sacrificios por todo Israel hasta la consumación de los tiempos”. El mesías sacerdotal no sólo tendrá la tarea de dar la interpretación definitiva de la ley en todos los casos en los que se produzca incertidumbre sobre la halakah (literalmente “camino” = las normas sobre el recto “caminar” o cumplimiento de la Ley, por tanto sobre cómo hay que comportarse), sino que tendrá además la tarea de atar a Satanás (“Beliar será atado por él”: TestLev 18,12). El TestLev, 18,2 dice : “A Leví (y por tanto al mesías sacerdotal, su sucesor), serán reveladas todas las palabras del Señor”. Los piadosos judíos la necesidad de una revelación particular para conocer la verdadera halakah. Los esenios así lo pensaban igualmente: No se apartarán de ningún consejo de la Ley para caminar en la obstinación de su corazón, sino que serán gobernados por las ordenanzas primeras (por la ley antigua que aclaró el Maestro de justicia y sus seguidores al frente de la secta): 1QS 9,10-11. Satanás tiene en estos textos una importancia que no posee en la Biblia canónica. El mundo, como en el esenismo, está dividido en dos grandes partes, dos goralim en hebreo, la de Luz y la de las Tinieblas; una guiada por el ángel de la Luz, generalmente interpretado como Miguel, y la otra bajo la égida del ángel de las Tinieblas, al que puede denominarse con nombres muy distintos, pero que siempre es el diablo. Leemos en la Regla de Qumrán 1QS 3,17-21: Dios creó al hombre para dominar el mundo y puso en él dos espíritus para que camine por ellos hasta el tiempo de su visita: son los espíritus de la verdad y de la falsedad. Del manantial de la Luz provienen las generaciones de la verdad, y de la fuente de las Tinieblas provienen las generaciones de la falsedad. En manos del Príncipe de las Luces está el dominio sobre todos lo hijos de la justicia; ellos marchan: ellos marchan por caminos de luz. Y en manos del Ángel de las Tinieblas está el dominio sobre los hijos de la falsedad: ellos marchan por caminos de tinieblas. Así pues, el sumo sacerdote (más tarde, sumo sacerdote mesiánico o mesías sacerdotal) tendrá una función altísima y salvífica que culmina en liberar al mundo de Satanás, es decir del mal y de esas tinieblas y su poderoso influjo que hemos visto en el pasaje que acabamos de citar. Y veremos cómo ese sacerdote es muy especial. En él se estarán reflejando lo que luego se verá con más claridad en el mesías futuro. Seguiremos. Saludos cordiales de Antonio Piñero. www.antoniopinero.com …………….………………… Hoy en el “Blog de Antonio Piñero” se trata del siguiente tema: “Pedro en la literatura apócrifa, en los Hechos del Pseudo Marcelo (II)” Manera de entrar, si a alguien le interesare: pinchar en el enlace que se halla en la página presente, abajo en la derecha. …….................................... Magíster de "Ciencias de las Religiones" Universidad PABLO DE OLAVIDE , Sevilla Véase postal de 26-06-2009 Enlace de Internet para obtener más información: http://www.upo.es/historia_antigua/master_religiones/index.jsp Saludos de nuevo.
Lunes, 10 de Agosto 2009
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Editado por
Antonio Piñero
Licenciado en Filosofía Pura, Filología Clásica y Filología Bíblica Trilingüe, Doctor en Filología Clásica, Catedrático de Filología Griega, especialidad Lengua y Literatura del cristianismo primitivo, Antonio Piñero es asimismo autor de unos veinticinco libros y ensayos, entre ellos: “Orígenes del cristianismo”, “El Nuevo Testamento. Introducción al estudio de los primeros escritos cristianos”, “Biblia y Helenismos”, “Guía para entender el Nuevo Testamento”, “Cristianismos derrotados”, “Jesús y las mujeres”. Es también editor de textos antiguos: Apócrifos del Antiguo Testamento, Biblioteca copto gnóstica de Nag Hammadi y Apócrifos del Nuevo Testamento.
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