El mayor problema en el mundo del almacenamiento en la nube (cloud computing) es la falta de herramientas que puedan garantizar la seguridad de los datos. Su encriptación es uno de los retos más importantes que surgen a la hora de usar internet.
En el ámbito del big data, el mecanismo más efectivo para hacer frente a los riesgos es el cifrado de los datos, que asegura la protección de los mismos desde el principio del proceso hasta el final y que solo sean utilizados por el personal autorizado a trabajar con ellos. El crecimiento imparable del Internet de las Cosas (IoT) y el desarrollo de nuevos negocios en torno al mismo hace incluso más necesaria una total coordinación entre todos los agentes del sector TIC y la creación de un necesario estándar tecnológico abierto de ciberseguridad para poner fin a la amenaza de los sistemas de seguridad actuales. Esta es precisamente una de las conclusiones del informe "Alcance, escala y riesgos sin precedentes: asegurar el Internet de las cosas ” que presentó recientemente Telefónica, donde se pone de manifiesto que el desarrollo de soluciones de ciberseguridad vulnerables podría comprometer la seguridad de infraestructuras críticas.
Telefónica lleva desde hace años participando en el desarrollo de especificaciones y estándares tecnológicos en materia de ciberseguridad no solo a través de ElevenPaths, sino también a través de Telefónica Open Future_ con inversiones y aceleración de numerosas start-ups que trabajan en este sector. ElevenPaths presentó en el pasado Mobile World Congress (MWC) la primera tecnología del mercado pensada para hacer frente a los ciberataques en el ámbito del Internet de las cosas (IoT). Se trata de Faast, la primera solución de este tipo, que permite a las empresas y organizaciones contar con una solución integral de ciberseguridad que protege de amenazas tanto a los dispositivos tradicionales conectados a sus sistemas como otros propios del IoT como webcams, impresoras, routers, sistemas de videoconferencias o televisiones conectados también a la red corporativa.
Con las nuevas funcionalidades que incorpora Faast, las compañías podrán monitorear de forma constante los dispositivos IoT de la organización gracias a la aplicación de técnicas de atacantes reales, lo que permitirá a las empresas fortalecer sus redes y neutralizar estos ataques en el futuro. Una vez identificados los dispositivos, la tecnología detecta las vulnerabilidades presentes, fallos como insuficiencias en los procesos de autentificación o autorización, servicios de red inseguros o falta de cifrado en el transporte de la información. El usuario puede gestionar estas y otras vulnerabilidades propias de todos los dispositivos IoT a través del portal online Vamps.
En el ámbito del big data, el mecanismo más efectivo para hacer frente a los riesgos es el cifrado de los datos, que asegura la protección de los mismos desde el principio del proceso hasta el final y que solo sean utilizados por el personal autorizado a trabajar con ellos. El crecimiento imparable del Internet de las Cosas (IoT) y el desarrollo de nuevos negocios en torno al mismo hace incluso más necesaria una total coordinación entre todos los agentes del sector TIC y la creación de un necesario estándar tecnológico abierto de ciberseguridad para poner fin a la amenaza de los sistemas de seguridad actuales. Esta es precisamente una de las conclusiones del informe "Alcance, escala y riesgos sin precedentes: asegurar el Internet de las cosas ” que presentó recientemente Telefónica, donde se pone de manifiesto que el desarrollo de soluciones de ciberseguridad vulnerables podría comprometer la seguridad de infraestructuras críticas.
Telefónica lleva desde hace años participando en el desarrollo de especificaciones y estándares tecnológicos en materia de ciberseguridad no solo a través de ElevenPaths, sino también a través de Telefónica Open Future_ con inversiones y aceleración de numerosas start-ups que trabajan en este sector. ElevenPaths presentó en el pasado Mobile World Congress (MWC) la primera tecnología del mercado pensada para hacer frente a los ciberataques en el ámbito del Internet de las cosas (IoT). Se trata de Faast, la primera solución de este tipo, que permite a las empresas y organizaciones contar con una solución integral de ciberseguridad que protege de amenazas tanto a los dispositivos tradicionales conectados a sus sistemas como otros propios del IoT como webcams, impresoras, routers, sistemas de videoconferencias o televisiones conectados también a la red corporativa.
Con las nuevas funcionalidades que incorpora Faast, las compañías podrán monitorear de forma constante los dispositivos IoT de la organización gracias a la aplicación de técnicas de atacantes reales, lo que permitirá a las empresas fortalecer sus redes y neutralizar estos ataques en el futuro. Una vez identificados los dispositivos, la tecnología detecta las vulnerabilidades presentes, fallos como insuficiencias en los procesos de autentificación o autorización, servicios de red inseguros o falta de cifrado en el transporte de la información. El usuario puede gestionar estas y otras vulnerabilidades propias de todos los dispositivos IoT a través del portal online Vamps.