MARKETING: Javier Barranco

En estos artículos no voy a tratar de la aplicación del Marketing al Área de los Recursos Humanos, es decir del Marketing Interno, sino de la, en mi opinión, exagerada y poco sentida ponderación que se hace del denominado “Capital Humano”.

Hace unos días tuve ocasión de asistir a un “desayuno de trabajo” en el que un consultor, especializado en la materia, nos habló de las bondades y utilidades de este importante elemento de la empresa.

Su disertación me hizo reflexionar acerca de algunos “principios” que, a fuerza de repetirse insistentemente, ya forman parte del bagaje expositivo de muchos directivos y expertos pero que, por mor de la triste realidad, no pasan de ser una mera diatriba verbal sin demasiado contenido.


Titulo el presente artículo como “Marketing del Capital Humano” porque parto del hecho, constatado, de que se pretende vender, de cara al exterior, la idea de que el personal de la empresa es el elemento fundamental de la misma cuando, en la realidad, no resulta ser así.

Estamos acostumbrados a escuchar y a leer que el Capital Humano constituye el componente más importante y valioso de una compañía, que es quien asegura su sostenibilidad futura y que cualquier inversión que hagamos en él tiene asegurada su rentabilidad inmediata.

Y algunos nos lo creemos; es más, estamos convencidos de ello. Sin embargo, en los momentos actuales, no podemos dejar de contemplar una realidad que desdice estos planteamientos.

En el desayuno de trabajo mencionado indiqué que, en mi opinión, mucha de la culpa de la crisis que padecen las empresas y, por ende, el país, además de por una serie de factores exógenos o de entorno que inciden en ellas, la tienen los departamentos de Recursos Humanos.

Voy a exponer, a continuación, las razones que me llevan a afirmar tal aserto:

-EREs: los Expedientes de Regulación de Empleo a los que, tan fácilmente, nos hemos acostumbrado en los últimos años, no se aplican, en general, apoyados en criterios de racionalidad derivados, por ejemplo, de exhaustivos análisis de la productividad, sino en elementos más simplistas como es la edad del trabajador.

Esto implica que se está prescindiendo de aquellos que tienen más antigüedad y, por lógica, más experiencia. Es decir de los que representan un mayor coste directo para la empresa. ¿Qué se consigue con esto?: descapitalizar a las organizaciones al prescindir de ese Capital Humano que es el más valioso para el negocio.

¿Por qué se hace así?: además de por la disminución de costes, porque no supone para las áreas de Recursos Humanos ningún esfuerzo analítico que implique una toma de decisiones que hubiera que justificar. Es mejor el “café para todos”, de tal manera que a los 50 ó pocos más años el trabajador asuma que su vida profesional está en vías de acabar.

Los datos actuales de paro en España indican que, de los 4,3 millones de parados, un 30 por ciento, 1,3 millones, corresponde a trabajadores de más de 45 años. Igualmente, de las estadísticas de Eurostat se desprende que sólo un 45 por ciento, aproximadamente, de los mayores de 55 años están en activo.

¿Dónde están los estudios de análisis de cargas, de funciones de puestos de trabajo o de productividad?: se han convertido, en la mayoría de las corporaciones, en unos elementos del pasado, en unas técnicas obsoletas sin un papel que representar en el devenir actual.

Los EREs, sin embargo, no deberían ser un problema cuando se aplican, racionalmente, en empresas con pérdidas y sobre grupos de trabajo inoperantes, los que denomino “movedores de papeles”, cuya ausencia no se notaría porque no son significativos.

Pero cuando los que se marchan son los ocupantes de puestos singulares, o experimentados gestores, planificadores, analistas, investigadores o diseñadores de nuevos productos o nuevos sistemas, el tema es más preocupante porque se subestima una experiencia que tardará muchos años en volver a adquirirse.

El Capital Humano, en estos casos, deja de ser tan capital y, diría, que hasta humano.

Evitemos hacer Marketing para vender un producto en el que no creemos o al que consideramos un maula, utilizando el argot “marketinero”.

Miércoles, 10 de Marzo 2010 Javier Barranco Saiz
Facebook Twitter LinkedIn Digg Google Meneame Viadeo Pinterest
Redactado por Javier Barranco Saiz el Miércoles, 10 de Marzo 2010 a las 08:33


Editado por
Javier Barranco Saiz
Javier Barranco Saiz
Licenciado en Ciencias Físicas y en Gestión Comercial y Marketing (ESIC), Javier Barranco Saiz es asimismo Master en Recursos Humanos (Instituto de Empresa). Su trayectoria profesional ha transcurrido en Orgemer Consultoría como Jefe de Investigación de Mercados y en el Grupo Telefónica como responsable en las siguientes áreas: División de Informática (Servicio de Marketing), Recursos Humanos (Estudios, Selección de Personal, Organización y Planificación), Relaciones Institucionales (Gestión Económica) y Fundación Telefónica (Gestión Económica, Marketing Social,Proyectos Sociales y Culturales,Voluntariado Empresarial). Actualmente Javier Barranco es Socio Director de Abalon Consultoría de Marketing. Ha sido profesor en los MBAs de Marketing y Recursos Humanos del Instituto de Empresa y de la Escuela Superior de Estudios de Marketing, ESEM. Ha publicado en Ediciones Pirámide, Grupo Anaya, los siguientes libros:"Tecnicas de Marketing Político","Planificación Estratégica de Recursos Humanos","Marketing Interno","Marketing Político"(2ª Edición) y "Marketing Social Corporativo". Además ha publicado artículos en" Capital Humano","Marketing y Ventas para Directivos","Revista T". Es asimismo miembro de de AEDEMO (Asociación Española de Estudios de Mercado, Marketing y Opinión) y de AEDIPE (Asociación Española de Dirección y Desarrollo de Personas).

Secciones




Lo último sobre Marketing


RSS ATOM RSS comment PODCAST Mobile