La aventura solidaria Telefónica Yamaha Globalrider, la primera vuelta al mundo en solitario en una moto conectada, ha concluido con éxito. Hugo Scagnetti ha hecho realidad su lema “avanzar es la única forma de regresar” y ha llegado a Madrid, tras recorrer 37.000 kilómetros de 13 países diferentes de Europa, Asia y América con el objetivo de recaudar fondos para los trabajos de investigación del tratamiento de la necrosis avascular con células madre de los servicios de Hematología del Hospital Puerta de Hierro y de Traumatología del Hospital La Paz de Madrid.
Scagnetti termina el viaje con los objetivos cumplidos tanto en la vertiente solidaria del proyecto, que continúa aunque el viaje haya concluido, a través de la web www.telefonicayamaha.globalrider.org, donde se pueden seguir haciendo aportaciones económicas para la investigación, como en la vertiente tecnológica, ya que Hugo ha tenido la oportunidad de experimentar por primera vez innovadoras tecnologías aplicadas al mundo del motor y que serán de gran utilidad a esta industria.
Además del recorrido en moto, el piloto ha cruzado en ferri el mar Adriático, el Caspio y el Mar de Japón y en avión los océanos Pacífico - de Seúl a San Francisco- y Atlántico -de Toronto a París-, transmitiendo en tiempo real desde la temperatura exterior o la presión de los neumáticos hasta su estado anímico gracias a una pionera combinación de Tecnologías IoT, Cloud y M2M que ha permitido estudiar su comportamiento y el de la máquina y hacer su seguimiento en remoto.
Hugo ha tenido que tomar decisiones importantes sobre la marcha como la de rectificar la ruta establecida para evitar zonas de conflicto. Así, al salir de Estambul camino a La Capadocia, decidió bordear el Mar Negro, pues se acababa de producir un atentado en la capital turca y quiso evitar algunas ciudades de la planificación inicial por precaución. Asimismo también rectificó la ruta en Estados Unidos, donde finalmente se dirigió por el norte del país hasta Canadá para agilizar el cruce del Atlántico bajo un programa especial llamado “flight with your bike” por el que pudo hacer el trayecto en menos de 10 horas y seguir rodando en Francia a la mañana siguiente para llegar a Bretaña donde lo esperaba su familia.
Papel de la tecnología
La tecnología de Telefónica ha sido fundamental en este viaje, pues tanto la moto como el piloto llevaban instalados tecnología "máquina a máquina" (m2m) e "Internet de las Cosas" (IoT), que hacían posible generar y recoger información relativa a la geolocalización, aceleración, gases, temperatura, presión de ruedas, inclinación, probables caídas y hasta el estado físico y anímico de Hugo en tiempo real para que un equipo de personas controlara y asistiera en remoto a Scagnetti garantizando en lo posible su seguridad. Hugo ha contado con un botón que le ha mantenido conectado en todo momento y que ha demostrado en distintas situaciones de riesgo que funciona, no solo porque él podía pulsarlo en caso de necesidad, sino porque el propio sistema detectaba por telemetría situaciones anormales, como en las dos ocasiones que ha caído de la moto.
La pericia del piloto, la precisión de la moto y la tecnología han hecho posible que Hugo haya atravesado España, Francia, Italia, Grecia, Turquía, Georgia, Kazajstán, Azerbayán, Uzbekistán, Rusia, Corea del Sur, Estados Unidos y Canadá, 1.200 kilómetros de desiertos y soportado temperaturas de hasta 47 grados sin apenas incidentes y con solo dos revisiones técnicas en Estambul y en San Francisco.
Para Scagnetti ha sido fundamental la fiabilidad de la Súper Ténéré XT1200Z y la confianza total en ella, pues ha respondido en todo momento pese al gran peso que llevaba (casi 400 kilos de carga en total) incluso en las situaciones más extremas como en Uzbekistán, donde recorrió 800 kilómetros por caminos llenos de baches que se convertían en pozos llenos de agua de lluvia.
Apoyo a la Investigación
Telefónica Yamaha Globalrider nació fruto de la promesa de Hugo Scagnetti que, tras sufrir una necrosis avascular de cabeza de fémur, prometió que si lograba volver a caminar daría la vuelta al mundo en moto y produciría un documental de TV para recaudar fondos para la investigación científica en el campo de la medicina regenerativa para niños y jóvenes adultos con células madre. Hugo asegura que “he querido demostrar que se puede dar una vuelta al mundo en moto tras sufrir un grave problema de salud y buscar fondos para seguir desarrollando una tecnología que puede mejorar la vida de muchas personas que sufren la misma enfermedad que yo".
La Telefónica Yamaha Globalrider ha sido posible gracias al patrocinio de Telefónica y Yamaha y al apoyo de partners como Beesion, Cisco, Intel, Mapfre, Rukka, Sandisk, SW-Motech, Symantec o Telnet Ri; y la colaboración de Acens, Asus, CartoDB, Dynamic Line, Garmin; Iberia, Last Lap, Michelin, Parrot, Pegatin, Pléyade, Redverz, Sociograph Neuromarketing, Thethings.iO.
