El Marketing Interno es aquella filosofía de gestión de los recursos humanos que se basa en la consideración del empleado como si fuera un cliente interno de la organización.
Todos sabemos la importancia que se da al cliente externo; desde denominarlo, un tanto exageradamente, el “rey” de la empresa, hasta hacer girar toda la estrategia en base a conseguir su satisfacción.
Desde hace unos años se ha pretendido potenciar las políticas de Marketing Interno y, como consecuencia, el papel del trabajador; incluso se ha abusado de adjetivos un tanto extremos al calificar a éste de “capital humano”, lo que ha provocado, en algunos, el chiste fácil de que ni “capital” ni “humano” en el auténtico tratamiento de la plantilla por parte de la empresa.
Sin embargo, el peso de la crisis no sólo ha incidido en el cliente externo, sino en este otro tipo de cliente que está siendo la verdadera víctima de esta situación.
La actual crisis está afectando, prácticamente, a todas las empresas y dentro de éstas, especialmente, a las áreas de Recursos Humanos que se han visto obligadas a transformar su papel convirtiéndose en ejecutoras de políticas reductoras de salarios y plantillas. Ante esta situación parece pertinente preguntarse por el papel que, en estos momentos, tiene o debe tener el Marketing Interno.
Si definimos al Marketing Interno como “el conjunto de técnicas que permiten “vender” la idea de empresa, con sus objetivos, estrategias, estructuras, dirigentes y demás componentes, a un mercado constituido por los trabajadores, “clientes internos”, que desarrollan su actividad en ella, con el objeto último de incrementar su motivación y, como consecuencia directa, su productividad”, deberíamos hacernos las siguientes preguntas:
-. ¿Se puede vender una idea de empresa carente, en muchos casos, de objetivos a medio y largo plazo, con unas estrategias cambiantes debido a las circunstancias del entorno, a unos trabajadores para incrementar su productividad?
-. ¿El mercado al que se dirige el Marketing Interno, los empleados, están lo suficientemente motivados como para comprar este tipo de empresa?
-. ¿Los directivos de la mayoría de estas organizaciones tienen, realmente, la convicción íntima necesaria para transmitir mensajes optimistas?
-. ¿En estas circunstancias, la Comunicación Interna tiene efectividad o es como los anuncios publicitarios en televisión que evitamos haciendo zapping?
Y podríamos seguir cuestionándonos temas cuyas respuestas, para nuestra desgracia, conocemos de antemano.
Si hiciéramos un repaso a la reciente historia empresarial y recordáramos los estudios, realizados en USA en los años 80, acerca de la motivación de los trabajadores y cuyos resultados indicaban que un 52 por ciento de dicha población laboral estaba poco integrada en sus respectivas empresas, desconocían los objetivos de las mismas y, como consecuencia, estaban desmotivados, podríamos comparar con la situación actual y preguntarnos ¿cuál sería, en estos momentos, el nivel de motivación de nuestro “capital humano”?.
H. Serieyx y G. Archier , en 1.984 y en su libro “La Empresa del Tercer Tipo”, ya nos indicaban que, muchas veces, por falta de previsión, los directivos se ven obligados a vivir en la inmediatez, haciendo frente, sólo, a los problemas cotidianos.
El resultado de esto, decían, era que no existían objetivos, que se obsesionaban por lo concreto e inmediato, que se tenía miedo a la reflexión, a la discusión y a la participación. En definitiva: que se gestionaba, ya entonces, al personal no tanto como un auténtico recurso estratégico, sino como una mera y penosa obligación.
En los momentos en los que estamos viviendo, tampoco nos extrañarían los resultados que obtendríamos de una reflexión similar acerca de muchos de los directivos que gestionan nuestras organizaciones empresariales. Las consecuencias de su gestión las están padeciendo miles de trabajadores que, sin ser culpables de la situación, son las auténticas víctimas de la misma.
Editado por
Javier Barranco Saiz
Licenciado en Ciencias Físicas y en Gestión Comercial y Marketing (ESIC), Javier Barranco Saiz es asimismo Master en Recursos Humanos (Instituto de Empresa). Su trayectoria profesional ha transcurrido en Orgemer Consultoría como Jefe de Investigación de Mercados y en el Grupo Telefónica como responsable en las siguientes áreas: División de Informática (Servicio de Marketing), Recursos Humanos (Estudios, Selección de Personal, Organización y Planificación), Relaciones Institucionales (Gestión Económica) y Fundación Telefónica (Gestión Económica, Marketing Social,Proyectos Sociales y Culturales,Voluntariado Empresarial). Actualmente Javier Barranco es Socio Director de Abalon Consultoría de Marketing. Ha sido profesor en los MBAs de Marketing y Recursos Humanos del Instituto de Empresa y de la Escuela Superior de Estudios de Marketing, ESEM. Ha publicado en Ediciones Pirámide, Grupo Anaya, los siguientes libros:"Tecnicas de Marketing Político","Planificación Estratégica de Recursos Humanos","Marketing Interno","Marketing Político"(2ª Edición) y "Marketing Social Corporativo". Además ha publicado artículos en" Capital Humano","Marketing y Ventas para Directivos","Revista T". Es asimismo miembro de de AEDEMO (Asociación Española de Estudios de Mercado, Marketing y Opinión) y de AEDIPE (Asociación Española de Dirección y Desarrollo de Personas).
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