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Gaza: nota sobre estrategias (2)

Redactado por Blas Lara el Miércoles, 21 de Enero 2009 a las 21:55

¿Cómo interpretar los movimientos estratégicos de los agentes en el conflicto de Gaza? ¿ Cuáles pudieran ser sus movimientos previsibles?



PROPOSICIÓN 1: La diferencia de percepciones es causa del conflicto.

En toda negociación y en todo conflicto entre A y B, en último análisis, más que dos adversarios lo que se enfrentan son dos percepciones diferentes de una misma situación S. De que estas dos percepciones sean o no compatibles, total o parcialmente, depende el que se pueda llegar, o no, a un acuerdo estable y justo.

Si las percepciones de la situación son irreconciliables en todo punto, entonces no hay a priori solución ni acuerdo posible. Salvo si los agentes, superando sus ideologías y prejuicios en tanto que seres dotados de sensibilidad, muestren flexibilidad y, mejor aún, empatía, es decir, aptitud para ponerse en lugar del otro. En todo caso es indispensable que sean negociadores abiertos y que muestren al menos capacidad de autocrítica, es decir, de relativización y cuestionamiento de sus propias percepciones.

PROPOSICIÓN 2: El dogmatismo desemboca en la confrontación.

En este artículo, a la incapacidad absoluta de autocrítica la llamaremos simplificando actitud dogmática, sin referencia obligada a lo religioso sino más bien al dogmatismo gnoseológico en Filosofía, y a la etimología griega de la palabra, que sugiere creencia o parecer.
Esta Proposición 2 enuncia que el dogmatismo intransigente inhibe la posibilidad de negociar, imposibilita el acuerdo y desemboca necesariamente en la confrontación.

PROPOSICIÓN 3: El dogmatismo de una o de las dos partes induce al uso de la Fuerza como útil de confrontación.

El uso de la Fuerza se caracteriza precisamente por la exclusión de otros instrumentos de interacción como es el razonamiento, la persuasión, los gestos de buena voluntad.

Contra el dogmatismo hermético e intransigente, las primeras y más evidentes formas de respuesta son las que se engloban en la panoplia general de las estrategias y tácticas de uso de la Fuerza.
En efecto, la Fuerza se ejerce de muchas maneras, desde la provocación y la agresión verbal, el insulto y la amenaza, hasta el hostigamiento incesante y la confrontación física. La violencia generalizada y abierta es la guerra.

PROPOSICIÓN 4: La victoria total, aniquila al adversario y resuelve inmediatamente el conflicto.

El uso de la Fuerza conduce el conflicto a una primera salida posible que es la imposición de una de las partes por victoria total sobre la otra: la rendición sin condiciones. La solución será justa o injusta, según se mire, pero constituye sin duda la solución radical, inmediata y definitiva del origen del conflicto.

PROPOSICIÓN 5: El concepto de victoria total ha de ser matizado, porque las confrontaciones se desarrollan sobre una pluralidad de terrenos.

Sin embargo, la rendición sin condiciones es una visión restrictivamente militar, y aún primitivamente militar, de lo que es un conflicto. El conflicto es frecuentemente algo más complicado y que conviene matizar. Todos sabemos que en los conflictos familiares, negociaciones comerciales, deportivos, etc., la batalla se puede desarrollar simultáneamente sobre varios frentes. (Según los casos: el de la confrontación física, el de la confrontación psicológica, el duelo de personalidades, una batalla frente a terceras personas espectadoras, sobre el universo mediático, etc.).

La consecuencia de que exista esta pluralidad de campos es que en los conflictos complejos se puede ganar perfectamente sobre un frente y al mismo tiempo perder sobre otro. Tan es así que una aparente victoria militar total puede convertirse en una victoria pírrica como ha sucedido tantas veces en la historia. (Valga la comparación, hay ventas de las que el comprador sale con la vanidad halagada y el bolsillo malparado, mientras que el vendedor obtiene el dinero a costa de una lisonja servil: dos planos por tanto, el económico y el psicológico).

