Madrid, 23 de julio de 2015.- El Ministerio de Industria, Energía y Turismo, junto a Telefónica, Indra y Banco Santander han firmado un acuerdo que, con el nombre `Industria Conectada 4.0', pretenden impulsar la transformación digital de la industria española.
El proyecto público-privado fue presentado en la sede del Ministerio de Industria, Energía y Turismo por el ministro del ramo, José Manuel Soria, el presidente de Indra, Fernando Abril-Martorell, el consejero delegado de Telefónica, José María Álvarez-Pallete y el director general y responsable de Innovación de Banco Santander, José María Fuster.
Esta iniciativa tiene como objetivo impulsar la digitalización de la industria española y dotar a las empresas de estrategia, iniciativas y acciones que les ayuden en su transformación.
El proyecto público-privado fue presentado en la sede del Ministerio de Industria, Energía y Turismo por el ministro del ramo, José Manuel Soria, el presidente de Indra, Fernando Abril-Martorell, el consejero delegado de Telefónica, José María Álvarez-Pallete y el director general y responsable de Innovación de Banco Santander, José María Fuster.
Esta iniciativa tiene como objetivo impulsar la digitalización de la industria española y dotar a las empresas de estrategia, iniciativas y acciones que les ayuden en su transformación.
Soria explicó que las cuatro líneas del plan se centran en la concienciación sobre la digitalización de la industria; la creación de herramientas de colaboración entre los proveedores de tecnología y la industria; la potenciación de la I+D+i; y el apoyo a la implantación de nuevas tecnologías digitales.
Para el ministro, el sector industrial es el que más innovación presenta y el que cuenta con unos mayores salarios, y advirtió de que quienes no se adapten al cambio de paradigma "quedarán rezagados y difícilmente van a poder sobrevivir en un mundo de hiperconectividad". De esta forma, remarcó la necesidad de aumentar los recursos destinados a la investigación y el desarrollo y sostuvo que la competitividad futura tiene que estar vinculada a la innovación y la calidad.
Además, destacó las "extraordinarias oportunidades" que se abre para las empresas a nivel de productividad, eficiencia, conectividad y en sus cuentas de resultados, algo en lo que coincidió Álvarez-Pallete, quien advirtió de que "la industria española no puede no aprovechar esta oportunidad". "El mundo va a cambiar y no podemos permitirnos no cambiar con el mundo", insistió Pallete, quien apuntó que de aquí a 2020 habrá más de 50.000 millones de objetos conectados a Internet frente al 1% actual.
Aseguró que “la conectividad constituye el elemento central para el proceso de digitalización de la industria, ya que permite acceder a los servicios en la nube, o al análisis de los datos” y que “estamos inmersos en una nueva ola de la revolución digital que va a suponer un antes y un después en la industria de nuestro país y que va a ser aún más disruptiva que las olas anteriores”.
“En Telefónica, aseguró, creemos que la tecnología tiene que estar al alcance de todos. Lo importante es cómo la adopción de la tecnología permite mejorar la vida de las personas y las perspectivas industriales y económicas de los países”. El consejero delegado de Telefónica explicó que la cuarta revolución industrial surge de la unión entre la industria física y el mundo de las telecomunicaciones y reclamó una mayor inversión en software y datos.
El presidente de Indra, Fernando Abril-Martorell, aseveró que los países que adopten antes los paradigmas del 4.0 serán los que liderarán, y destacó que la digitalización de los procesos productivos permite ganar competitividad. En concreto, en el empleo, en la reducción de costes, y en el consumo de materias y energías. "En España hemos ganado mucha competitividad pero no siempre atendiendo al mismo eje, hay que conseguir competitividad de muchas maneras", agregó Abril-Martorell tras apostar por incorporar con "agilidad" factores para una industria 4.0.
Por su parte, el director general y responsable de Innovación de Banco Santander, José María Fuster, incidió en la creciente sofisticación de la demanda ligada a la era digital, para lo que apostó por el desarrollo de nuevos "habilitadores tecnológicos". A su juicio, la industria 4.0 contempla que la cadena de valor "termina con un producto personalizado en manos de los consumidores".
La secretaria general de Industria, Begoña Cristeto, explicó que la iniciativa va dirigida a la industria en su conjunto, si bien se ha iniciado a trabajar con el sector de componentes de automoción y el textil para posteriormente expandirse al resto de sectores.
Cristeto apuntó que las "barreras" a superar son el desconocimiento, la falta de concienciación y la necesidad de incrementar el presupuesto en I+D, por lo que se trabajará en la formación, el fomento de entornos colaborativos y por nuevos incentivos fiscales y asesoramiento tecnológico.
