Bitácora
Domingo, 29 de Julio 2007
La perseverancia es convertir lo imposible en posible (Anónimo)
El día 26 de julio pasado tuve el honor y la satisfacción de asistir al acto de la firma, por los Ministros de Industria y Defensa españoles, de un Acuerdo Marco para financiar, desarrollar, poner en órbita y explotar el denominado Programa Nacional de Observación de la Tierra por Satélite, dotado de una inversión global de 325 millones de euros.
Al indudable honor de poder concurrir al acto, le acompañó una gran satisfacción personal, dado que con esta firma se plasma la buena nueva que estábamos esperando desde hace casi dos décadas muchos de los que llevamos ya tiempo implicados en el desarrollo y la evolución de las actividades espaciales en España y Europa.
El punto de partida de nuestra esperanza se sitúa a finales de los 80, cuando comenzamos nuestra participación en el Programa plurinacional Helios, alcanzando su hito culminante el 7 de julio de 1995, con la puesta en órbita del primer satélite de la serie (Helios 1a), desarrollado y explotado conjuntamente por Francia, Italia y España, hecho que confirmaba la entrada de nuestro país en el selecto y exclusivo club de los que disponen de sus propios datos e imágenes obtenidos por medio de satélites de observación.
Desde aquella fecha han sido muchas las iniciativas adoptadas para continuar progresando en este dominio particular de la utilización del espacio. Entre ellas destacan la continuación de la serie Helios, con el satélite 1b y el sistema Helios II, o nuestra adhesión al programa francés Pleïades, de uso dual (civil y de defensa), cuya operación esta prevista para el próximo año, sin olvidar el establecimiento en España del Centro de Satélites de la Unión Europea, del que fui su Director varios años, que es una Agencia del Consejo de la Unión dedicada a la utilización de este tipo de medios espaciales en apoyo de la Política Europea de Seguridad Común, cuyo responsable es Javier Solana, el Alto Representante europeo para esta materia.
Pero, aunque hasta ahora se había avanzado bastante, es preciso reconocer que todas esas iniciativas y decisiones se habían tomado de forma conjunta, en cooperación. De ahí mi satisfacción por esta importante decisión de desarrollar y operar satélites propios, que permitirá disponer de información de forma global y rápida, y por nuestros propios medios, sin depender de otros sistemas, comerciales y gubernamentales, que si bien son necesarios y de gran utilidad, y continuarán siéndolo, no aseguran la autonomía estratégica e independencia necesaria en determinados situaciones o necesidades.
El Programa Nacional de Observación de la Tierra por Satélite contempla el desarrollo, la puesta en órbita y la explotación de dos satélites con sensores diseñados de acuerdo con las dos tecnologías actuales de la observación espacial, óptica y radar, financiados conjuntamente por ambos Ministerios, con una inversión estimada de unos 325 millones de euros y con una previsión de operatividad para el año 2012.
Uno de los satélites, al que se denominará “Ingenio”, dotado con sensores ópticos, será financiado (190 millones de euros) y gestionado por el Centro por el Desarrollo Tecnológico e Industrial (CDTI; entidad pública dependiente del Ministerio de Industria español) en el marco de la contribución de España a la Agencia Europea del Espacio (ESA). Sus principales beneficiarios serán usuarios civiles, pero, por la complementariedad de las tecnologías de ambos satélites y la especial característica de ser un sistema propio, sus datos podrán utilizarse también para aplicaciones de seguridad y defensa, cuando así se considere necesario.
El segundo satélite, denominado “Paz”, que llevará a bordo sensores radar, será financiado (135 millones de euros) y gestionado por el Ministerio de Defensa. Al igual que el anterior, este satélite está destinado a satisfacer las necesidades de información de un sector específico, en este caso el de seguridad y defensa, pero asimismo podrá utilizarse en otras aplicaciones civiles.
Con este diseño, ambos satélites podrán ser utilizados de forma específica por cada uno de los sectores para los que han sido proyectados, pero también podrán serlo con carácter conjunto, proporcionando así la capacidad de responder al concepto moderno de utilización de estos medios espaciales, el conocido como “uso dual” (civil y de seguridad y defensa).
