NotasHoy escribe Antonio Piñero Como señalamos en la nota anterior, una vez concluido lo que son las observaciones, notas y comentarios concretos y parciales a la perícopa elegida, se procede a un comentario global que normalmente tiene tres momentos previos: • Una “introducción” que une la perícopa actual a la anterior y, a veces, al conjunto o propósito del evangelio completo. • Un breve apunte sobre lo que puede ser tradición anterior al evangelista (importante para la reconstrucción del Jesús histórico, se pretenda o no hacerlo en cada perícopa concreta, pero que ayuda al lector para unir al evangelista con lo que existía sobre Jesús antes que él en tradición oral o escrita) y que es ciertamente “redaccional” • El comentario seguido al sentido de la perícopa en conjunto según la mentalidad del evangelista Marcos, no la propia del comentarista moderno, apoyándose –muchas veces— con citas o remisiones explícitas en lo que se ha dicho en las notas, o en partes anteriores del libro. Siguiendo este método, en el comentario de J. Marcus se comienza por la “introducción” que una Mc 9,9-13 con lo anterior: el episodio de la “Transfiguración”. Cedo la palabra al autor: “La visión magnífica de la transfiguración, en la que Jesús es contemplado por tres discípulos como una anticipación de su gloria tras la resurrección, va seguida inmediata y lógicamente por un comentario (dos versículos 9 y 10) que une esta transfiguración con la resurrección: 9, 9-10 “Y cuando bajaban del monte les ordenó que a nadie contasen lo que habían visto hasta que el Hijo del hombre resucitara de entre los muertos.10 Ellos observaron esta recomendación, discutiendo entre sí qué era eso de ‘resucitar de entre los muertos’”, y Por una sesión de preguntas y respuestas sobre otro tema escatológico, el momento del advenimiento de Elías (9, 11-13). Pero este pequeño diálogo no está hecho de una pieza. “El primer par de versículos, que trata de la resurrección de Jesús (9, 9-10), procede probablemente de la mano del evangelista. El v. de transición 9, 9, la orden de Jesús de mantener silencio es redaccional porque • Está trufado de vocabulario marcano (la “venida”, “ordenó”, “a nadie”, “visto”), • Emplea una forma gramatical que agrada mucho a Marcos (genitivo absoluto = construcción griega que sirve como de complemento circunstancial, pero que no está unida sintácticamente al resto de la frase en la que va insertada, y unida al principio o al final; en este caso (“traduciendo”, o mejor “trasladando” de forma literal”) se trata del sintagma “bajantes ellos de la montaña” • Expresa un tema típicamente marcano (el secreto mesiánico = la orden de Jesús de mantener en secreto que él es el mesías hasta el momento de su resurrección) y hace referencia sin rodeos al período postpascual, tras la muerte de Jesús. Y si este versículo (v. 9) es redaccional, el siguiente v. 10, que describe el aturdimiento de los discípulos cuando Jesús se refiere a su resurrección, es probablemente redaccional también, ya que depende de 9, 9. Esta posibilidad se ve reforzada por la nueva presencia de vocabulario y temas típicamente marcanos: • “La palabra” [cf. 1, 45; 2, 2; 10, 24]; • “Guardaron para sí” [griego kratein]; cf. 7, 3; 7, 4; 9, 9; 12, 12.14; 14, 49], • “Discutiendo entre ellos” [cf. 8, 11; 9, 14.16; 12, 28; cf. 9, 34]) y • el uso de una construcción marcana habitual (infinitivo con artículo: literalmente, “el resucitar de entre los muertos”). Así pues, aquí vemos cómo la redacción de estos versículos procede de Marcos; es por tanto no tradición antigua conservada tal cual, sino secundaria, remodelada por el evangelista; por tanto, sólo vale para reconstruir el pensamiento del Jesús histórico o de los discípulos con cierto cuidado. Sin embargo, veremos en la nota siguiente cómo la sustancia de lo así presentado en el evangelio es anterior a él, es decir, Marcos no se la inventa porque sí. Seguiremos Saludos cordiales de Antonio Piñero. Universidad Complutense de Madrid www.antoniopinero.com
Viernes, 9 de Septiembre 2011
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Antonio Piñero
Licenciado en Filosofía Pura, Filología Clásica y Filología Bíblica Trilingüe, Doctor en Filología Clásica, Catedrático de Filología Griega, especialidad Lengua y Literatura del cristianismo primitivo, Antonio Piñero es asimismo autor de unos veinticinco libros y ensayos, entre ellos: “Orígenes del cristianismo”, “El Nuevo Testamento. Introducción al estudio de los primeros escritos cristianos”, “Biblia y Helenismos”, “Guía para entender el Nuevo Testamento”, “Cristianismos derrotados”, “Jesús y las mujeres”. Es también editor de textos antiguos: Apócrifos del Antiguo Testamento, Biblioteca copto gnóstica de Nag Hammadi y Apócrifos del Nuevo Testamento.
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