El Parque de las Avenidas (continuación).
Su origen se remonta a la política desarrollista de los años sesenta-setenta (con Franco había política de vivienda, y buena, aunque nadie se atreva a decirlo). El barrio responde a un esquema mixto, mezcla de residencial (viviendas) y equipamientos (colegios, mercado...); primer acierto: la mezcla de usos. Se estructura en torno a una amplia calle (Avenida de Bruselas) que funciona como eje comercial en sus bajos, aunque en sus plantas altas hay viviendas, grandes viviendas, de las que apenas ya se construyen: cuatro, cinco dormitorios. La promoción de las viviendas fue estatal (como era casi todo entonces) destinada a funcionarios del Ministerio de Defensa (militares en su mayor parte) pero también de otros (Educación, por ejemplo). Coexisten varias calidades y tamaños, desde modestas VPO hasta enormes, burguesas casas, como ya he escrito. La malla urbana se ata con la antigua Colonia de la Guindalera (años 30), pequeña área de casitas bajas con su jardincillo, de la que todavía se conservan algunos ejemplos a salvo de la feroz especulación posterior, años ochenta-noventa.
El barrio es muy arbolado, cuenta con placitas muy agradables y es, en suma, desde mi punto de vista, un bálsamo a medio camino entre la densificación de la cercana zona Ventas (plaza de toros) y las insípidas e incómodas áreas modernas donde hasta para ir a por el pan tienes que coger el coche.
Un modelo a imitar, aunque sea franquista, que a mí lo mismo me da a estos efectos.
Su origen se remonta a la política desarrollista de los años sesenta-setenta (con Franco había política de vivienda, y buena, aunque nadie se atreva a decirlo). El barrio responde a un esquema mixto, mezcla de residencial (viviendas) y equipamientos (colegios, mercado...); primer acierto: la mezcla de usos. Se estructura en torno a una amplia calle (Avenida de Bruselas) que funciona como eje comercial en sus bajos, aunque en sus plantas altas hay viviendas, grandes viviendas, de las que apenas ya se construyen: cuatro, cinco dormitorios. La promoción de las viviendas fue estatal (como era casi todo entonces) destinada a funcionarios del Ministerio de Defensa (militares en su mayor parte) pero también de otros (Educación, por ejemplo). Coexisten varias calidades y tamaños, desde modestas VPO hasta enormes, burguesas casas, como ya he escrito. La malla urbana se ata con la antigua Colonia de la Guindalera (años 30), pequeña área de casitas bajas con su jardincillo, de la que todavía se conservan algunos ejemplos a salvo de la feroz especulación posterior, años ochenta-noventa.
El barrio es muy arbolado, cuenta con placitas muy agradables y es, en suma, desde mi punto de vista, un bálsamo a medio camino entre la densificación de la cercana zona Ventas (plaza de toros) y las insípidas e incómodas áreas modernas donde hasta para ir a por el pan tienes que coger el coche.
Un modelo a imitar, aunque sea franquista, que a mí lo mismo me da a estos efectos.