Unas pequeñas variaciones en un gen serían las responsables de que determinadas personas tengan mayor resistencia atlética, señala un reciente estudio del Instituto Wingate de Israel.

La investigación reveló, en concreto, que los atletas de fondo de élite tienden más a presentar ciertas variaciones en un gen denominado NRF2, que los velocistas también de élite.

La relación causa-efecto de este hecho aún se desconoce, pero los científicos se centraron en el gen NRF2 porque estudios previos habían demostrado que éste juega un papel importante en la resistencia, dado que ayuda a producir nuevas mitocondrias (relacionadas con la producción de energía) y porque reduce los efectos dañinos de la oxidación y de la inflamación, procesos que se incrementan cuando hacemos ejercicio físico.

La presente investigación forma parte de un conjunto de estudios con los que actualmente se explora el genoma humano para tratar de comprender cómo éste condiciona el rendimiento de los deportistas.

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