El siguiente paso es la producción de una serie documental para Movistar+, que destacará el valor del contacto con otros pueblos y culturas a través de la historia, la música, las vivencias personales y el uso de la tecnología. Los derechos de distribución de este documental irán a parar directamente al equipo de investigación del Servicio de Hematología del Hospital Puerta de Hierro y al Servicio de Traumatología del Hospital La Paz de Madrid, que trabajan conjuntamente en el tratamiento de la necrosis avascular con células madre.
Scagnetti termina el viaje con los objetivos cumplidos tanto en la vertiente solidaria del proyecto, que continúa aunque el viaje haya concluido, a través de la web www.telefonicayamaha.globalrider.org, donde se pueden seguir haciendo aportaciones económicas para la investigación, como en la vertiente tecnológica, ya que Hugo ha tenido la oportunidad de experimentar por primera vez innovadoras tecnologías aplicadas al mundo del motor y que serán de gran utilidad a esta industria.
Además del recorrido en moto, el piloto ha cruzado en ferri el mar Adriático, el Caspio y el Mar de Japón y en avión los océanos Pacífico - de Seúl a San Francisco- y Atlántico -de Toronto a París-, transmitiendo en tiempo real desde la temperatura exterior o la presión de los neumáticos hasta su estado anímico gracias a una pionera combinación de Tecnologías IoT, Cloud y M2M que ha permitido estudiar su comportamiento y el de la máquina y hacer su seguimiento en remoto.
Hugo ha tenido que tomar decisiones importantes sobre la marcha como la de rectificar la ruta establecida para evitar zonas de conflicto. Así, al salir de Estambul camino a La Capadocia, decidió bordear el Mar Negro, pues se acababa de producir un atentado en la capital turca y quiso evitar algunas ciudades de la planificación inicial por precaución. Asimismo también rectificó la ruta en Estados Unidos, donde finalmente se dirigió por el norte del país hasta Canadá para agilizar el cruce del Atlántico bajo un programa especial llamado “flight with your bike” por el que pudo hacer el trayecto en menos de 10 horas y seguir rodando en Francia a la mañana siguiente para llegar a Bretaña donde lo esperaba su familia.
Papel de la tecnología
La tecnología de Telefónica ha sido fundamental en este viaje, pues tanto la moto como el piloto llevaban instalados tecnología "máquina a máquina" (m2m) e "Internet de las Cosas" (IoT), que hacían posible generar y recoger información relativa a la geolocalización, aceleración, gases, temperatura, presión de ruedas, inclinación, probables caídas y hasta el estado físico y anímico de Hugo en tiempo real para que un equipo de personas controlara y asistiera en remoto a Scagnetti garantizando en lo posible su seguridad. Hugo ha contado con un botón que le ha mantenido conectado en todo momento y que ha demostrado en distintas situaciones de riesgo que funciona, no solo porque él podía pulsarlo en caso de necesidad, sino porque el propio sistema detectaba por telemetría situaciones anormales, como en las dos ocasiones que ha caído de la moto.
La pericia del piloto, la precisión de la moto y la tecnología han hecho posible que Hugo haya atravesado España, Francia, Italia, Grecia, Turquía, Georgia, Kazajstán, Azerbayán, Uzbekistán, Rusia, Corea del Sur, Estados Unidos y Canadá, 1.200 kilómetros de desiertos y soportado temperaturas de hasta 47 grados sin apenas incidentes y con solo dos revisiones técnicas en Estambul y en San Francisco.
Para Scagnetti ha sido fundamental la fiabilidad de la Súper Ténéré XT1200Z y la confianza total en ella, pues ha respondido en todo momento pese al gran peso que llevaba (casi 400 kilos de carga en total) incluso en las situaciones más extremas como en Uzbekistán, donde recorrió 800 kilómetros por caminos llenos de baches que se convertían en pozos llenos de agua de lluvia.
Apoyo a la Investigación
Telefónica Yamaha Globalrider nació fruto de la promesa de Hugo Scagnetti que, tras sufrir una necrosis avascular de cabeza de fémur, prometió que si lograba volver a caminar daría la vuelta al mundo en moto y produciría un documental de TV para recaudar fondos para la investigación científica en el campo de la medicina regenerativa para niños y jóvenes adultos con células madre. Hugo asegura que “he querido demostrar que se puede dar una vuelta al mundo en moto tras sufrir un grave problema de salud y buscar fondos para seguir desarrollando una tecnología que puede mejorar la vida de muchas personas que sufren la misma enfermedad que yo".
La Telefónica Yamaha Globalrider ha sido posible gracias al patrocinio de Telefónica y Yamaha y al apoyo de partners como Beesion, Cisco, Intel, Mapfre, Rukka, Sandisk, SW-Motech, Symantec o Telnet Ri; y la colaboración de Acens, Asus, CartoDB, Dynamic Line, Garmin; Iberia, Last Lap, Michelin, Parrot, Pegatin, Pléyade, Redverz, Sociograph Neuromarketing, Thethings.iO.
El siguiente paso es la producción de una serie documental para Movistar+, que destacará el valor del contacto con otros pueblos y culturas a través de la historia, la música, las vivencias personales y el uso de la tecnología. Los derechos de distribución de este documental irán a parar directamente al equipo de investigación del Servicio de Hematología del Hospital Puerta de Hierro y al Servicio de Traumatología del Hospital La Paz de Madrid, que trabajan conjuntamente en el tratamiento de la necrosis avascular con células madre.