Aunque las conclusiones y el informe finales de la iniciativa se presentarán en septiembre, se han adelantado las cuatro líneas de actuación para facilitar el cambio del modelo español hacia la industria 4.0:
Concienciación y formación sobre la digitalización en la industria para hacer conocer sus beneficios y desarrollar las competencias necesarias. Creación de entornos y herramientas de colaboración, que favorezcan la transferencia entre industria y los proveedores de tecnología. Consolidación de las nuevas tecnologías en España, potenciando la financiación de I+D+i, definiendo estándares y fomentando alianzas internacionales. Apoyo a la implantación de las nuevas tecnologías digitales, con el objetivo fundamental de vencer las barreras existentes para su implementación.
Para el ministro, el sector industrial es el que más innovación presenta y el que cuenta con unos mayores salarios, y advirtió de que quienes no se adapten al cambio de paradigma "quedarán rezagados y difícilmente van a poder sobrevivir en un mundo de hiperconectividad". De esta forma, remarcó la necesidad de aumentar los recursos destinados a la investigación y el desarrollo y sostuvo que la competitividad futura tiene que estar vinculada a la innovación y la calidad.
Además, destacó las "extraordinarias oportunidades" que se abre para las empresas a nivel de productividad, eficiencia, conectividad y en sus cuentas de resultados, algo en lo que coincidió Álvarez-Pallete, quien advirtió de que "la industria española no puede no aprovechar esta oportunidad". "El mundo va a cambiar y no podemos permitirnos no cambiar con el mundo", insistió Pallete, quien apuntó que de aquí a 2020 habrá más de 50.000 millones de objetos conectados a Internet frente al 1% actual.
Aseguró que “la conectividad constituye el elemento central para el proceso de digitalización de la industria, ya que permite acceder a los servicios en la nube, o al análisis de los datos” y que “estamos inmersos en una nueva ola de la revolución digital que va a suponer un antes y un después en la industria de nuestro país y que va a ser aún más disruptiva que las olas anteriores”.
“En Telefónica, aseguró, creemos que la tecnología tiene que estar al alcance de todos. Lo importante es cómo la adopción de la tecnología permite mejorar la vida de las personas y las perspectivas industriales y económicas de los países”. El consejero delegado de Telefónica explicó que la cuarta revolución industrial surge de la unión entre la industria física y el mundo de las telecomunicaciones y reclamó una mayor inversión en software y datos.
El presidente de Indra, Fernando Abril-Martorell, aseveró que los países que adopten antes los paradigmas del 4.0 serán los que liderarán, y destacó que la digitalización de los procesos productivos permite ganar competitividad. En concreto, en el empleo, en la reducción de costes, y en el consumo de materias y energías. "En España hemos ganado mucha competitividad pero no siempre atendiendo al mismo eje, hay que conseguir competitividad de muchas maneras", agregó Abril-Martorell tras apostar por incorporar con "agilidad" factores para una industria 4.0.
Por su parte, el director general y responsable de Innovación de Banco Santander, José María Fuster, incidió en la creciente sofisticación de la demanda ligada a la era digital, para lo que apostó por el desarrollo de nuevos "habilitadores tecnológicos". A su juicio, la industria 4.0 contempla que la cadena de valor "termina con un producto personalizado en manos de los consumidores".
La secretaria general de Industria, Begoña Cristeto, explicó que la iniciativa va dirigida a la industria en su conjunto, si bien se ha iniciado a trabajar con el sector de componentes de automoción y el textil para posteriormente expandirse al resto de sectores.
Cristeto apuntó que las "barreras" a superar son el desconocimiento, la falta de concienciación y la necesidad de incrementar el presupuesto en I+D, por lo que se trabajará en la formación, el fomento de entornos colaborativos y por nuevos incentivos fiscales y asesoramiento tecnológico.
Aunque las conclusiones y el informe finales de la iniciativa se presentarán en septiembre, se han adelantado las cuatro líneas de actuación para facilitar el cambio del modelo español hacia la industria 4.0:
Concienciación y formación sobre la digitalización en la industria para hacer conocer sus beneficios y desarrollar las competencias necesarias. Creación de entornos y herramientas de colaboración, que favorezcan la transferencia entre industria y los proveedores de tecnología. Consolidación de las nuevas tecnologías en España, potenciando la financiación de I+D+i, definiendo estándares y fomentando alianzas internacionales. Apoyo a la implantación de las nuevas tecnologías digitales, con el objetivo fundamental de vencer las barreras existentes para su implementación.