No puede establecerse una relación directa entre inmigración y desempleo. No obstante existe una tendencia en los imaginarios sociales que se ponen en funcionamiento en este contexto a reducir el fenómeno migratorio a la búsqueda de trabajo. De manera especial en el contexto actual de crisis, a interpretarlo en consecuencia como una amenaza para el trabajo de los autóctonos. No obstante, los numerosos estudios existentes demuestran que los nacionales se benefician de la inmigración, en los casos de complementariedad en la producción y entre más difiera el “stock” de mano de obra frente al nuevo “input” productivo.
En esta línea de análisis conviene indicar que a consecuencia del envejecimiento de la población española y los cambios estructurales en la sociedad, la inmigración podría resolver dos problemas:
a) algunos de los problemas económicos y laborales, ocupando empleos rechazados por los nacionales y contribuyendo al plan de pensiones,
b) en menor medida han ayudado a repoblar algunas zonas en proceso de despoblación, así como a aumentar las tasas de natalidad, situada en los niveles más bajos del entorno europeo.
En esta línea de análisis conviene indicar que a consecuencia del envejecimiento de la población española y los cambios estructurales en la sociedad, la inmigración podría resolver dos problemas:
a) algunos de los problemas económicos y laborales, ocupando empleos rechazados por los nacionales y contribuyendo al plan de pensiones,
b) en menor medida han ayudado a repoblar algunas zonas en proceso de despoblación, así como a aumentar las tasas de natalidad, situada en los niveles más bajos del entorno europeo.