I. VISION EXISTENCIALISTA DEL AMOR. SALIR DE SI
Qué es el amor
Amar es querer el bien del Otro, escribe Aristóteles. Esa definición no nos basta. Muchos lectores, y yo también, queremos el bien de todo el mundo, aún de los que no nos son conocidos.
Querer el bien del Otro en el sentido de Aristóteles sería a lo más una consecuencia, un comportamiento resultante del amor, pero no el núcleo mismo del amor.
AMAR ES SALIR DE SI MISMOS
Para empezar por lo más sencillo y radical, amar es tener en cuenta al Otro. Reconocer plenamente su existencia, y no ya como mero instrumento para nuestros fines, sino como otro si-mismo.
A primera vista parecería que nos quedamos muy cortos con decir “reconocer y aceptar la existencia del Otro”. La alteridad. Sin embargo es el paso primero y esencial en la construcción de una relación humana: el salir del sí-mismo rompiendo el obstinado encerramiento en los propios intereses y puntos de vista. No es tan sencillo dar este primer paso a fondo. Para salir de sí es preciso que exista al menos una capacidad de empatía o interiorización del pathos del otro.
El amor requiere ciertamente una dosis de altruismo es decir de liberación de sí mismo en favor del Otro. (Altruismo viene del latín “alter”, “otro”). Pero el Yo de cada uno es su centro inevitable. De ahí la dificultad, cuando no la imposibilidad del altruismo total y puro.
ALL YOU NEED IS LOVE (los Beattles)
¿Es el amor, bajo alguna de sus variantes, una necesidad para la existencia humana? ¿Qué es lo que libera al hombre de sí mismo y lo trasciende, algo imprescindible para la verdadera felicidad? ¿Qué lo eleva y qué lo degrada? Entonces, ¿por qué el amor se adultera y pervierte con tanta facilidad?
El amor puede ser sublime pero es también una mercancía fácilmente corruptible.
Lateralmente:¿Cómo puede darse algo como el amor a Dios, siendo Dios un término inasible de esta relación, no representable, por así decir inobjetivable, del amor?
DE LA INTENSIDAD Y LAS VARIAS FORMAS DEL AMOR
Amor de amistad, a la familia, a un grupo. ¿Qué sentido tiene el amor a la patria, a un club, a un partido político, a la ciudad natal?
Las muchas formas del amor: Los griegos distinguían, y distinguen hoy, entre agape (amor), filía (amistad), eros (pasión física). Hoy hablamos también escucha del otro, empatía y simpatía, tolerancia, corrección y cortesía y algunas personas hablan hasta del concepto cristiano de caridad, es decir de búsqueda de Dios, amando a los demás porque son el rostro viviente de Dios.
Todo ello es amor. Un término paraguas bajo el que caben una multitud de variantes.
Cuando bajo el término amor se junta todo, desde la caridad al amor físico, es que hay que clarificar las ideas.
b[El amor a la Patria]b
Patria tiene el mismo origen que el del latín patres, los padres. Amor a la patria es amor al pueblo al que pertenecemos, a los que reposan en nuestros cementerios. Pero implica también amor a sí mismo, a la propia infancia, a los entornos que nos vieron crecer.
b[Amor conyugal ]b
Hay ejemplos de amor romántico, de amor carnal, de profunda connivencia entre dos personas. La historia y la literatura rebosan de ejemplos. (En Internet el lector puede leer las cartas entre Abelardo y Eloísa).
El amor entre hombre y mujer suele empezar como una modalidad más o menos intensa, abierta o implícita del eros, y después para subsistir se va transformando en amistad, complicidad, o en la parte incuestionable de la vida que han vivido juntas dos personas hasta sus últimos trayectos. El amor conyugal necesita madurar, transformarse e ir revistiendo modalidades nuevas y diferentes para permanecer. Es un ejemplo más de la multiforme esencia y de la dinámica del amor.
Es una mezcla de eros, filia(amistad) y agape (amor del alma), que si sabe cuidar y mantener inteligentemente, da lugar a las experiencias más exaltantes de nuestras vidas.
b[Una forma indiscutiblemente sublime del amor ]b
El amor de la madre a su hijo pequeño es la forma más alta de salir de sí, de trascenderse a sí mismo, ya que no exige, ni requiere forma alguna de reciprocidad. Las relaciones de la madre con los hijos no pueden funcionar en base al principio do ut des, te doy para que me devuelvas. Es el mejor ejemplo de don total (de los padres al hijo) y sin que haya demanda de retorno.
¿Es el amor materno un caso único, o existen copias de ese amor en otros tipos de relaciones humanas?
b[El amor cristiano]b
La idea nietzscheana del amor cristiano. Todo el discurso del amor al prójimo es humo, opio del pueblo, trampa para atrapar a débiles de espíritu. Ver abajo del texto una cita curiosa de Tertuliano sobre el amor cristiano en los primeros siglos del cristianismo. (1)
Entonces, las religiosas que dedican su vida entera al servicio de los demás ¿son pobres mujeres, santas quizás, pero engañadas, quizás orgullosas, narcisistas auto-complacidas?
