Bitácora

Todos somos uno

Redactado por Alicia Montesdeoca el Viernes, 9 de Febrero 2018 a las 12:20



| Viernes, 9 de Febrero 2018

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El conjunto de los seres humanos integra una sola especie de la que está por descubrirse qué es y qué lugar ocupa, en la evolución del universo, como individuos –todos diferentes y únicos- y como conjunto. Ante tan inmenso reto, lo primero que se pone de manifiesto es que todos dependemos de todos para llegar a ese conocimiento. Esta consciencia de complementariedad, absoluta e imprescindible, sólo la adquirimos cuando por necesidades concretas nos unimos a otros, que nos complementan, en la superación de retos.
 
Por ello, lo que somos no empieza y acaba  en los límites de una forma: la melodía que se configura poco a poco, cuando nos relacionamos, se construye con la nota que cada uno representa. Pasar del sonido individual al de la armonía del conjunto requiere de muchos ensayos y de muchos intentos. Los primeros pasos no nos hacen orquesta.  Los múltiples, o incontables intentos aseguran uno a uno, paso a paso, el que, algún día, podamos alcanzar a percibir la melodía del universo.
 
Porque la vida humana la configura el permanente intento por alcanzar utopías, sean individual o colectivamente. En su ADN, la especie porta una información que tercamente trata de emerger, demandándole nuevos horizontes, que requieren, asimismo, del desarrollo de nuevas facultades, en busca de no se sabe qué. Lo especial, de este instinto indagador, es que su carácter requiere de una capacidad por afinar los instrumentos, las herramientas de las que están dotados las mujeres y los hombres todos. Éstas, asimismo, se construyen en la medida en que se va materializado cada intento que, a su vez, va ampliando y enriqueciendo la materia, la sustancia, de la que está hecha el conocimiento o la información que se persigue.
 
Como resultado, la percepción de que no hay límites para el sentir ni para el conocer. A esto llamamos expansión de conciencia y parece ser que es la cualidad que porta lo que llamamos Universo. “Dios” – lo que quiera que represente este concepto- parece que no es atrapable en ningún conocimiento humano, por muy complejo que este sea.
 
Alicia Montesdeoca