Bitácora
Los hechos más graves de este mundo rara vez tienen una sola causa. Cuando ocurren, se descubre muchas veces que coincidieron una serie de situaciones de muy baja probabilidad. Pero alguna vez ocurren. El trabajo riguroso de todos los intervinientes evita muchas de estas situaciones: Esperemos que se tome nota de lo ocurrido. Por todos a quienes competa.
Algunos de ustedes me han escrito en relación a lo que escribí el otro día por el accidente de tren. Me piden alguna opinión. No quiero en este blog entrar en polémicas pero ya que me han hecho alguna pregunta, trataré de darles una opinión sencilla. Hemos asistido estos días a titulares en la prensa que personalmente me sorprendieron bastante. Sobretodo aquellos que de inmediato culpaban al maquinista -por parte, al parecer de directivos de ADIF o RENFE-. Me pareció prematuro y muy típico de este país, echar las culpas a otro de inmediato. Luego unas declaraciones (al parecer) del maquinista etc…seguramente, ninguna de estas noticias reflejaba la realidad estricta o al menos toda la realidad.
Pero en este accidente hay varios componentes que solo se sabrán cuando se termine la investigación. Uno es hasta qué punto el maquinista falló. Porque doy por hecho que no fue intencionado (no el ocasionar tantos muertos, pero sí el correr un poco más, por ejemplo) y que el maquinista estaba en perfectas condiciones de salud y psicológicas. Pero podría haber ocurrido que el maquinista no se encontrase bien, que ese día estuviera menos concentrado que otros o incluso que tuvo un mal momento. Imagínense que aunque este no ha sido el caso, el maquinista se marea, o se desmaya…
Fue precisamente el mundo del ferrocarril el que hace muchísimo tiempo instaló en los trenes un dispositivo llamado "hombre muerto", consistente en un pedal o botón que el maquinista debía apretar cada cierto tiempo, para evitar que el tren se parase automáticamente en prevención de un accidente. Este tipo de dispositivo no sé la forma que habrá tomado hoy en día, pero sin conocer los sistemas de seguridad de los que se habla estos días en la prensa les aseguro que siendo dispositivos de control automático y sin demasiada inteligencia (artificial) se puede prevenir casi cualquier situación de un medio de transporte para evitar un accidente.
Así que la pregunta que me hago es por qué quienes tienen la responsabilidad de garantizar la máxima seguridad en estos trenes no exigieron que un tren que puede circular a nada menos que 200 kms/hora no tuviera los dispositivos de seguridad adecuados y que en caso de una situación de "hombre muerto" (por ejemplo una situación en la que el maquinista no hubiese frenado a tiempo) estos dispositivos hubiesen asegurado que el tren no se salía de unos márgenes de seguridad. Así pues, cargar de entrada contra el elemento humano y único de esta historia me parece cuanto menos aventurado.
Y no debemos olvidar que las estadísticas son aplastantes. El fallo humano está detrás de la mayoría de los accidentes de transporte y eso cuando la tecnología (si se aplica o se usa) garantiza niveles de seguridad altísimos incluso asumiendo riesgo de fallo de la misma.
Resumiendo, es aventurado e imprudente a mi juicio culpar a un solo elemento en este desgraciado accidente. Y desde luego, no me parece muy afortunado que los responsables de la empresa antes de cualquier otra averiguación carguen contra el maquinista (si es que ha sido así). El maquinista tiene la responsabilidad que tiene y quienes están a cargo de garantizar la seguridad en caso de fallo (voluntario o involuntario del maquinista) también la tienen. Y quienes permitieron que ese tramo estuviese en funcionamiento sin las medidas de seguridad adecuadas también tienen la suya (repito, si es que fue así). Y es que a veces, eso de inaugurar las cosas antes de estar completadas tiene consecuencias funestas por muy improbables que sean.
En fin, esto seguramente será como otras veces, una desgraciada cadena de circunstancias. Criterio tienen los jueces para encontrar la responsabilidad de cada parte. Pero las leyes son para este mundo. Sin embargo, la pregunta que muchos se harán, seguramente los familiares de los fallecidos es sobre ¿quién tiene la culpa (moral o política) de este monumental desaguisado?
No puedo decir mucho más que lo poco que sé a través de la prensa. Y esto que escribo no es un dictamen, es mi opinión y reflexión personal. Hay que esperar que termine la investigación. Eso nos dirá las cosas. Hasta entonces, prudencia. Volveremos en el próximo post con nuestro inventario.
