Ya partiste tía Juana
en silencio, sin aspavientos
resistiendo los avatares,
con la misma energía de siempre
Yo soy muy fuerte, como un hombre,
decías, mostrando tus músculos de mujer.
Eras fuerte de verdad
en tu silencio, el dolor lo viviste con dignidad
Tu fuerza no venía de tu cuerpo
tu fuerza estaba en tu alma
tu fuerza residía en tu corazón
tu fuerza se llamaba amor
Ahora, libre de las limitaciones carceleras
recuperadas tus facultades eternas
consciente de tu poder
ahora, te veo sonreír plenamente
Me guiñas un ojo desde tu cielo
¡Qué bien salió tu aventura!
Tu risa tiene sonidos de complicidad infantil
Cumpliste la misión a la perfección
A todos nos has dejado el corazón lleno de amor