EMPRESA Y SOCIEDAD: Francisco Abad
Blog de T21 sobre Empresa&Sociedad

RS eh!


Domingo, 18 de Enero 2015, 18:53 | Leído 12321 veces | 0 comentario(s)



Hay quienes siguen identificando a la Fundación Empresa y Sociedad como parte del movimiento de la RSC, RSE, responsabilidad social, sostenibilidad o como cada uno lo llame. No puedo más que agradecerlo, ya que empezamos a tocar esta música celestial hace ya veinte años, cuando en 1995 éramos una voz que clamaba en el desierto. Les invito a echar un vistazo a nuestros primeros pasos en nuestra web, mejor a lo que llamamos hitos históricos que al cuentecito que escribimos en marzo de 2011 .
 
Pero hace un tiempo que estamos de vuelta. Es una idea que ha generado criaturas tan poco atractivas en la mayoría de los casos que nos esforzamos por desligarnos de un sistema en el que conviven principalmente grandes empresas con infinitos consultores que les hacen la ola. Incluyo a medios que facilitan una comunicación desproporcionada respecto a la actividad realmente valiosa a cambio de la consabida publicidad. Así que nos hemos convertido en iconoclastas.
 
Resumo los motivos, como me pidió hace unos días un amigo que sabe cómo tirarme de la lengua. Quería que le diera unas pautas para mejorar la RSE, así que aproveché para despacharme. Mi propuesta fue que empezara por hacer una lista larga de las empresas que aparecen en los principales estudios, premios, índices y rankings. A partir de ahí, que formulara siete preguntas (mágico número bíblico) a cada empresa. La primera, sobre si opera directa o indirectamente en paraísos fiscales  y paga los impuestos que tocan  o escandalosamente menos que el asalariado  medio. La segunda es sobre corrupción: ¿paga comisiones o tiene un tratamiento especial para políticos, partidos y similares para conseguir contratos públicos o cambios normativos? La tercera, si trata con los mismos criterios de igualdad y calidad de servicio a los grandes clientes institucionales que al ciudadano de a pie, sin pactar precios con los para otras cosas competidores  ni abusar de los más vulnerables. La cuarta, cuáles son los plazos de pago a sus pequeños proveedores y qué supone en términos de financiación de su deuda. La quinta, sobre el presupuesto de comunicación y consultoría de su actividad en RSE en relación con el coste de la propia actividad. La sexta sobre la edad en la que se ha basado su última reestructuración en relación con la edad y condiciones de sus altos directivos y administradores. Y la séptima y última, qué innovaciones de negocio ha generado su RSE en los últimos años.
 
No nos damos cuenta, pero somos hormigas bailando mientras los osos se retiran de vez en cuando a conspirar. Luego vuelven y nos ponen a todos a decir amén. Las hormigas siempre pagan y los osos siempre se lo reparten, con formatos que van desde los paraísos fiscales, la corrupción de las contrataciones y las alianzas público-privadas, los pactos sobre precios o las tarifas de cualquier servicio que paguemos a escote. Para colmo, los osos se visten de majorettes de responsabilidad social y algunas hormigas les aplauden. Esta es la sociedad que seguimos construyendo, en la que todos tenemos nuestra parte de culpa por omisión. Acabaremos pagando IRPF por cobrar una pensión pública, porque los osos quieren más aún. Y si no, al tiempo.

Espero que mi amigo haga la lista y consiga apoyos para generar el cambio que tanta falta hace. Nosotros preferimos dedicarnos a construir un futuro ilusionante en torno al compromiso social de los empresarios (no es lo mismo un empresario que un directivo), trabajando más con la idea de “empresario y sociedad” que con la de “empresa y sociedad”. Construyendo un punto de encuentro e impulso para empresarios socialmente comprometidos, incorporando la cantera emprendedora y elaborando ideas activadoras para generar bienestar para quienes más lo necesiten más adelante. Todo ello con recursos estrictamente privados y formas de trabajar complementarias al tradicional sistema de sector público, empresarial y tercer sector. Porque apostamos por una sociedad en la que existan alternativas diferentes a las de siempre, más informales y cercanas a las personas. Más emocionales que racionales, disruptivas que metodológicas, futuribles que científicas. Humanas.
 
Difícil de explicar tanto contraste con un texto, así que les propongo que averigüen la dimensión de las diferencias entre uno y otro lado de la pared de este video


 
 






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Editado por
Francisco Abad
Eduardo Martínez de la Fe
Coautor del libro "Dentro de 15 años", impulsor de cambios considerando megatendencias sociales (envejecimiento, comunicación hipermedia, emprendedores) y consejero independiente de empresas (www.abest.es). Fundador de la Fundación Empresa y Sociedad. @FranciscoAbadJ


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