El sector de las Tecnologías de la Información (TIC) acelera cada vez más su crecimiento, incorporándose a todos los ámbitos de nuestra vida gracias, en parte, a los técnicos y expertos que se han ido añadiendo a este mercado laboral. Según datos recogidos por la Unión Europea, el número de empleados del sector tecnológico ha crecido de manera ininterrumpida desde el año 2000.
Sin embargo, esta proliferación de puestos de trabajo no ha sido acompañada por la demanda pertinente. El número de personas que orientan sus estudios a estos campos debería ser mucho mayor para poder ocupar todos los puestos en los que son requeridos. De hecho, la tendencia ha sido la opuesta en España, las cifras de inscritos en ramas de ingeniería se encuentran en descenso. La previsión para 2020 según la Comisión Europea estima que la brecha entre vacantes y empleados seguirá acrecentándose. Frente a este escenario, el desafío debe ser la renovación generacional y la integración de mujeres en las carreras de ingeniería.
Por un lado, la incursión de los millennials (los nacidos entre 1982 y 2000) en el mercado laboral es ya un hecho. Actualmente superan el 25% de la población y para el 2020 se prevé que sean un 50% de la fuerza laboral. Esta generación impulsa unos valores y competencias diferentes a los establecidos; es decir, valoran por encima de todo, las experiencias, la creatividad, la autonomía para trabajar y están fuertemente comprometidos con sus causas y exigen a sus lugares de trabajo que también lo sean. Ejemplo de ello, son empresas que respetan el medio ambiente y a sus empleados. Tal es el caso de Telefónica, que con su política de responsabilidad social corporativa, ha anunciado recientemente la digitalización de sus residuos para impulsar una economía circular.
Así mismo, el reto que deben afrontar debe ser la inclusión de las mujeres en entornos laborales tecnológicos. El primer paso para lograr esto pasa por aumentar su acceso a los estudios universitarios de ramas técnicas, que actualmente es de un 26,7% de media frente al 57,6% de media general en la universidad. Este hecho está generando un proceso de concienciación, que organizaciones sin ánimo de lucro están liderando. Por ejemplo, WISE busca potenciar el número de mujeres en ciencias y tecnología, o GirlsinTech y Girls Who Code, que investigan cómo generar interés en las mujeres para que escojan esta tipología de carreras universitarias.
Sin embargo, esta proliferación de puestos de trabajo no ha sido acompañada por la demanda pertinente. El número de personas que orientan sus estudios a estos campos debería ser mucho mayor para poder ocupar todos los puestos en los que son requeridos. De hecho, la tendencia ha sido la opuesta en España, las cifras de inscritos en ramas de ingeniería se encuentran en descenso. La previsión para 2020 según la Comisión Europea estima que la brecha entre vacantes y empleados seguirá acrecentándose. Frente a este escenario, el desafío debe ser la renovación generacional y la integración de mujeres en las carreras de ingeniería.
Por un lado, la incursión de los millennials (los nacidos entre 1982 y 2000) en el mercado laboral es ya un hecho. Actualmente superan el 25% de la población y para el 2020 se prevé que sean un 50% de la fuerza laboral. Esta generación impulsa unos valores y competencias diferentes a los establecidos; es decir, valoran por encima de todo, las experiencias, la creatividad, la autonomía para trabajar y están fuertemente comprometidos con sus causas y exigen a sus lugares de trabajo que también lo sean. Ejemplo de ello, son empresas que respetan el medio ambiente y a sus empleados. Tal es el caso de Telefónica, que con su política de responsabilidad social corporativa, ha anunciado recientemente la digitalización de sus residuos para impulsar una economía circular.
Así mismo, el reto que deben afrontar debe ser la inclusión de las mujeres en entornos laborales tecnológicos. El primer paso para lograr esto pasa por aumentar su acceso a los estudios universitarios de ramas técnicas, que actualmente es de un 26,7% de media frente al 57,6% de media general en la universidad. Este hecho está generando un proceso de concienciación, que organizaciones sin ánimo de lucro están liderando. Por ejemplo, WISE busca potenciar el número de mujeres en ciencias y tecnología, o GirlsinTech y Girls Who Code, que investigan cómo generar interés en las mujeres para que escojan esta tipología de carreras universitarias.
Telefónica, uno de los primeros Operadores del mundo
Telefónica es una compañía sensible a los nuevos retos que exige la sociedad actual. Por eso ofrecemos los medios para facilitar la comunicación entre las personas, proporcionándoles la tecnología más segura y de vanguardia, para que vivan mejor y consigan lo que se propongan. Un espíritu innovador, atento y con un inmenso potencial tecnológico que multiplica la capacidad de elegir de sus más de 327 millones de clientes en 21 países. Una empresa totalmente privada que cuenta con más de un millón y medio de accionistas y cotiza en varios de los principales mercados bursátiles del mundo. NUESTRA VISIÓN La vida digital es la vida, y la tecnología forma parte esencial del ser humano. Queremos crear, proteger e impulsar las conexiones de la vida para que las personas elijan un mundo de posibilidades infinitas. En Telefónica creemos que la tecnología forma parte de la vida de todos. Hoy, la conectividad no sirve sólo para relacionarnos, es esencial para nuestra vida personal y laboral. Nuestro papel es facilitarte el disfrute de la conexión, salvaguardando el uso de tus datos y dándote el control de tu vida digital. Queremos ser una ONLIFE TELCO, una telco para las personas, una telco para tu vida.
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Tendencias 21 (Madrid). ISSN 2174-6850