Este es el caso de la Seguridad con mayúscula, ese amplio y universal concepto y objetivo que arrastramos y arrastraremos en todo tipo de actividad de nuestra sociedad.
Veamos con un poco de detalle la realidad de nuestro decálogo de asignaturas pendientes en materia de seguridad:
Riesgos y amenazas globales
Primero fue la 'pandemia' de COVID-19; luego, cuando comenzaba la recuperación, irrumpió el conflicto en Ucrania y las sanciones económicas a Rusia, para finalmente ingresar en un período de elevada inflación que arrojará a la economía mundial a un escenario de recesión por el alza de la tasa de interés internacional.
Estos impactos negativos han provocado una profunda alteración en la seguridad humana y ciudadana.
Con los recientes incrementos de amenazas y su complejidad, la falta de integración y unificación deja de ser un simple inconveniente para convertirse en un grave problema, al aumentar los riesgos y destacar vulnerabilidades para impedir respuestas coordinadas e integrales ante las contingencias derivadas de la materialización de los riesgos y amenazas.
El desafío de estas amenazas complejas tiene como mejor respuesta el planteamiento de una seguridad global y, en sus objetivos, su mejor valor añadido.
En este sentido, siendo imprescindible conocer los riesgos a los que están sometidos los sistemas de funcionamiento de las organizaciones para poder gestionarlos, están apareciendo multitud de guías formales e informales, aproximaciones metodológicas y herramientas o plataformas de soporte, para tratar de objetivar el análisis y la evaluación, especialmente en tiempo real.
Cultura de seguridad y concienciación ciudadana
El objetivo es plantear la cultura de la seguridad como un bien público, propiciando la evolución y desarrollo de un paradigma de seguridad compartido, que abarque de lo global a lo local. Los principales organismos centrados en el análisis del concepto de seguridad han dejado patente su carácter evolutivo y la necesidad de adaptarlo a las transformaciones acaecidas con la creciente globalización de la inseguridad.
Para ello, se impone la revisión de las políticas de seguridad, creando una novedosa cultura de seguridad integral e integrada, estableciendo los mecanismos de control y gestión de la seguridad física y lógica, y cuidando los sistemas, sin olvidar dimensionar la resiliencia.
Por Acuerdo del Consejo de Ministros, en mayo de 2021, se aprobó en España el Plan Integral de Cultura de Seguridad Nacional (Orden PCM/575/2021, de 8 de junio), a fin de servir de catalizador para la implantación progresiva de una cultura de seguridad inclusiva, participativa y colaborativa, todo ello con el fin de reforzar el Sistema de Seguridad Nacional, mejorar la coordinación y eficacia de la acción del Estado y la participación de la sociedad.
Para el desarrollo del Plan, se establece cuatro ámbitos de actuación: Formación, Comunicación pública y divulgación, Relevancia en el exterior y Participación, en los que se fomentará la colaboración y cooperación público-privada entre las comunidades de referencia.
Redefinición de la seguridad
De la convergencia a la seguridad global. Una necesaria redefinición y, sin duda, una nueva oportunidad para avanzar en la Seguridad Global de un mundo de retos colectivos y futuro incierto, con necesidad de entender las nuevas dinámicas sociales, económicas, energéticas y tecnológicas, para propiciar el desarrollo de ese amplio concepto de la nueva seguridad que va a estar presente de ahora en adelante.
También hemos de aprovechar la oportunidad para avanzar de la seguridad global a la seguridad local, enfocando una prevención + protección eficiente para los ciudadanos, dado que, en estos momentos, las amenazas se presentan con muchas dimensiones y formas, en ámbitos como la geopolítica, la delincuencia y terrorismo, las catástrofes naturales y, más recientemente, las pandemias mundiales. Hemos de pensar en global pero, actuar en local.
Nuevos retos y exigencias
Debemos ser conscientes de que en el mundo actual se están produciendo cambios profundos, no eventuales, y que es necesario contribuir de una forma más eficaz y realista a la mejora de la seguridad global. Desde esta perspectiva hemos de ayudar a instituciones y organizaciones a rediseñar nuevas estrategias en el nuevo mundo globalizado.
En este sentido, uno de los objetivos es dotar a las organizaciones de una metodología y tecnología sostenible de seguridad, haciendo converger a proyectistas, proveedores, integradores y gestores de soluciones con los propios usuarios que demandan adecuadas soluciones a sus nuevos retos y exigencias.