Pero en este accidente hay varios componentes que solo se sabrán cuando se termine la investigación. Uno es hasta qué punto el maquinista falló. Porque doy por hecho que no fue intencionado (no el ocasionar tantos muertos, pero sí el correr un poco más, por ejemplo) y que el maquinista estaba en perfectas condiciones de salud y psicológicas. Pero podría haber ocurrido que el maquinista no se encontrase bien, que ese día estuviera menos concentrado que otros o incluso que tuvo un mal momento. Imagínense que aunque este no ha sido el caso, el maquinista se marea, o se desmaya…
Fue precisamente el mundo del ferrocarril el que hace muchísimo tiempo instaló en los trenes un dispositivo llamado "hombre muerto", consistente en un pedal o botón que el maquinista debía apretar cada cierto tiempo, para evitar que el tren se parase automáticamente en prevención de un accidente. Este tipo de dispositivo no sé la forma que habrá tomado hoy en día, pero sin conocer los sistemas de seguridad de los que se habla estos días en la prensa les aseguro que siendo dispositivos de control automático y sin demasiada inteligencia (artificial) se puede prevenir casi cualquier situación de un medio de transporte para evitar un accidente.
Así que la pregunta que me hago es por qué quienes tienen la responsabilidad de garantizar la máxima seguridad en estos trenes no exigieron que un tren que puede circular a nada menos que 200 kms/hora no tuviera los dispositivos de seguridad adecuados y que en caso de una situación de "hombre muerto" (por ejemplo una situación en la que el maquinista no hubiese frenado a tiempo) estos dispositivos hubiesen asegurado que el tren no se salía de unos márgenes de seguridad. Así pues, cargar de entrada contra el elemento humano y único de esta historia me parece cuanto menos aventurado.
Y no debemos olvidar que las estadísticas son aplastantes. El fallo humano está detrás de la mayoría de los accidentes de transporte y eso cuando la tecnología (si se aplica o se usa) garantiza niveles de seguridad altísimos incluso asumiendo riesgo de fallo de la misma.
Resumiendo, es aventurado e imprudente a mi juicio culpar a un solo elemento en este desgraciado accidente. Y desde luego, no me parece muy afortunado que los responsables de la empresa antes de cualquier otra averiguación carguen contra el maquinista (si es que ha sido así). El maquinista tiene la responsabilidad que tiene y quienes están a cargo de garantizar la seguridad en caso de fallo (voluntario o involuntario del maquinista) también la tienen. Y quienes permitieron que ese tramo estuviese en funcionamiento sin las medidas de seguridad adecuadas también tienen la suya (repito, si es que fue así). Y es que a veces, eso de inaugurar las cosas antes de estar completadas tiene consecuencias funestas por muy improbables que sean.
En fin, esto seguramente será como otras veces, una desgraciada cadena de circunstancias. Criterio tienen los jueces para encontrar la responsabilidad de cada parte. Pero las leyes son para este mundo. Sin embargo, la pregunta que muchos se harán, seguramente los familiares de los fallecidos es sobre ¿quién tiene la culpa (moral o política) de este monumental desaguisado?
No puedo decir mucho más que lo poco que sé a través de la prensa. Y esto que escribo no es un dictamen, es mi opinión y reflexión personal. Hay que esperar que termine la investigación. Eso nos dirá las cosas. Hasta entonces, prudencia. Volveremos en el próximo post con nuestro inventario.
Editado por
Jesús Cardeñosa
El Profesor Jesús Cardeñosa es Ingeniero Aeronáutico por la Universidad Politécnica de Madrid, así como Master de Ingeniería del Conocimiento. Desde 1988 desarrolla su trabajo en el Departamento de Inteligencia Artificial de la Facultad de Informática de la Universidad Politécnica de Madrid, de la que en la actualidad es profesor titular y Director del Grupo de Validación y Aplicaciones Industriales. Desde1996 representa a la lengua española en el proyecto de la Universidad de las Naciones Unidas UNL (Universal Networking Language) para crear sistemas de soporte al multilingüismo en Internet. Miembro del Consejo Editorial de Tendencias21 desde sus orígenes, Jesús Cardeñosa forma en la actualidad un consorcio internacional con varios países de Latinoamérica para generar textos escolares en lenguas indígenas. Aparte de diversos proyectos nacionales e internacionales, su dedicación actual es impulsar la catedra UNESCO para utilizar tecnologias avanzadas en la generación de contenidos multilingües destinados a la educacion de comunidades indigenas.
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