Los datos del universo digital pasarán de 4,4 billones de gigabytes (GB) en el 2013 a 44 billones para el año 2020. Por ese motivo, son muchos los expertos del sector de las TIC que predicen que el internet de las cosas, es decir, la red de objetos cotidianos interconectados entre sí, será la siguiente tendencia empresarial tras el desarrollo del Smartphone y que afectará a sectores tan dispares como la educación, la sanidad, la industria, el turismo o el estilo de vida. Se piensa que hasta un billón de cosas podrían llegar a estar conectadas a internet en 2025 y que un 46% de la economía mundial se puede beneficiar de esta tendencia.
Telefónica también ha puesto en marcha un debate online global sobre la importancia del Big Data que estará vivo hasta el 18 de julio. En él se puden comentar las conclusiones del informe que ha elaborado Telefónica junto con el periódico independiente “European Voice ”, titulado “Data: The New Currency”. Entre ellas, los grandes desafíos de privacidad que plantea esta nueva era, el papel de los gobiernos a la hora de tomar medidas en el correcto uso de estos datos, o su manera de distribuirlos. Para participar, entra aquí.
El grupo español pionero en el sector de las TIC, está desarrollando también proyectos para la Internet de las Cosas, entre los que destaca el de las ciudades inteligentes, con miles de dispositivos y sensores conectados. Ejemplo de ello es el reciente proyecto de Valencia o SmartSantander, con más de 20.000 sensores para la captación de información que nos reportan datos sobre: la temperatura, la luz, la humedad, detectan ruidos, tráfico, e incluso para avisar a los ciudadanos de dónde hay plazas libres para aparcar. Así es como las ciudades inteligentes usan el Big Data para proporcionar mejoras en los servicios públicos. Estos lugares deben cumplir tres reglas para tener el reconocimiento de “Smart”: respetar al medio ambiente, tener un fiel compromiso por la sostenibilidad y utilizar las TIC para su autogestión. También gracias a esta tecnología se podría mejorar entre un 10% y un 20% de los desplazamientos en las urbes y entre un 10% y un 20%, el coste de gestión de residuos.
Estas tendencias han propiciado que la Unión Europea se plantee revisar la normativa en materia de datos, que se remonta al año 1995, y se plantee la de una nueva ley para hacer frente a los nuevos retos que surgen.
Telefónica también ha puesto en marcha un debate online global sobre la importancia del Big Data que estará vivo hasta el 18 de julio. En él se puden comentar las conclusiones del informe que ha elaborado Telefónica junto con el periódico independiente “European Voice ”, titulado “Data: The New Currency”. Entre ellas, los grandes desafíos de privacidad que plantea esta nueva era, el papel de los gobiernos a la hora de tomar medidas en el correcto uso de estos datos, o su manera de distribuirlos. Para participar, entra aquí.
El grupo español pionero en el sector de las TIC, está desarrollando también proyectos para la Internet de las Cosas, entre los que destaca el de las ciudades inteligentes, con miles de dispositivos y sensores conectados. Ejemplo de ello es el reciente proyecto de Valencia o SmartSantander, con más de 20.000 sensores para la captación de información que nos reportan datos sobre: la temperatura, la luz, la humedad, detectan ruidos, tráfico, e incluso para avisar a los ciudadanos de dónde hay plazas libres para aparcar. Así es como las ciudades inteligentes usan el Big Data para proporcionar mejoras en los servicios públicos. Estos lugares deben cumplir tres reglas para tener el reconocimiento de “Smart”: respetar al medio ambiente, tener un fiel compromiso por la sostenibilidad y utilizar las TIC para su autogestión. También gracias a esta tecnología se podría mejorar entre un 10% y un 20% de los desplazamientos en las urbes y entre un 10% y un 20%, el coste de gestión de residuos.
Estas tendencias han propiciado que la Unión Europea se plantee revisar la normativa en materia de datos, que se remonta al año 1995, y se plantee la de una nueva ley para hacer frente a los nuevos retos que surgen.