La monitorización es un área clave en el sector eHealth para la mejora de la calidad de vida de los pacientes crónicos. El coste sanitario crece a medida que las poblaciones de los países avanzados van envejeciendo. Ahora, la gestión de pacientes crónicos consume el 80% de los recursos sanitarios. Por este motivo, descubrir soluciones en el área de eHealth que ayuden a disminuir este coste sin reducir la atención que reciben los pacientes es clave en la medicina actual.
El apoyo de las TIC en el ámbito sanitario está en pleno apogeo y proceso de expansión. Los servicios que se ofrecen a través de la “salud digital” son muy diversos, desde la administración, vía electrónica, de las historias clínicas o la monitorización de pruebas físicas y psicológicas que no requieren la visita presencial del paciente, hasta la difusión de la información al ciudadano y al especialista. Existen muchas ventajas, tanto para los profesionales del sector (con un mejor acceso a la información relevante con la preinscripción electrónica asistida), como para los ciudadanos, ya que son posibles los diagnósticos alternativos. La telemedicina no solo incluye un estudio del tratamiento sino, también, una reeducación médica en la que los alumnos de medicina o enfermería pueden desarrollar sus capacidades de aprendizaje de manera remota.
Uno de estos campos de la telemedicina que está en crecimiento es el de la monitorización de personas que han tenido contacto con enfermedades infecciosas. En este caso Telefónica, junto al Instituto de Salud Carlos III, planteó una solución que se basa en el seguimiento remoto del estado físico de salud del enfermo durante 21 días, el periodo máximo de incubación de la mayoría de estas afecciones.
Telefónica también busca mejorar la calidad de vida de pacientes con neoplastias localizadas gracias a la técnica de la monitorización de pacientes. Junto al Institut Català D’oncología (ICO) puso en marcha e-tICO, un proyecto pionero de innovación asistencial que monitoriza a los enfermos de cáncer que tienen que recibir quimioterapia y radioterapia durante un periodo entre cinco y seis meses, y hasta dos meses después de finalizar el tratamiento. Este proyecto ha conseguido mejoras para este tipo de pacientes; por un lado, la optimización de la disponibilidad de los profesionales del centro médico que adecuan sus respuestas a las necesidades reales de sus pacientes. Y por otro, la evidente mejora de la calidad de vida de los enfermos, al evitar traslados innecesarios al hospital para revisiones que pueden incluso provocar empeoramiento en momentos delicados en su estado de salud.
La primera prueba piloto se realizó con un total 25 enfermos de cáncer de cabeza y cuello del centro ICO Hospitalet. Los pacientes disponen de un aparato para medir la presión arterial, la temperatura corporal y la frecuencia cardiaca, que envía los datos mediante la tablet al centro ICO. Por su parte, los profesionales asistenciales del ICO están mejorado y agilizando su disponibilidad y respuesta a las necesidades de sus pacientes gracias a esta solución.
El correcto aprovechamiento de eHealth podría conseguir reducir en un 20 % el número de admisiones hospitalarias derivadas de emergencias médicas; una reducción del 14 % de ingresos no críticos, así como otra disminución del 14 % en días de hospitalización, según los resultados de un estudio del Departamento de la Salud Pública Británico.
El apoyo de las TIC en el ámbito sanitario está en pleno apogeo y proceso de expansión. Los servicios que se ofrecen a través de la “salud digital” son muy diversos, desde la administración, vía electrónica, de las historias clínicas o la monitorización de pruebas físicas y psicológicas que no requieren la visita presencial del paciente, hasta la difusión de la información al ciudadano y al especialista. Existen muchas ventajas, tanto para los profesionales del sector (con un mejor acceso a la información relevante con la preinscripción electrónica asistida), como para los ciudadanos, ya que son posibles los diagnósticos alternativos. La telemedicina no solo incluye un estudio del tratamiento sino, también, una reeducación médica en la que los alumnos de medicina o enfermería pueden desarrollar sus capacidades de aprendizaje de manera remota.
Uno de estos campos de la telemedicina que está en crecimiento es el de la monitorización de personas que han tenido contacto con enfermedades infecciosas. En este caso Telefónica, junto al Instituto de Salud Carlos III, planteó una solución que se basa en el seguimiento remoto del estado físico de salud del enfermo durante 21 días, el periodo máximo de incubación de la mayoría de estas afecciones.
Telefónica también busca mejorar la calidad de vida de pacientes con neoplastias localizadas gracias a la técnica de la monitorización de pacientes. Junto al Institut Català D’oncología (ICO) puso en marcha e-tICO, un proyecto pionero de innovación asistencial que monitoriza a los enfermos de cáncer que tienen que recibir quimioterapia y radioterapia durante un periodo entre cinco y seis meses, y hasta dos meses después de finalizar el tratamiento. Este proyecto ha conseguido mejoras para este tipo de pacientes; por un lado, la optimización de la disponibilidad de los profesionales del centro médico que adecuan sus respuestas a las necesidades reales de sus pacientes. Y por otro, la evidente mejora de la calidad de vida de los enfermos, al evitar traslados innecesarios al hospital para revisiones que pueden incluso provocar empeoramiento en momentos delicados en su estado de salud.
La primera prueba piloto se realizó con un total 25 enfermos de cáncer de cabeza y cuello del centro ICO Hospitalet. Los pacientes disponen de un aparato para medir la presión arterial, la temperatura corporal y la frecuencia cardiaca, que envía los datos mediante la tablet al centro ICO. Por su parte, los profesionales asistenciales del ICO están mejorado y agilizando su disponibilidad y respuesta a las necesidades de sus pacientes gracias a esta solución.
El correcto aprovechamiento de eHealth podría conseguir reducir en un 20 % el número de admisiones hospitalarias derivadas de emergencias médicas; una reducción del 14 % de ingresos no críticos, así como otra disminución del 14 % en días de hospitalización, según los resultados de un estudio del Departamento de la Salud Pública Británico.