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La tecnología tradicional está dando paso a una tecnología superior. Internet se ha convertido en una herramienta imprescindible en el día a día de las personas y su utilización masiva y global demanda mejores infraestructuras. España ocupa una posición de liderazgo europeo en el proceso de despliegue de la fibra óptica desde hace ya tres años.
A finales de 2015 España ocupaba la primera posición en el número de accesos de fibra instalados con 22,6 millones de unidades, y con más de 3 millones de clientes de esta tecnología. En junio de 2016 se alcanzó la cifra de 27,1 millones de accesos de fibra instalados, un 45% más. Esta cifra supera el número de accesos de fibra óptica registrados en Francia, Italia, Reino Unido y Alemania juntos.
España no es sólo líder en el número de accesos contratados sino en la rapidez del despliegue de esta nueva tecnología. Comparado con los demás países europeos, el único que tiene una cobertura similar es Suecia y ha necesitado más de 20 años para alcanzar el número de acceso de fibra óptica que posee en la actualidad.
La banda ancha móvil vive una situación similar con el despliegue del 4G. En un tiempo récord ha conseguido desplegar cobertura para prácticamente toda la población del país y el 95% de la población está cubierta por esta tecnología. Las suscripciones a la banda ancha móvil superaron los 3.600 millones a finales de 2016.
A finales de 2015 España ocupaba la primera posición en el número de accesos de fibra instalados con 22,6 millones de unidades, y con más de 3 millones de clientes de esta tecnología. En junio de 2016 se alcanzó la cifra de 27,1 millones de accesos de fibra instalados, un 45% más. Esta cifra supera el número de accesos de fibra óptica registrados en Francia, Italia, Reino Unido y Alemania juntos.
España no es sólo líder en el número de accesos contratados sino en la rapidez del despliegue de esta nueva tecnología. Comparado con los demás países europeos, el único que tiene una cobertura similar es Suecia y ha necesitado más de 20 años para alcanzar el número de acceso de fibra óptica que posee en la actualidad.
La banda ancha móvil vive una situación similar con el despliegue del 4G. En un tiempo récord ha conseguido desplegar cobertura para prácticamente toda la población del país y el 95% de la población está cubierta por esta tecnología. Las suscripciones a la banda ancha móvil superaron los 3.600 millones a finales de 2016.
En relación a la banda ancha fija, su penetración se sitúa en las 11,9 líneas por cada 100 habitantes, 64 millones de nuevas suscripciones en 2016 lo que supone 884 millones en todo el mundo. Esto también influye en el consumo de datos, los clientes de 4G consumen más del doble que los clientes 3G.