Bitácora

¿Marketing o Responsabilidad Social Empresarial? (y 4)

Redactado por Javier Barranco Saiz el Miércoles, 19 de Junio 2013 a las 08:43

Las crisis económica y de valores están afectando a todas las capas de la Sociedad pero, como suele ocurrir siempre, con mayor intensidad a las clases más desfavorecidas.

Las empresas no son una excepción y la disminución de ingresos que están teniendo se ve reflejada en una reducción de sus plantillas y, en bastantes casos, en la desaparición de la propia entidad.

Los recursos financieros destinados a la RSE están disminuyendo, precisamente cuando más se necesitan. Las preguntas que nos hacemos, ante este panorama, son determinantes: ¿Resistirá la RSE ante la destrucción originada por la crisis en tantos ámbitos? ¿Cuándo ésta finalice, estaremos hablando de la misma estrategia de RSE?



La actual crisis que estamos padeciendo puede ser la piedra de toque de la RSE. En situaciones similares se ha comprobado que, por ejemplo, el esfuerzo en políticas de Marketing se incrementa, en especial en lo que afecta a Comunicación, Promoción y Precios. ¿Pasará lo mismo con la RSE o no?

Algunos expertos opinan que la RSE sobrevivirá siempre y cuando ésta cree valor para la empresa y para la Sociedad. Si no, podría desaparecer. Y añaden que todas aquellas actuaciones que vayan enfocadas a generar ingresos a través de la RSE se verán potenciadas, mientras que otras, como los Patrocinios o los Mecenazgos, correrán cierto riesgo porque se pueden considerar como meros costes.

El Financial Times y algunos otros medios de comunicación son más drásticos, ya que auguran que, por causa de la crisis, el fin de la RSE está próximo.

No obstante, los planteamientos no pueden ser tan radicales. La RSE, en mi opinión, permanecerá porque, al igual que el Marketing, es una filosofía empresarial de, podríamos decir, “amplio espectro” ya que afecta a todas las áreas de la organización: la Ética de los Negocios, la Acción Social, el Medio Ambiente, los Recursos Humanos, el Gobierno Corporativo, etc.

Y esto muchas empresas lo tienen interiorizado en su estructura y comportamientos, siendo conscientes de que forman parte de una Sociedad que necesita de su experiencia de gestión y de sus recursos para desarrollarse y para mejorar la calidad de la vida de los ciudadanos, sean clientes o no. Estas empresas, por lo general, suelen ser bastante discretas en la forma de comunicarlo, cuando lo comunican, ya que no siempre lo hacen.

Otras, por el contrario, lo hacen con un objetivo de negocio, exclusivamente. Es a este grupo al que me refiero cuando hago la similitud entre RSE y Marketing sin apellidos. Estas entidades son las que hacen solidaridad, pero transfiriendo los costes de la misma a sus clientes.

Porque no olvidemos que estamos ante acciones que requieren una cierta inversión y que implican costes y que, si no se quiere perder el sentido que rige a la empresa, el de la obtención del máximo beneficio, alguien, algún stakeholders, tendrá que asumirlos, sean los clientes o sean los accionistas.

Finalizo citando a Juan José Barrera, ex Director General de Economía Social y auténtico “apóstol” de la implantación de la RSE en España, cuando indicaba que “con la crisis llegarán los ajustes de plantillas y habrá que ver si las empresas que dicen ser socialmente responsables se comportan como tales, porque ser responsable no es dar una donación a una ONG”. Parece que, por desgracia y hasta ahora, se va cumpliendo una parte de sus predicciones.

Bienvenida la Responsabilidad Social Empresarial auténtica y bienvenido, también, el Marketing Social Corporativo, pues con ambos se conseguirá desarrollar la Sociedad y mejorar las condiciones de vida de quien más lo necesite y se evitará, en lo posible, la destrucción del Medio Ambiente. Pero seamos sinceros y llamemos a las cosas por su nombre.


Miércoles, 19 de Junio 2013 | Javier Barranco Saiz
| Redactado por Javier Barranco Saiz el Miércoles, 19 de Junio 2013 a las 08:43