La metodología Phillips 66 es factible de emplear, de una forma planificada, en aquellos colectivos que disponen de conocimientos y experiencias concretas en el tema a analizar.
Sin embargo, lo habitual es que, ante una problemática que surja a lo largo de una reunión de un amplio colectivo, se aplique la sistemática del Phillips 66 de forma un tanto espontánea como elemento de análisis de la misma.
VENTAJAS E INCONVENIENTES DEL MÉTODO
Las ventajas que tiene esta metodología son bastante determinantes. Veámoslas.
- Es una técnica esencialmente “democrática” ya que permite que las decisiones se tomen por parte de todos los componentes del grupo, en lugar de que sea una minoría la que se apropie y controle las opiniones del colectivo.
- Respeta el anonimato de los participantes ya que pueden expresar su opinión de forma totalmente libre, al estar arropados por el grupo.
- Por la misma razón, el portavoz tiene absoluta libertad de expresión para indicar las conclusiones, puesto que no expone su opinión personal sino la del grupo al que representa.
- Debido a la limitación, acordada, del tiempo, se obliga a los miembros de cada subgrupo a tomar decisiones rápidas y eficaces, aprovechando, así, mucho mejor el período asignado para el análisis y evitando perderse en inútiles diatribas.
Como ya indicaba el propio J. Donald Phillips: “En vez de una discusión controlada por una minoría, proporciona una técnica para que participen todos; aporta el tema de discusión por medio de una pregunta específica, cuidadosamente preparada y permite una síntesis del pensamiento de cada subgrupo para que sea difundida en beneficio de todos”.
Como inconvenientes de esta metodología, podríamos indicar que no suele resultar interesante cuando se pretende estudiar una problemática compleja que implique un análisis exhaustivo de demasiados factores de entorno y que, quizás, resulte impropia del colectivo en cuestión.
VARIANTES DEL MÉTODO
En algunas ocasiones es posible introducir algunas variantes en aras a la efectividad de la técnica. Por ejemplo: si el colectivo no es muy amplio, se pueden formar subgrupos de 3 o 4 miembros en lugar de los 6 requeridos en la teoría del Phillips 66.
Por el contrario, no es conveniente establecer subgrupos de más de seis personas ya que afectaría, negativamente, a la participación de las mismas.
En algunas ocasiones, cuando el tema es conflictivo o despierta un especial interés en el grupo, es aconsejable incrementar el tiempo previsto para la discusión, dando, así, la posibilidad de obtener más y mejor información acerca de la problemática en estudio.
Por último, cuando se decida implantar, de forma sistemática y continua, el Phillips 66 como metodología de trabajo en un determinado colectivo, conviene empezar con temas simples que permitan que el grupo vaya adquiriendo experiencia práctica en la aplicación de esta técnica.