3.- OFERTA
Un emprendedor debe, ante todo y en relación con su propia oferta, hacer un estudio minucioso de su estructura de costes y de precios. Esto es un aspecto fundamental para garantizar la viabilidad del proyecto y, en muchas ocasiones, en ello va a basarse, precisamente, la longitud del ciclo vital de la empresa emprendedora: en una lucha de costes y precios.
Insisto, nuevamente, en que casi todos los productos y servicios son imitables, por lo que el éxito ante los clientes va a estar, en gran medida, en su calidad, en su precio y en el conjunto de valores que la empresa logre transmitir.
Por ello, no va a ser suficiente ofrecer los mejores productos, sino que será imprescindible detectar y exponer al mercado aquellos elementos diferenciadores de nuestra oferta. Y uno de los principales factores diferenciadores en los mercados actuales es el comportamiento de la compañía de cara a la Sociedad.
La empresa emprendedora necesita, todavía más que las ya consolidadas, desarrollar un auténtico ADN que refleje su identidad en las relaciones con sus clientes. Deberá, en lo posible, dar el salto directamente desde el Marketing 1.0, el Marketing centrado en el producto, al Marketing 3.0, el basado en los valores, según filosofía de Philip Kotler.
Los principales puntos que el emprendedor deberá analizar en este capítulo, son los siguientes:
- Conocer la oferta del mercado: ¿Conocemos la oferta total existente en el sector?
- Determinar el grado de adecuación de nuestra actual oferta: ¿ Se adaptan nuestros productos o servicios a las auténticas necesidades del mercado
- Detectar el grado de diferenciación: ¿Cuáles son las ventajas competitivas concretas de nuestra oferta respecto a la de la competencia?
- Evaluar la disposición, en la cartera de nuestra empresa, de algún producto o servicio “estrella”: ¿Disponemos de productos o servicios de éxito?
- Considerar el grado de eficacia de la actual política de precios: ¿Es acertada nuestra política de precios? ¿Existen promociones, descuentos, rapeles, etc.?
- Establecer el umbral de ingresos: ¿Tenemos determinado cuál son nuestros ingresos mínimos a partir de los cuáles obtendremos beneficios?
Siempre, como norma general, pero especialmente al principio de su actividad, el emprendedor debe ofrecer productos y servicios que sean originales y sencillos, que hagan más grata la vida del cliente en lugar de complicársela, pues en los momentos actuales todos vivimos sometidos a incertidumbres que provocan estados de angustia permanente.
Interrumpimos, con este artículo, la serie que estamos publicando sobre el Marketing para los Emprendedores, que volveremos a retomar en el mes de septiembre, deseando unas muy buenas vacaciones de verano a los lectores de este blog que puedan disfrutarlas.