Las posibles aplicaciones de ambos satélites son tan variadas que una relación exhaustiva demandaría un amplio número de páginas, destacando campos tan diversos como la ordenación del territorio, urbanismo, agricultura, infraestructuras, o el control de recursos naturales, la prevención y actuación frente a desastres naturales o tecnológicos, etc., en sus aspectos civiles, así como inteligencia, apoyo a situaciones de crisis, establecimiento de la paz, ayuda humanitaria, control de fronteras, verificación de tratados, etc., en lo que respecta a su utilización para seguridad y defensa.
Con la decisión de lanzar este Programa Nacional de Observación se posibilita alcanzar el objetivo de disponer de un sistema que abarque las dos tecnologías disponibles actualmente (óptico y radar) y además orientado al mencionado uso dual, lo que supone un gran avance en este tipo de medios. Dado que los países europeos que en la actualidad disponen de recursos de este tipo, o los tienen en proyecto, solo contemplan una de las dos tecnologías, puede afirmarse que este Programa convierte a España en el primer país de la Unión Europea que trata de dotarse de un sistema espacial que abarque las dos tecnologías complementarias.
A los indudables beneficios estratégicos, sociales y operativos, razón de ser primaria del Programa, se añaden ventajas de otros tipos, no menos importantes. Entre ellas destacaría, sin animo de exhaustividad ni de preferencias, la posibilidad ofrecida a la industria espacial nacional para desarrollar y liderar programas de este tipo, o a las pequeñas y medianas empresas para desarrollar aplicaciones y servicios, así como el incremento de nuestra presencia internacional, como sería el caso de la posible contribución del futuro sistema a programas europeos de observación de la Tierra (por ejemplo, al dedicado al medio ambiente y la seguridad que responde a las siglas GMES; Global Monitoring Environmental and Security).
De todo lo expuesto es fácil deducir la gran importancia que atribuyo a esta noticia. En consecuencia, estimo que merece algo más que esta sencilla referencia en mi bitácora, de forma que, aprovechando que el descanso estival permite disponer de mas tiempo de ocio, utilizaré parte de él para escribir y publicar en el blog una ampliación de este artículo, dedicada monográficamente a las actividades espaciales, en particular a la Observación de la Tierra por satélite, sus aplicaciones y servicios, uno de los sectores que mas invierten en Investigación, Desarrollo e Innovación, con el resultado de pertenecer al grupo principal de los motores que contribuyen al impulso para alcanzar, desde nuestra actual Sociedad de la Información, la anhelada Sociedad del Conocimiento.
El día 26 de julio pasado tuve el honor y la satisfacción de asistir al acto de la firma, por los Ministros de Industria y Defensa españoles, de un Acuerdo Marco para financiar, desarrollar, poner en órbita y explotar el denominado Programa Nacional de Observación de la Tierra por Satélite, dotado de una inversión global de 325 millones de euros.
Al indudable honor de poder concurrir al acto, le acompañó una gran satisfacción personal, dado que con esta firma se plasma la buena nueva que estábamos esperando desde hace casi dos décadas muchos de los que llevamos ya tiempo implicados en el desarrollo y la evolución de las actividades espaciales en España y Europa.
El punto de partida de nuestra esperanza se sitúa a finales de los 80, cuando comenzamos nuestra participación en el Programa plurinacional Helios, alcanzando su hito culminante el 7 de julio de 1995, con la puesta en órbita del primer satélite de la serie (Helios 1a), desarrollado y explotado conjuntamente por Francia, Italia y España, hecho que confirmaba la entrada de nuestro país en el selecto y exclusivo club de los que disponen de sus propios datos e imágenes obtenidos por medio de satélites de observación.
Desde aquella fecha han sido muchas las iniciativas adoptadas para continuar progresando en este dominio particular de la utilización del espacio. Entre ellas destacan la continuación de la serie Helios, con el satélite 1b y el sistema Helios II, o nuestra adhesión al programa francés Pleïades, de uso dual (civil y de defensa), cuya operación esta prevista para el próximo año, sin olvidar el establecimiento en España del Centro de Satélites de la Unión Europea, del que fui su Director varios años, que es una Agencia del Consejo de la Unión dedicada a la utilización de este tipo de medios espaciales en apoyo de la Política Europea de Seguridad Común, cuyo responsable es Javier Solana, el Alto Representante europeo para esta materia.
