El Marketing surge como consecuencia de la superproducción y de la imposibilidad de dar salida comercial a los productos generados. Esto ocurrió, principalmente, en Estados Unidos y en concreto en un sector de especial importancia en la Economía de los países como es el de la Agricultura.
A principios del siglo pasado, los agricultores norteamericanos habían llegado a tal nivel de productividad que el mercado no podía absorber, completamente, las correspondientes cosechas. La alegría por la bondad de las mismas se transformaba en preocupación por los excedentes en stock que no podían vender.
En lugar de lamentarse e intentar consolarse mutuamente, decidieron acudir a especialistas en el tema que, lógicamente, estaban en las universidades. Consultaron con los de Berkeley, en California, y con los de Cornell, en el Estado de Nueva York.
Estos profesores, tras analizar concienzudamente el problema, les indicaron las medidas que, en su opinión, deberían aplicar para solucionarlo. En el argot de los agricultores a estos especialistas se les empezó a denominar “profesores de Marketing”.
No obstante, y por mor de reconocimiento, es necesario citar a Ralph S. Butler que, en 1.910, y por primera vez en la historia de la Economía, impartió en la Universidad de Wisconsin un curso de “Técnicas de Marketing” recogiendo, dentro del concepto Marketing, el conjunto de sistemas o metodologías de comercialización utilizados en aquella época.
En la evolución histórica que ha tenido el marketing hasta ahora, se manifiesta la correlación existente entre la Demanda y la Oferta. Y esto es por pura lógica del mercado. Si el exceso está en la Oferta, es decir hay sobreabundancia de producto, como en el caso de los agricultores norteamericanos, va a ser necesario aplicar el Marketing en su máxima dimensión: ¿Dónde vender? ¿Cuándo? ¿Qué factores van a influir? ¿Cómo comunicar? ¿A quién? etc.
Si la Oferta y la Demanda están equilibradas, el Marketing va a tener como misión principal captar la atención del cliente por los medios que sea, para lograr su compra y posterior fidelización.
Por último, si la Demanda es superior a la Oferta, no vamos a necesitar, en principio, al Marketing o, mejor, a un Marketing integral y agresivo, ya que el producto se va a vender sin esfuerzo.
Podemos asociar esta evolución con la de la propia curva de vida de un producto en la que, en la mayoría de las ocasiones, se parte de una situación casi monopolística y se finaliza con una brutal lucha competidora que, en muchas ocasiones, supone la muerte del producto a no ser que se aplique un Marketing muy efectivo.
Otro problema que surgió en relación con el Marketing fue el propio término en sí, ya que, en las economías de habla hispana, se entendía como un anglicismo que muchos profesionales se negaban a utilizar. Debido a ello, en 1.958 se reunieron en México una serie de especialistas que debatieron sobre su viabilidad.
Se inclinaron por el término “Mercadotecnia” o Técnica de Mercado y tuvo su aceptación en aquel momento. No obstante, hoy el término que se emplea, sin discusión posible, es el de Marketing.
En sucesivos artículos seguiremos analizando esta evolución histórica, hasta llegar a la situación actual en donde el Marketing tiene un ámbito de aplicación que se extiende a todas las dimensiones sociales del comportamiento humano.
A principios del siglo pasado, los agricultores norteamericanos habían llegado a tal nivel de productividad que el mercado no podía absorber, completamente, las correspondientes cosechas. La alegría por la bondad de las mismas se transformaba en preocupación por los excedentes en stock que no podían vender.
En lugar de lamentarse e intentar consolarse mutuamente, decidieron acudir a especialistas en el tema que, lógicamente, estaban en las universidades. Consultaron con los de Berkeley, en California, y con los de Cornell, en el Estado de Nueva York.
Estos profesores, tras analizar concienzudamente el problema, les indicaron las medidas que, en su opinión, deberían aplicar para solucionarlo. En el argot de los agricultores a estos especialistas se les empezó a denominar “profesores de Marketing”.
No obstante, y por mor de reconocimiento, es necesario citar a Ralph S. Butler que, en 1.910, y por primera vez en la historia de la Economía, impartió en la Universidad de Wisconsin un curso de “Técnicas de Marketing” recogiendo, dentro del concepto Marketing, el conjunto de sistemas o metodologías de comercialización utilizados en aquella época.
En la evolución histórica que ha tenido el marketing hasta ahora, se manifiesta la correlación existente entre la Demanda y la Oferta. Y esto es por pura lógica del mercado. Si el exceso está en la Oferta, es decir hay sobreabundancia de producto, como en el caso de los agricultores norteamericanos, va a ser necesario aplicar el Marketing en su máxima dimensión: ¿Dónde vender? ¿Cuándo? ¿Qué factores van a influir? ¿Cómo comunicar? ¿A quién? etc.
Si la Oferta y la Demanda están equilibradas, el Marketing va a tener como misión principal captar la atención del cliente por los medios que sea, para lograr su compra y posterior fidelización.
Por último, si la Demanda es superior a la Oferta, no vamos a necesitar, en principio, al Marketing o, mejor, a un Marketing integral y agresivo, ya que el producto se va a vender sin esfuerzo.
Podemos asociar esta evolución con la de la propia curva de vida de un producto en la que, en la mayoría de las ocasiones, se parte de una situación casi monopolística y se finaliza con una brutal lucha competidora que, en muchas ocasiones, supone la muerte del producto a no ser que se aplique un Marketing muy efectivo.
Otro problema que surgió en relación con el Marketing fue el propio término en sí, ya que, en las economías de habla hispana, se entendía como un anglicismo que muchos profesionales se negaban a utilizar. Debido a ello, en 1.958 se reunieron en México una serie de especialistas que debatieron sobre su viabilidad.
Se inclinaron por el término “Mercadotecnia” o Técnica de Mercado y tuvo su aceptación en aquel momento. No obstante, hoy el término que se emplea, sin discusión posible, es el de Marketing.
En sucesivos artículos seguiremos analizando esta evolución histórica, hasta llegar a la situación actual en donde el Marketing tiene un ámbito de aplicación que se extiende a todas las dimensiones sociales del comportamiento humano.