El amor del Buen samaritano del Evangelio, es un amor de misericordia, es un amor momentáneo de alguien que pasa y se va. Es un amor “de lejos”, transitorio. No es comparable al amor entre esposos.
El afecto puede teñirse de sentimientos que no son caben bajo la categoría del amor porque últimamente son sentimientos abstractos, genéricos y despersonalizados. En esos casos el Otro es intercambiable. Es amor a X, no al individuo real y único. Ejemplos de estos sentimientos son el amor de misericordia, de protección, etc.
¿Es un requisito para el amor verdadero el sentirse en igualdad con el Otro?
b[El amor travestido]b
Es verdad que tenemos una inmensa capacidad de mentirnos a nosotros mismos. Por eso es fácil adulterar el amor, llamando amor a lo que es un camuflaje del narcisismo, la teatralidad y juego de roles ante los demás.
El verdadero amor no es pretexto para asentar el propio orgullo ni para afirmar la propia superioridad. No es paternalista. No es blandengue ni sensiblero.
II. ¿PUDIERA SER EL AMOR PURA BIOQUIMICA?
La fisiología y la bioquímica del amor
¿Hay en el amor algo más que biología, o que no sea reductible a biología?
Hemos de comenzar señalando que hasta las más brillantes ideas y los más bellos sentimientos necesitan un soporte material. Nos planteamos la cuestión de saber si las ideas y sentimientos existen por sí mismas como en un mundo platónico, si hay una entidad espiritual que las genera, o si por el contrario se reducen entera y completa a redes o asambleas de neuronas y a ciertos neurotransmisores cerebrales.
La atracción entre dos mamíferos parece estar asociada a moléculas como la feniletilamina y la norepinefrina. No se trata aquí ni siquiera de esbozar la bioquímica del amor. Las personas que se interesan por estos temas recordarán sustancias como la vasopresina, y sobre todo dopamina, oxitocina, testosterona, estrógeno, etc. ¿Se podrá un día descifrar adecuadamente el enamoramiento con ayuda de la bioquímica?
El más romántico de los amores comienza en el hipotálamo y continúa en la pituitaria. El cerebro produce opiáceos y complejas cadenas de reacciones que implican una multitud de hormonas y de proteínas.
Lo que está fuera de dudas es que las ideas y sentimientos no existen por sí mismas sino que al menos se apoyan y se sustentan en redes neuronales y neurotransmisores.
La filosofía contemporánea integra estos conocimientos científicos con menos dificultad que la religión.
Cuando los descubrimientos entran en competición indebida con la fe religiosa, quizás sea porque la fe es mal entendida por algunos. Constantemente se citan las historias de Galileo, de Giordano Bruno o de Vanini. Muchos teólogos de aquellos tiempos temieron que la explicación del sistema solar derivada de la Física desalojaba al Dios del universo. Tenían simplemente un concepto erróneo de Dios y del universo.
Hoy, las explicaciones bioquímicas hacen temer a muchos que el hombre se reduzca a una maquinaria biológica. ¡Que se preparen los conservadores para digerir todo lo que nos deparará este siglo XXI!
Triste amor
Tan complicado es probar de manera científica la tesis reduccionista – según la cual todo se reduce a leyes físicas y químicas–, como las tesis puramente idealistas o espiritualistas que son tan endebles que no se sostienen frente al saber contemporáneo.
Como decíamos más arriba, el más romántico de los amores comienza en el hipotálamo.
Yo no poseo argumentos definitivos para apoyar el reduccionismo, ni creo que nadie los pueda aportar.
Pero sí pienso que, si todo fuera reductible a pura física, sería una catástrofe existencial para los que viven de una manera consecuente con sus ideas. La alternativa no puede ser engañarse sí mismos, y vivir las interacciones humanas del amor en sus variadas formas, como puras funcionalidades bioquímicas. ¡Qué triste amor y que triste vida!
Es evidente que lo que precede no tiene la fuerza probatoria de un argumento racional. Pero, ¿quién se imagina que todo es susceptible de ser explicado racionalmente?
PARA CONCLUIR
1. En lo que precede hay muchas más preguntas que respuestas.
2. El amor entendido en sus variantes más puras es una vía para escapar de la absurda condición humana.
3. Y es que en la tarde de la vida te examinarán del amor, como dijo Juan de la Cruz.
(1) Tertuliano : Mira cómo se aman unos a otros [los cristianos] !.... están dispuestos a morir por el otro, pero son los mismos que estarían aún más dispuestos a matarle. (Añado yo : quizás para defender la fe)
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