El pasado año, en la celebración de la XXX Cumbre de la OTAN en Madrid, se redefinió la seguridad mundial. Durante este encuentro de alto nivel se aprobó el nuevo Concepto Estratégico de la OTAN, un documento clave que define los desafíos de la organización internacional para la próxima década.
Una redefinición y, sin duda, una nueva oportunidad para avanzar en la Seguridad Global de un mundo de retos colectivos y futuro incierto con necesidad de entender las nuevas dinámicas sociales, económicas, energéticas y tecnológicas en el desarrollo de ese amplio concepto que es la seguridad global que va a definir el presente y futuro próximo y todas las asignaturas pendientes.
Todo ello, sin obviar la oportunidad para acometer los nuevos retos de un mundo que ha cambiado profundamente, en una Europa que tiene por delante la urgencia de terminar con la guerra en Ucrania, así como otras asignaturas pendientes igualmente importantes como la adopción nuevas estrategias y medidas a adoptar ante las permanentes oleadas de inmigrantes que buscan la supervivencia en un mundo mejor.
Adecuación de normativa y legislación
Otra asignatura pendiente de forma permanente es la necesaria actualización de la legislación en materia de seguridad en todos sus aspectos y frentes, así como la dinamización de nuevas normativas de aplicación, principalmente, para el control y gestión de las seguridades.
Como objetivo prioritario y asignatura pendiente se encuentran desde la Ley Orgánica 4/2015 de Seguridad Ciudadana, pasando por la Ley 5/2014 de Seguridad Privada y su falta de desarrollo reglamentario, hasta la posible adecuación a nuevo orden europeo de seguridad de la Ley 8/2011 de Protección de Infraestructuras Críticas, la Ley 7/2021 de Protección de Datos y el desarrollo de la legislación y normativa o Ley de Ciberseguridad de la UE.
Cabe destacar que los cambios que produjo esta directiva europea fueron tan importantes que la propia normativa sobre protección de datos española tuvo que actualizarse para adaptarse a ella. El gran desconocimiento de la normativa sobre protección de datos, así como la privacidad de los mismos, es aún una asignatura pendiente para muchas organizaciones.
En todos los casos, su inicial establecimiento supuso un notable avance para el desarrollo de la seguridad en España, y se reconoció la madurez de las organizaciones de seguridad, lo que ayudó a superar el concepto de control para pasar a una integración operativa y un planteamiento de servicios en asociación público-privada, siempre desde una perspectiva holística, especialmente en lo que se refiere a la protección de los activos de las organizaciones, para garantizar el funcionamiento de las infraestructuras críticas frente a todo tipo de riesgos.
Por otro lado, también la Ciberseguridad es la asignatura pendiente de la transformación digital, con gran preocupación por su dimensión y aplicación transversal para las organizaciones y ciudadanos.
Nuevas soluciones innovadoras
La industria de las seguridades se encuentra en una posición única para identificar los potenciadores más importantes, los eventos disruptivos y los desarrollos derivados de las nuevas tendencias, exigencias y retos, que darán forma al nuevo panorama de la seguridad global.
Especialmente, 2023 seguirá siendo un año en el que se irá consolidando la importancia de la seguridad para proteger los diferentes ámbitos institucionales, industriales y comerciales, con nuevas aplicaciones tecnológicas y sistemas de integración y monitorización global
Así, cabe destacar:
La gestión de accesos securizados, que ya es y será una necesidad para las organizaciones y se espera que su adopción sea impulsada por medidas regulatorias internacionales. La Protección de las infraestructuras críticas con nuevas exigencias de protección y desarrollo de los planes de seguridad, contingencia y continuidad. La implementación de soluciones “zero trust” para facilitar la visibilidad y garantizar el mejor control y gestión de la seguridad global de forma integral e integrada en todo el proceso. La seguridad de acceso “just in time” a los recursos de IT justo en el momento en el que se necesitan. La autentificación de procesos, principalmente para la ciberseguridad de los dispositivos y aplicaciones conectados. La capacidad de establecer la autentificación de los sistemas de control de acceso biométrico y la videovigilancia, cada vez más fundamentales. La ciberseguridad estructural OT que requerirá de nuevas soluciones personalizadas por sectores de actividad. La combinación de IoT, la nube y las tecnologías móviles está impulsando de forma continua la transformación digital en la industria de la seguridad y, por tanto, presentando nuevos retos.En cualquier caso, caminar hacia esta seguridad global, requiere de propuestas viables y prácticas y, sobre todo, de mucho compromiso por parte de los especialistas de las distintas seguridades o disciplinas en las organizaciones, teniendo siempre en cuenta los numerosos riesgos y las amenazas que, como nuevos retos, aguardan hoy en día a cualquier organización.