Pero, aunque hasta ahora se había avanzado bastante, es preciso reconocer que todas esas iniciativas y decisiones se habían tomado de forma conjunta, en cooperación. De ahí mi satisfacción por esta importante decisión de desarrollar y operar satélites propios, que permitirá disponer de información de forma global y rápida, y por nuestros propios medios, sin depender de otros sistemas, comerciales y gubernamentales, que si bien son necesarios y de gran utilidad, y continuarán siéndolo, no aseguran la autonomía estratégica e independencia necesaria en determinados situaciones o necesidades.
El Programa Nacional de Observación de la Tierra por Satélite contempla el desarrollo, la puesta en órbita y la explotación de dos satélites con sensores diseñados de acuerdo con las dos tecnologías actuales de la observación espacial, óptica y radar, financiados conjuntamente por ambos Ministerios, con una inversión estimada de unos 325 millones de euros y con una previsión de operatividad para el año 2012.
Uno de los satélites, al que se denominará “Ingenio”, dotado con sensores ópticos, será financiado (190 millones de euros) y gestionado por el Centro por el Desarrollo Tecnológico e Industrial (CDTI; entidad pública dependiente del Ministerio de Industria español) en el marco de la contribución de España a la Agencia Europea del Espacio (ESA). Sus principales beneficiarios serán usuarios civiles, pero, por la complementariedad de las tecnologías de ambos satélites y la especial característica de ser un sistema propio, sus datos podrán utilizarse también para aplicaciones de seguridad y defensa, cuando así se considere necesario.
El segundo satélite, denominado “Paz”, que llevará a bordo sensores radar, será financiado (135 millones de euros) y gestionado por el Ministerio de Defensa. Al igual que el anterior, este satélite está destinado a satisfacer las necesidades de información de un sector específico, en este caso el de seguridad y defensa, pero asimismo podrá utilizarse en otras aplicaciones civiles.
Con este diseño, ambos satélites podrán ser utilizados de forma específica por cada uno de los sectores para los que han sido proyectados, pero también podrán serlo con carácter conjunto, proporcionando así la capacidad de responder al concepto moderno de utilización de estos medios espaciales, el conocido como “uso dual” (civil y de seguridad y defensa).
Las posibles aplicaciones de ambos satélites son tan variadas que una relación exhaustiva demandaría un amplio número de páginas, destacando campos tan diversos como la ordenación del territorio, urbanismo, agricultura, infraestructuras, o el control de recursos naturales, la prevención y actuación frente a desastres naturales o tecnológicos, etc., en sus aspectos civiles, así como inteligencia, apoyo a situaciones de crisis, establecimiento de la paz, ayuda humanitaria, control de fronteras, verificación de tratados, etc., en lo que respecta a su utilización para seguridad y defensa.
Con la decisión de lanzar este Programa Nacional de Observación se posibilita alcanzar el objetivo de disponer de un sistema que abarque las dos tecnologías disponibles actualmente (óptico y radar) y además orientado al mencionado uso dual, lo que supone un gran avance en este tipo de medios. Dado que los países europeos que en la actualidad disponen de recursos de este tipo, o los tienen en proyecto, solo contemplan una de las dos tecnologías, puede afirmarse que este Programa convierte a España en el primer país de la Unión Europea que trata de dotarse de un sistema espacial que abarque las dos tecnologías complementarias.
A los indudables beneficios estratégicos, sociales y operativos, razón de ser primaria del Programa, se añaden ventajas de otros tipos, no menos importantes. Entre ellas destacaría, sin animo de exhaustividad ni de preferencias, la posibilidad ofrecida a la industria espacial nacional para desarrollar y liderar programas de este tipo, o a las pequeñas y medianas empresas para desarrollar aplicaciones y servicios, así como el incremento de nuestra presencia internacional, como sería el caso de la posible contribución del futuro sistema a programas europeos de observación de la Tierra (por ejemplo, al dedicado al medio ambiente y la seguridad que responde a las siglas GMES; Global Monitoring Environmental and Security).