En el caso de la batalla de Gaza se superponen varios frentes. Entre ellos, el de la confrontación armada, en el que el triunfo de Israel va de por sí; el de la confrontación ideológica y de representaciones de hechos y realidades; el de la opinión pública, donde la victoria de Israel es mucho menos que evidente; el de la confrontación permanente entre palestinos de El-Fatah y de Hamás, cuyo resultado hasta hoy es tan impredictible; el de la guerra entre suníes y chiíes, los unos apoyados por Irán y los otros por Egipto y algunos países árabes. (Es éste último un gran problema de dimensiones históricas que trascienden probablemente al conflicto israelopalestino).

PROPOSICIÓN 6: El uso limitado de la fuerza como método para traer a la otra parte a una actitud de autocrítica y de mayor apertura.

Como una alternativa a la de la solución definitiva por la guerra, tal como expuesta bajo la Proposición 4, se presenta otra variante: el uso de la Fuerza no es llevado hasta la victoria total sino que es una primera etapa de una secuencia estratégica multietapas. Tras la exhibición de fuerza, se reconduce la negociación, pero replanteando los términos de la misma. Con la idea de que quizás tras la fase guerrera, sería concebible que las intransigencias se ablanden.

La estrategia en dos fases tiene de positivo que permite inducir en el oponente dogmático, un incentivo para su propio cuestionamiento que le lleve a replantearse la veracidad de sus “dogmas” o la oportunidad de sus posiciones.

El concepto de estrategia en dos fases, es propio del jugador razonable que no quiere o a quien no conviene la eliminación completa del adversario por alguna de las varias razones imaginables.

PROPOSICIÓN 7: El método de las ganancias incrementales.

Pero si después del cese del uso de la fuerza, y ya en segunda fase, el jugador dogmático persiste y mantiene su percepción inicial de la situación, no hay más que tres salidas posibles:

 O se vuelve a la condición de insolubilidad descrita en la Proposición 2 y con ello entramos en un ciclo sin fin, de tensiones y violencias acumuladas.
 O se repite ciclo descrito de la Proposición 3 a la 7, con posibilidades quizás crecientes de atenuación y flexibilización de las posiciones iniciales.
 O entramos en otra lógica, propuesta en el artículo precedente. Lógica que consiste en abandonar la búsqueda de soluciones de fondo, inmediatas y definitivas, y entrar en un proceso abierto y continuado de lo que hemos llamado ganancias incrementales y simétricas por ambas partes, cuya esencia es que se vaya ganando paso a paso con relación a la situación precedente.

EN RESUMEN

1) Queda establecido que, de todas maneras, el dogmatismo intransigente que busca soluciones unilaterales, impide absolutamente toda solución. El dogmatismo es una actitud de fuerza y lleva necesariamente a estrategias de uso de la fuerza.

2) Un conflicto sin solución racional como el de Palestina no puede ser resuelto con la intransigencia dogmática ni de unos ni de otros. No tiene más salidas que:

a) La utilización de la Fuerza hasta las últimas consecuencias por uno u otro de los agentes. O la imposición sin contemplaciones, con medios políticos y militares que hagan falta. De la parte de un agente exterior.
b) La entrada en un proceso bien conducido de ganancias incrementales simétricas, quizás patrocinado, diseñado y vigilado por un agente exterior.

3) El agente exterior, o tercero, debe ser neutro. Un interviniente tercero que no fuera neutro e independiente, no llevaría a soluciones aceptables y menos aún durables.

4) La opinión pública constituye un frente de batalla, y es también un “tercero” en cierta manera. Los radicalismos y fanatismos de la opinión, no construyen soluciones sino que las obstruyen. Los medios de comunicación creadores de opinión pueden tener una influencia nefasta en el proceso, a no ser que aboguen decididamente por soluciones de racionalidad, y de acercamiento de posiciones, adoptando una actitud similar a la de los mediadores y facilitadores.

5) El ciclo demostración de Fuerza (militar o batalla de ideas) - replanteamiento, arriba descrito, parece resumir los despliegues estratégicos de las últimas décadas. Y los resultados han sido: El-Fatah ha revisado posiciones, aceptando la existencia de Israel y ganando un territorio; Hamas no ha transigido, pero tampoco ganado; los israelitas han flexibilizado sus posiciones en el terreno ideológico y de representaciones.
Blas Lara | Miércoles, 21 de Enero 2009 21:55

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