Telefónica y Vueling están trabajando conjuntamente en la instalación de WiFi en los primeros aviones de la compañía, tal y como se anunció el pasado mes de abril. El primer avión modelo Airbus A320, con capacidad para 180 pasajeros, con el nuevo servicio integrado es el EC-LZN, convirtiéndose así Vueling en la primera aerolínea de bajo coste en Europa con WiFi de alta velocidad. Gracias a la evolución tecnológica de los satélites HTS, los pasajeros a bordo podrán utilizar sus dispositivos electrónicos (smartphones, tabletas o portátiles) durante el vuelo y disfrutar de una experiencia de navegación muy similar a la que se obtiene en tierra, con velocidades de hasta 20 Mbps en descarga. Esta conectividad de banda ancha en vuelo marca una gran diferencia con otras tecnologías disponibles hasta ahora en el mercado.
El concepto revolucionario de los satélites HTS se basa en una carga útil con muchos haces de poca superficie de cobertura cada uno (en comparación con los satélites convencionales) que permiten aumentar la potencia en cada punto del haz y la reutilización de frecuencias de forma similar a como se hace en una red celular. Esta configuración permite que el satélite tenga un rendimiento en ancho de banda 70 veces superior o más al de los satélites convencionales.
Proceso de instalación
El proceso de instalación de la conectividad en los aviones dura varios días y se inicia en el interior de la aeronave. El primer paso es retirar los paneles del techo del interior del avión para instalar tres puntos de acceso inalámbrico (WAP), lo que dotará de conectividad inalámbrica a la cabina de pasajeros. Además también se incorpora equipamiento adicional: WEB (Wireless Ethernet Bridge), WDU (Wireless Data Unit) y la fuente de alimentación de la antena (APSU: Antenna Power Supply Unit).
Bajo la cabina del piloto, en el compartimento de aviónica, encontramos el corazón del sistema: el módem satélite, que recibe y envía la señal desde y a la antena, y es a su vez, el interfaz con los equipos de procesado de la señal en banda base.
En el exterior de la aeronave, en la parte superior del fuselaje, se instala la antena de banda Ka. Esta antena tiene la habilidad de orientarse mecánicamente (tanto en elevación como en acimut) con el objetivo de localizar el satélite y situarse en la dirección correcta mientras el avión está volando. Esta antena capta la señal del satélite y la trasmite al interior del avión para que los pasajeros puedan disfrutar de una velocidad de navegación prácticamente igual que en tierra.
Por último, se instala una cúpula de protección sobre la antena exterior, que a su vez es rodeada por un carenado con el fin de conservar la aerodinámica del avión.
La instalación de todos estos elementos requiere mucha precisión y el uso de herramientas especiales cuidadosamente calibradas, por lo que es necesario un equipo de varias personas altamente cualificadas en diferentes disciplinas: logística, ingeniería aviónica, aeronáutica, de estructuras, de sistemas y de telecomunicaciones. Juntos consiguen obrar la magia para que la aeronave se transforme en una aeronave conectada e internet llegue a todos y cada uno de los pasajeros a bordo de estos aviones.
El concepto revolucionario de los satélites HTS se basa en una carga útil con muchos haces de poca superficie de cobertura cada uno (en comparación con los satélites convencionales) que permiten aumentar la potencia en cada punto del haz y la reutilización de frecuencias de forma similar a como se hace en una red celular. Esta configuración permite que el satélite tenga un rendimiento en ancho de banda 70 veces superior o más al de los satélites convencionales.
Proceso de instalación
El proceso de instalación de la conectividad en los aviones dura varios días y se inicia en el interior de la aeronave. El primer paso es retirar los paneles del techo del interior del avión para instalar tres puntos de acceso inalámbrico (WAP), lo que dotará de conectividad inalámbrica a la cabina de pasajeros. Además también se incorpora equipamiento adicional: WEB (Wireless Ethernet Bridge), WDU (Wireless Data Unit) y la fuente de alimentación de la antena (APSU: Antenna Power Supply Unit).
Bajo la cabina del piloto, en el compartimento de aviónica, encontramos el corazón del sistema: el módem satélite, que recibe y envía la señal desde y a la antena, y es a su vez, el interfaz con los equipos de procesado de la señal en banda base.
En el exterior de la aeronave, en la parte superior del fuselaje, se instala la antena de banda Ka. Esta antena tiene la habilidad de orientarse mecánicamente (tanto en elevación como en acimut) con el objetivo de localizar el satélite y situarse en la dirección correcta mientras el avión está volando. Esta antena capta la señal del satélite y la trasmite al interior del avión para que los pasajeros puedan disfrutar de una velocidad de navegación prácticamente igual que en tierra.
Por último, se instala una cúpula de protección sobre la antena exterior, que a su vez es rodeada por un carenado con el fin de conservar la aerodinámica del avión.
La instalación de todos estos elementos requiere mucha precisión y el uso de herramientas especiales cuidadosamente calibradas, por lo que es necesario un equipo de varias personas altamente cualificadas en diferentes disciplinas: logística, ingeniería aviónica, aeronáutica, de estructuras, de sistemas y de telecomunicaciones. Juntos consiguen obrar la magia para que la aeronave se transforme en una aeronave conectada e internet llegue a todos y cada uno de los pasajeros a bordo de estos aviones.