Nuevos líderes para la seguridad
Para la nueva visión y misión de la seguridad integral e integrada, junto a la inteligencia operativa y la gestión global, es preciso que los responsables de la seguridad corporativa cambien su habitual posición de una postura funcional, especializada y experta, a una posición con visión global de la organización, que observe y analice de manera transversal la información y, dentro de ella, lo que puede afectar de manera global y sostenible a la continuidad.
Es cada vez más amplio y complejo el asunto de determinar quién debe ser el encargado de controlar la seguridad de las organizaciones, y es ahora cuando debemos subrayar la importancia del nuevo perfil del Director Ejecutivo de Seguridad Global (CSO, CISO, CTI, etc.) que deberá poseer una formación, conocimientos, competencias y habilidades adecuadas para garantizar esa seguridad global y proactiva (prevención + protección) de todos los activos de la organización, generando las respuestas correctas ante los incidentes y contingencias críticas.
En este sentido, el nuevo «concepto de la seguridad global» ya está iniciando el cambio de rol que los profesionales y especialistas de seguridad deben desempeñar incrementando valor compartido a la organización.
En definitiva, estamos en los planteamientos hacia un Director de Seguridad Global, con visión holística, multidisciplinar y alta capacidad de gestión, reportando directamente a la Dirección General (CEO) y gestionando el riesgo global de la organización.
Digitalización e Inteligencia Artificial (IA)
La transformación digital ha traído consigo un cambio a implementaciones en la nube y nuevos modelos de servicio que ha brindado oportunidades para gestionar el control en aplicaciones de seguridad, activos físicos y datos, así como el uso de nuevos formatos ha permitido una autenticación confiable y ágil.
La implementación en los últimos años de la Inteligencia artificial (IA) en aplicaciones sociales y de seguridad se ha infiltrado en multitud de dispositivos y seguirá poniendo a disposición una auténtica invasión de esa inteligencia artificial a todos los niveles, incluido el de la seguridad.
La legislación y la reglamentación relacionadas con el desarrollo y el uso de tecnologías y aplicaciones basadas en la inteligencia artificial en materia de seguridad en el ámbito internacional y regional, es una asignatura pendiente.
Colaboración público-privada
La seguridad es y será el nuevo reto, principalmente en los ámbitos públicos, ciudadanos y empresariales. Sus responsables se hacen más importantes en todas las entidades, con la misión de prevenir los riesgos y amenazas y garantizar la gestión e intervención, minimizar los daños o pérdidas y garantizar la seguridad.
Es un hecho claro que, ante la gravedad de los nuevos riesgos y las amenazas que a diario se deben afrontar, es una obligación la colaboración a nivel operativo de la Seguridad Privada con la Seguridad Pública.
El presente y futuro de la seguridad ciudadana, ofrece una serie de ventajas muy positivas debido a la existencia de proveedores con una alta especialización, profesionales responsables de los sectores públicos y privados participantes e implicados en los proyectos en clara alianza de colaboración entre especialistas públicos y privados. Es a través de la colaboración operativa que se facilitarán las actuaciones necesarias para poder optimizar la respuesta ante los nuevos retos en la seguridad global y, especialmente, en la protección de infraestructuras críticas.
España es una potencia en seguridad pública y privada pero, precisa avanzar en sus asignaturas pendientes.
Formación especializada
Los nuevos retos y nuevas respuestas globales hacen precisa también una visión compartida, y la preparación adecuada de cada vez más profesionales ejecutivos y operativos, que han de acreditar una formación y capacitación especializada, no lineal, basada en estrategias y pensamientos exponenciales abiertos y flexibles que les convierta en los lideres de la seguridad que hoy precisamos.
Hay que adecuar nuevos programas de formación de seguridad global y promover la educación y concienciación de las personas en relación con los diferentes tipos de delitos, sus consecuencias y las medidas preventivas que pueden tomar para protegerse, a sí mismos, y a sus comunidades, creando una nueva cultura de seguridad.