El sector de las telecomunicaciones, tradicionalmente el único deflacionista del mercado español y causante, por tanto, de la contención del IPC, continuará siéndolo el próximo año al tener garantizada la congelación del precio de la cuota de abono de Telefónica.

Este gasto, que pagan los clientes mes a mes por el uso de sus líneas, supone casi el 47% de los ingresos de negocio fijo en España, con lo que el mantenimiento de su precio, que permanece estancado en 13,97 euros desde el 1 de enero de 2008, contribuye sensiblemente al índice de precios de esta industria.

En 2010, los precios de las telecomunicaciones bajaron globalmente el 3,6% con relación a 2009, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).



Esta congelación contrasta con las significativas subidas de precios en multitud de servicios básicos para los ciudadanos que se han venido aplicando en 2011, como la subida de casi el 10% en la tarifa de electricidad mayoritariamente contratada por los hogares españoles (unos 40 euros anuales más de gasto), el aumento del 3% del gas y la bombona de butano o el incremento del precio de los billetes de Metro, de trenes de largo recorrido, las autopistas de peaje o los sellos de Correos.

En España, Telefónica mantiene la cuota de línea fija mensual más barata del mercado, con sus 13,97 euros/mes, desde que el pasado mes de mayo la cablera ONO elevara el precio de la suya hasta los 15 euros/mes. Un movimiento idéntico al emprendido por Vodafone y Jazztel unos meses antes.

El precio de la cuota de abono de Telefónica respecto a Europa sitúa a España ligeramente por debajo de la media en el mercado residencial y sensiblemente por debajo en el caso de las empresas.