El European Centre for Soft Computing (ECSC) es un centro de investigación y desarrollo promovido por la Fundación para el Progreso del Soft Computing y ubicado en Mieres, Asturias. Sus objetivos son tanto la investigación básica y aplicada en el área del Soft Computing, como la transferencia de tecnología en aplicaciones industriales de diseño de sistemas inteligentes para la resolución de problemas reales.
La actividad investigadora del ECSC está estructurada en cinco unidades que suponen la estructura básicas del trabajo del Centro. Son, las aplicaciones fuzzy-evolutivas, el análisis inteligente de datos, la computación con percepciones, los sistemas inteligentes colaborativos y los fundamentos del Soft Computing.
Una de las líneas más interesantes del ECSC, el análisis inteligente de datos, parte del hecho de que las actuales tecnologías de la información y las comunicaciones permiten, transferir, combinar y almacenar una ingente cantidad de datos aunque, sin embargo, estos datos suelen ser heterogéneos, imprecisos o incompletos. Por ello es necesario el desarrollo de herramientas inteligentes que permitan transformar esta información en conocimiento útil. A partir de ahí se han ido desarrollando técnicas que han dado lugar a innovadores proyectos de investigación, entre los que destacan el desarrollo de una herramienta inteligente para el análisis del consumo eléctrico, un sistema para mejorar el diseño de nuevos productos industriales o técnicas para descubrir relaciones entre información procedente de distintas fuentes que permita originar nuevo conocimiento acerca de, por ejemplo, la mejor ruta sintética para un fármaco.
Otra línea de gran impacto social es la de computación cognitiva, la cual también parte del hecho de que las nuevas tecnologías permiten adquirir y almacenar una gran cantidad de datos acerca de la evolución temporal de los fenómenos en muchas áreas de la ciencia y la tecnología. Sin embargo, para que esta información sea útil es necesario interpretarla y representarla de forma comprensible, indicando, en cada tipo de situación, su relación con la información ya conocida. Actualmente este tipo de descripciones son elaboradas por expertos humanos. Sin embargo la desproporción entre la cantidad de datos a analizar y el número de expertos disponibles está creciendo de forma espectacular por lo que se hace necesario generar sistemas computacionales capaces de interpretar y describir lingüísticamente la gran cantidad de información disponible. Fruto de estas investigaciones se han desarrollado mecanismos de generación automática de informes de evaluación en simuladores de conducción de automóviles, o de generación de textos para incluir en las facturas de gas y electricidad orientados a mejorar la eficiencia energética de los consumidores.
Esto es un ejemplo de lo que en España se puede llegar a realizar si se aúnan esfuerzos por parte del sector empresarial, por parte de las instituciones públicas y de personas con ganas de trabajar e innovar. Todo un ejemplo para las generaciones venideras aunque muchos divulgadores de la tecnociencia no se hallan dado cuenta de ello.
La actividad investigadora del ECSC está estructurada en cinco unidades que suponen la estructura básicas del trabajo del Centro. Son, las aplicaciones fuzzy-evolutivas, el análisis inteligente de datos, la computación con percepciones, los sistemas inteligentes colaborativos y los fundamentos del Soft Computing.
Una de las líneas más interesantes del ECSC, el análisis inteligente de datos, parte del hecho de que las actuales tecnologías de la información y las comunicaciones permiten, transferir, combinar y almacenar una ingente cantidad de datos aunque, sin embargo, estos datos suelen ser heterogéneos, imprecisos o incompletos. Por ello es necesario el desarrollo de herramientas inteligentes que permitan transformar esta información en conocimiento útil. A partir de ahí se han ido desarrollando técnicas que han dado lugar a innovadores proyectos de investigación, entre los que destacan el desarrollo de una herramienta inteligente para el análisis del consumo eléctrico, un sistema para mejorar el diseño de nuevos productos industriales o técnicas para descubrir relaciones entre información procedente de distintas fuentes que permita originar nuevo conocimiento acerca de, por ejemplo, la mejor ruta sintética para un fármaco.
Otra línea de gran impacto social es la de computación cognitiva, la cual también parte del hecho de que las nuevas tecnologías permiten adquirir y almacenar una gran cantidad de datos acerca de la evolución temporal de los fenómenos en muchas áreas de la ciencia y la tecnología. Sin embargo, para que esta información sea útil es necesario interpretarla y representarla de forma comprensible, indicando, en cada tipo de situación, su relación con la información ya conocida. Actualmente este tipo de descripciones son elaboradas por expertos humanos. Sin embargo la desproporción entre la cantidad de datos a analizar y el número de expertos disponibles está creciendo de forma espectacular por lo que se hace necesario generar sistemas computacionales capaces de interpretar y describir lingüísticamente la gran cantidad de información disponible. Fruto de estas investigaciones se han desarrollado mecanismos de generación automática de informes de evaluación en simuladores de conducción de automóviles, o de generación de textos para incluir en las facturas de gas y electricidad orientados a mejorar la eficiencia energética de los consumidores.
Esto es un ejemplo de lo que en España se puede llegar a realizar si se aúnan esfuerzos por parte del sector empresarial, por parte de las instituciones públicas y de personas con ganas de trabajar e innovar. Todo un ejemplo para las generaciones venideras aunque muchos divulgadores de la tecnociencia no se hallan dado cuenta de ello.