El descenso del ritmo de crecimiento de tráfico en internet que viene acaeciendo en los últimos tiempos a nivel mundial debiera ser, en opinión de algunos expertos, un importante motivo de preocupación para la industria de telecomunicaciones de cualquier país. Un menor tráfico (o un descenso del mismo con respecto a las expectativas) no sólo es sinónimo de una menor demanda de productos y servicios, sino que se traduce también en mayores dificultades para costear una capacidad de transmisión ya incrementada basándose en ritmos de crecimiento exagerados e irreales.
Y es que a pesar del entusiasmo mediático –sumado a veces al de ciertos sectores de la misma industria a la hora de hacer sus estimaciones– con que a menudo se notifican las cifras de crecimiento, ya ha quedado atrás la época en que las mismas se elevaban a un 100% anual. Según las mediciones del MINTS (Minnesota Internet Traffic Studies), de la Universidad de Minnesota, actualizadas a mitad de este año, el crecimiento anual del tráfico global en Internet se sitúa actualmente entre un 50 y un 60% anual.
Estas cifras coinciden con las correspondientes al caso concreto de EEUU, que además habría comenzado, según un artículo publicado recientemente por el New York Times, a perder liderazgo en tráfico de internet con respecto a otros países, lo que tendría especial relevancia no sólo por haberse originado la red en este país y por haber acaparado éste la mayor parte del tráfico de la misma durante tres décadas, sino por poner de relieve otra cuestión que puede tener tanta importancia como la actividad económica: la ejercida en materia de seguridad.
Seguridad nacional
El mismo New York Times informó a finales de 2005 que varias empresas de telecomunicaciones del país colaboraban con la Agencia de Seguridad Nacional en un programa que incluía la intercepción de comunicaciones extranjeras en Internet. Y en este otro nuevo artículo afirma que varios ejecutivos de dicha industria, así como funcionarios del gobierno, han reconocido las claras y demostradas ventajas que para las dependencias de inteligencia del país tiene el trafico de Internet que pasa por el equipo de centrales controladas por aquélla, es decir, el tráfico de Internet que pasa por EEUU.
Esto al parecer no ha sido desmentido por la CIA y, lejos de ello, Michael V. Hayden, Director de la misma, declaró en 2006 ante el Comité Judicial del Senado: "Debido a la naturaleza de las telecomunicaciones mundiales, estamos jugando con una enorme ventaja como ‘locales’, y necesitamos explotar esa ventaja. Nosotros también necesitamos proteger esa ventaja y necesitamos proteger a quienes nos la suministran.”
Y aquí, siempre según el New York Times, podría estar una de las principales causas de la pérdida de liderazgo de Estados Unidos en Internet y de la deriva de su tráfico hacia Canadá y Europa, al haberse mostrado reacias muchas empresas extranjeras, desde la aprobación de la Ley Patriota, a almacenar información de clientes en Estados Unidos.
Inteligencia e inquietud
A este respecto, el director ejecutivo del Centro Informático de Privacidad Electrónica en Washington, Marc Rotenberg, declaró que: “Hay una inquietud presente en cuanto a que las dependencias de inteligencia de Estados Unidos reúnan esta información sin un proceso legal. Existe un punto muy delicado en particular con respecto al acceso a información financiera, así como de comunicaciones y tráfico de Internet, que pasa a través de centralitas o interruptores estadounidenses.”
A esto hay que añadir que cada vez más países parecen ser conscientes de la importancia que tanto para la economía como en materia de seguridad puede tener el control de los lugares por los que trancurra –o la elección de aquellos por donde no haya de hacerlo– su tráfico de Internet. Así, por ejemplo, según Kirchner Claffy, científico investigador de la Asociación Cooperativa para Datos de Internet en San Diego, los japoneses “están en un frenesí por construir redes a lo largo de India y China para que, de esta forma, puedan tener rutas alternas y no tengan que seguir una ruta a través de Estados Undidos.”
Esto lleva, además de a extraños y curiosos acuerdos sobre las rutas a seguir, a lo que se conoce como “tromboning”, mediante el cual el tráfico entre dos ciudades de un mismo país fluye a través de otras naciones, en lugar de a través de las líneas del mismo.
Mirando al futuro
Por otro lado, volviendo a la economía, los aspectos concernientes a la seguridad no serían los únicos responsables del alejamiento del tráfico de Internet de Estados Unidos hacia otros países. Algunos expertos achacan el hecho de que a día de hoy, y con una frecuencia cada vez mayor, la red mundial de datos esté fuera del control de este país al hecho de que éste tomará la decisión de no invertir en líneas de fibra óptica de más bajo costo, un patrón que extienden también al sector de los semiconductores o los ordenadores personales.
Como contraste, China e India están invirtiendo en mucha mayor medida en tecnología para la siguiente generación de Internet, que ellos consideran crucial para el desarrollo futuro de la red. De ser así, es de imaginar a donde irían a parar la inversión, la innovación y… las ganancias.
El distinto grado de pesimismo de los distintos expertos hace difícil calcular las consecuencias reales –y los distintos ámbitos, además del de la seguridad y la economía, a que aquéllas podrían afectar– que en el futuro podrá tener esta perdida de liderazgo de Estados Unidos en la cantidad de tráfico de Internet. Pero lo que sí parece bastante fiable –al provenir de un merecidamente prestigioso observador y analista de mucho de lo que sucede en Internet– es la estimación del catedrático de la Universidad de Minnesota Andrew M. Odlyzko: hace una década Estados Unidos transportaba el 70% del tráfico mundial de Internet, y hoy en día ese porcentaje ha descendido aproximadamente al 25%.
