D. Guillermo Tamarit. Fuente: IESALC UNESCO
Los procesos de medición de la calidad siempre traen consigo la generación de un sesgo en ocasiones negativo. Esto es lo que parece que está ocurriendo con las instituciones superiores de las regiones de América Latina y el Caribe. De hecho, el Consejo de Rectores de dichas reuniones (reunidos recientemente) han llegado a la conclusión de que "los rankings miden sólo los modelos europeos y norteamericanos, con su tipo de universidades. Todo lo que no está asociado a eso no cuenta."
Por esta razón, sigue diciendo "Nosotros vamos a declarar que no son representativos de nuestras latitudes. Nos separa, por ejemplo, la historia. Aquí, en Latinoamérica, las universidades intervinieron en la construcción del Estado, son formadoras de sentido, dotaron de sentido nacional a los ciudadanos. Además incluyen la docencia, la investigación y la extensión social, o sea, la universidad en lo social, tres niveles equivalentes para nosotros". Y se pregunta "¿Quién mide el compromiso social de una universidad de Estados Unidos?"
Esto supone un grave problema de adecuación de las técnicas y artefactos de medición para estos rectores. De hecho, coincido con el profesor D. Guillermo Tamarit Rector de la Universidad Nacional del Noroeste de la provincia de Buenos Aires, cuando subraya la calidad de las Universidades brasileiras y mexicanas.
Todo esto parece que está mostrando, desde la perspectiva latinoamericana, un etnocentrismo y la configuración de una nueva estructura de colonización en la que la mejor educación y la investigación más sobresaliente sólo se encuentra en USA y en la UE. Posiblemente desde el otro lado las consideraciones serán bien diferentes. No obstante, como suele ocurrir, siempre hay algo de verdad en los dos lados de cualquier debate.
Por esta razón, sigue diciendo "Nosotros vamos a declarar que no son representativos de nuestras latitudes. Nos separa, por ejemplo, la historia. Aquí, en Latinoamérica, las universidades intervinieron en la construcción del Estado, son formadoras de sentido, dotaron de sentido nacional a los ciudadanos. Además incluyen la docencia, la investigación y la extensión social, o sea, la universidad en lo social, tres niveles equivalentes para nosotros". Y se pregunta "¿Quién mide el compromiso social de una universidad de Estados Unidos?"
Esto supone un grave problema de adecuación de las técnicas y artefactos de medición para estos rectores. De hecho, coincido con el profesor D. Guillermo Tamarit Rector de la Universidad Nacional del Noroeste de la provincia de Buenos Aires, cuando subraya la calidad de las Universidades brasileiras y mexicanas.
Todo esto parece que está mostrando, desde la perspectiva latinoamericana, un etnocentrismo y la configuración de una nueva estructura de colonización en la que la mejor educación y la investigación más sobresaliente sólo se encuentra en USA y en la UE. Posiblemente desde el otro lado las consideraciones serán bien diferentes. No obstante, como suele ocurrir, siempre hay algo de verdad en los dos lados de cualquier debate.