La globalización transnacional se contrapone a los procesos de localización. El primero implica un fenómeno de homogeneidad completo en la que la región englobada en el proceso de globalización modifica sus comportamientos sociales, sus desarrollos y parte de su cultura asumiendo los de la región más rica y poderosa. En cambio, en los procesos de implementación de lo local se da prioridad a los procesos diversos en los que los cambios generales no son indistinguibles sino que cada localidad lleva su propio camino.
Los desarrollos biotecnológicos son el ejemplo paradigmático de esta diatriba entre lo global y lo local. Por un lado, los procesos de desarrollo biotecnológico implican la asunción de todos los procesos y las finalidades de la tecnociencia biotecnológica. En cambio, por otro, la biotecnología siempre y cuando se adapte a las necesidades particulares, se podría convertir en un fenómeno de desarrollo local.
No obstante, la cantidad de dinero que se necesita para llevar a cabo el desarrollo de la biotecnología trae consigo una gran dificultad a nivel de desarrollo local. De ahí que sea posible afirmar, en principio, que existe una brecha entre lo global y lo local.
Los desarrollos biotecnológicos son el ejemplo paradigmático de esta diatriba entre lo global y lo local. Por un lado, los procesos de desarrollo biotecnológico implican la asunción de todos los procesos y las finalidades de la tecnociencia biotecnológica. En cambio, por otro, la biotecnología siempre y cuando se adapte a las necesidades particulares, se podría convertir en un fenómeno de desarrollo local.
No obstante, la cantidad de dinero que se necesita para llevar a cabo el desarrollo de la biotecnología trae consigo una gran dificultad a nivel de desarrollo local. De ahí que sea posible afirmar, en principio, que existe una brecha entre lo global y lo local.