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De niños y robots: sugerencias sueltas

Redactado por Blas Lara el Martes, 14 de Febrero 2017 a las 12:19

 
El desarrollo del cerebro a lo largo de cientos de milenios en las distintas ramas de la evolución evolutivos se ha presentado de diversas  maneras. (De hecho  en el hombre mismo se señalan también varios circuitos según el tipo de emociones). Es concebible que en el individuo humano la evolución del sistema emocional se hubiese   orientado distintamente a  como lo ha hecho. Imaginemos ahora  la interacción entre distintas poblaciones de robots, equipados con facultades cognitivas propias de la inteligencia artificial. Imaginémoslos capaces de entrar en  competición unos contra otros como en las películas de ciencia ficción. Perecerían aquellas poblaciones  que no estuvieran dotadas de emociones, especialmente los que no tuviesen programado el miedo. Un robot sin emociones es un robot sin futuro. Los robots que “se  han de desarrollar” en ámbitos abiertos e interactivos. (Como los niños) Volviendo al ser  humano recién nacido y preguntémonos qué  tipos de emociones les serán necesarias para sobrevivir y ganar. (Como las especies inferiores se formaron durante la evolución en su interacción con el entorno, se fueron equipando defensiva y ofensivamente en forma progresiva por vía de selecci­ón). Lo que es más difícil de robotizar son aquellas capacidades que el  niño adquiere antes de ir a la escuela. (¿Dónde a los niños la sociedad los robotiza  en alguna manera?) Dos funciones de interacción que interesan para robots y para niños: competir y jugar. Interesan los afectos mutuos, ligados a la proximidad física necesaria. Y la defensa, asociada con una distancia mutua también necesaria. La interacción persona- robot que dominará los últimos d­ecenios del siglo XXI prefigura un futuro desesperante. UNA NOTA FINAL. Los científicos hacen generalmente mala filosofía, y no responden nunca a los verdaderos problemas de la filosofía. Los filósofos son rara vez capaces de hacer ciencia. Hay excepciones: entre ellas mis preferencias van por Bertrand Russell, Alfred N. Whitehead, sin olvidar algunos destellos de Albert Einstein.
Blas Lara | Martes, 14 de Febrero 2017 12:19

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