El canto de la vieja encina

Yo soy el aliento
el latido
y el movimiento
 
Yo soy la idea
el proyecto
y la realización
 
Yo soy las estaciones
el nacimiento
y la muerte
 
Yo soy la vida
la eternidad
y el todo

 
 

 
Las antiguas formas se agotan,
sólo se lucha por lo material:
parece la vuelta a las cavernas.
 
Y... de pronto, nos tropezamos con una nueva percepción:
el espíritu no había muerto.
 

 
 

 
Las antiguas formas se agotan,
sólo se lucha por lo material:
parece la vuelta a las cavernas.
 
Y... de pronto, nos tropezamos con una nueva percepción:
el espíritu no había muerto.
 
 

 
Confío en la voz que me habla,
en los lazos que me vinculan,
en la ley que encamina mis pasos,
en la luz que orienta mi mirada.
 
Me entrego al sonido que me mece,
agradezco la pertenencia que me hace uno,
acepto la orientación que tiene mi andar,
contemplo con esperanza el camino que intuyo.

 
 

 
Intensidad de conciencia en un instante
Incapacidad para asumir y asimilar lo que percibo
Desinterés por controlar

Agradecimiento por lo que me ha concedido la vida:
compartir con ella, en un instante, una chispa de su luz
 
Todo me grita, sigue, manifiesta lo que siente, siente lo que eres:
una mota de realidad que tiene conciencia de un universo.
 
Gracias sean dadas