De todo lo expuesto es fácil deducir la gran importancia que atribuyo a esta noticia. En consecuencia, estimo que merece algo más que esta sencilla referencia en mi bitácora, de forma que, aprovechando que el descanso estival permite disponer de mas tiempo de ocio, utilizaré parte de él para escribir y publicar en el blog una ampliación de este artículo, dedicada monográficamente a las actividades espaciales, en particular a la Observación de la Tierra por satélite, sus aplicaciones y servicios, uno de los sectores que mas invierten en Investigación, Desarrollo e Innovación, con el resultado de pertenecer al grupo principal de los motores que contribuyen al impulso para alcanzar, desde nuestra actual Sociedad de la Información, la anhelada Sociedad del Conocimiento.
Fernando Davara
Redactado por Fernando Davara el Domingo, 29 de Julio 2007 a las 13:18
Editado por
Fernando Davara
Fernando Davara es Artillero (General de Brigada y Diplomado de Estado Mayor) Físico (Especialidad de Automática e Informática) y Doctor “cum laude” en Ingeniería Informática, complementando esta formación con diversos cursos en las áreas de Inteligencia Artificial y Sistemas Expertos, Tecnologías de la Información, Gestión del Conocimiento, Seguridad y Defensa, etc., así como con la obtención del Diploma de Suficiencia investigadora de la Facultad de Informática de la Universidad Politécnica de Madrid.
Ha dedicado más de 25 años de trabajo y estudio, siendo autor de numerosos trabajos y monografías, fundamentalmente en los dominios del Espacio y sus aplicaciones, Gestión de crisis, Geomática, Medio Ambiente y Seguridad, Nuevas tecnologías de la Información y las Comunicaciones e Inteligencia Económica. En este mismo contexto ha participado en gran número de seminarios y coloquios (nacionales e internacionales), llevado a cabo varias actividades investigadoras y ha ocupado diversos cargos nacionales y extranjeros, entre ellos seis años como Director del Centro de Satélites de la Unión Europea.
Actualmente es Director y Patrono de la Fundación “ESPAÑA DIGITAL”, Presidente y consultor sénior de “Circulo de Inteligencia” (consultora especializada en Inteligencia Económica y Estratégica), miembro del Consejo Asesor del Clúster de Seguridad y Confianza de Madrid Network y Rector de Honor de la Sociedad de Estudios Internacionales.
Asimismo es profesor y asesor de diversos Máster y Cursos de Postgrado, entre ellos del Área de Inteligencia Económica del Curso de Especialista Universitario en Servicios de Inteligencia del Instituto Universitario “General Gutiérrez Mellado” y del Postgrado de Inteligencia Económica y Seguridad (PIES) de ICADE y MAS Consulting, así como de Inteligencia Económica y Planificación Estratégica en Cursos y Maestrías en diversas instituciones en España e Iberoamérica, principalmente Colombia, y miembro del Consejo Editorial de Tendencias21”.
Ha dedicado más de 25 años de trabajo y estudio, siendo autor de numerosos trabajos y monografías, fundamentalmente en los dominios del Espacio y sus aplicaciones, Gestión de crisis, Geomática, Medio Ambiente y Seguridad, Nuevas tecnologías de la Información y las Comunicaciones e Inteligencia Económica. En este mismo contexto ha participado en gran número de seminarios y coloquios (nacionales e internacionales), llevado a cabo varias actividades investigadoras y ha ocupado diversos cargos nacionales y extranjeros, entre ellos seis años como Director del Centro de Satélites de la Unión Europea.
Actualmente es Director y Patrono de la Fundación “ESPAÑA DIGITAL”, Presidente y consultor sénior de “Circulo de Inteligencia” (consultora especializada en Inteligencia Económica y Estratégica), miembro del Consejo Asesor del Clúster de Seguridad y Confianza de Madrid Network y Rector de Honor de la Sociedad de Estudios Internacionales.
Asimismo es profesor y asesor de diversos Máster y Cursos de Postgrado, entre ellos del Área de Inteligencia Económica del Curso de Especialista Universitario en Servicios de Inteligencia del Instituto Universitario “General Gutiérrez Mellado” y del Postgrado de Inteligencia Económica y Seguridad (PIES) de ICADE y MAS Consulting, así como de Inteligencia Económica y Planificación Estratégica en Cursos y Maestrías en diversas instituciones en España e Iberoamérica, principalmente Colombia, y miembro del Consejo Editorial de Tendencias21”.
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