Y es que a pesar del entusiasmo mediático –sumado a veces al de ciertos sectores de la misma industria a la hora de hacer sus estimaciones– con que a menudo se notifican las cifras de crecimiento, ya ha quedado atrás la época en que las mismas se elevaban a un 100% anual. Según las mediciones del MINTS (Minnesota Internet Traffic Studies), de la Universidad de Minnesota, actualizadas a mitad de este año, el crecimiento anual del tráfico global en Internet se sitúa actualmente entre un 50 y un 60% anual.
Estas cifras coinciden con las correspondientes al caso concreto de EEUU, que además habría comenzado, según un artículo publicado recientemente por el New York Times, a perder liderazgo en tráfico de internet con respecto a otros países, lo que tendría especial relevancia no sólo por haberse originado la red en este país y por haber acaparado éste la mayor parte del tráfico de la misma durante tres décadas, sino por poner de relieve otra cuestión que puede tener tanta importancia como la actividad económica: la ejercida en materia de seguridad.
Seguridad nacional
El mismo New York Times informó a finales de 2005 que varias empresas de telecomunicaciones del país colaboraban con la Agencia de Seguridad Nacional en un programa que incluía la intercepción de comunicaciones extranjeras en Internet. Y en este otro nuevo artículo afirma que varios ejecutivos de dicha industria, así como funcionarios del gobierno, han reconocido las claras y demostradas ventajas que para las dependencias de inteligencia del país tiene el trafico de Internet que pasa por el equipo de centrales controladas por aquélla, es decir, el tráfico de Internet que pasa por EEUU.
Esto al parecer no ha sido desmentido por la CIA y, lejos de ello, Michael V. Hayden, Director de la misma, declaró en 2006 ante el Comité Judicial del Senado: "Debido a la naturaleza de las telecomunicaciones mundiales, estamos jugando con una enorme ventaja como ‘locales’, y necesitamos explotar esa ventaja. Nosotros también necesitamos proteger esa ventaja y necesitamos proteger a quienes nos la suministran.”
Y aquí, siempre según el New York Times, podría estar una de las principales causas de la pérdida de liderazgo de Estados Unidos en Internet y de la deriva de su tráfico hacia Canadá y Europa, al haberse mostrado reacias muchas empresas extranjeras, desde la aprobación de la Ley Patriota, a almacenar información de clientes en Estados Unidos.
Inteligencia e inquietud
A este respecto, el director ejecutivo del Centro Informático de Privacidad Electrónica en Washington, Marc Rotenberg, declaró que: “Hay una inquietud presente en cuanto a que las dependencias de inteligencia de Estados Unidos reúnan esta información sin un proceso legal. Existe un punto muy delicado en particular con respecto al acceso a información financiera, así como de comunicaciones y tráfico de Internet, que pasa a través de centralitas o interruptores estadounidenses.”
A esto hay que añadir que cada vez más países parecen ser conscientes de la importancia que tanto para la economía como en materia de seguridad puede tener el control de los lugares por los que trancurra –o la elección de aquellos por donde no haya de hacerlo– su tráfico de Internet. Así, por ejemplo, según Kirchner Claffy, científico investigador de la Asociación Cooperativa para Datos de Internet en San Diego, los japoneses “están en un frenesí por construir redes a lo largo de India y China para que, de esta forma, puedan tener rutas alternas y no tengan que seguir una ruta a través de Estados Undidos.”
Esto lleva, además de a extraños y curiosos acuerdos sobre las rutas a seguir, a lo que se conoce como “tromboning”, mediante el cual el tráfico entre dos ciudades de un mismo país fluye a través de otras naciones, en lugar de a través de las líneas del mismo.
Mirando al futuro
Por otro lado, volviendo a la economía, los aspectos concernientes a la seguridad no serían los únicos responsables del alejamiento del tráfico de Internet de Estados Unidos hacia otros países. Algunos expertos achacan el hecho de que a día de hoy, y con una frecuencia cada vez mayor, la red mundial de datos esté fuera del control de este país al hecho de que éste tomará la decisión de no invertir en líneas de fibra óptica de más bajo costo, un patrón que extienden también al sector de los semiconductores o los ordenadores personales.
Como contraste, China e India están invirtiendo en mucha mayor medida en tecnología para la siguiente generación de Internet, que ellos consideran crucial para el desarrollo futuro de la red. De ser así, es de imaginar a donde irían a parar la inversión, la innovación y… las ganancias.
El distinto grado de pesimismo de los distintos expertos hace difícil calcular las consecuencias reales –y los distintos ámbitos, además del de la seguridad y la economía, a que aquéllas podrían afectar– que en el futuro podrá tener esta perdida de liderazgo de Estados Unidos en la cantidad de tráfico de Internet. Pero lo que sí parece bastante fiable –al provenir de un merecidamente prestigioso observador y analista de mucho de lo que sucede en Internet– es la estimación del catedrático de la Universidad de Minnesota Andrew M. Odlyzko: hace una década Estados Unidos transportaba el 70% del tráfico mundial de Internet, y hoy en día ese porcentaje ha descendido aproximadamente al 25%.