Veamos, a continuación, los otros elementos que, también, influyen en la planificación de un proyecto y, como consecuencia, en su ejecución posterior.
3.- Referente a la Metodología o Metodologías a aplicar en la ejecución del Proyecto.
En esta fase resulta muy adecuado el establecimiento de las líneas maestras de la metodología o metodologías que se van a utilizar a lo largo de la ejecución del proyecto. Conviene diseñarlas de manera sistemática: documentadas, por escrito y normalizadas para facilitar su conocimiento y aplicación a todos los equipos responsables que las vayan a necesitar.
Evidentemente, deberá quedar patente su contribución a la consecución de los objetivos previamente acordados.
En algunas ocasiones, será imprescindible instruir a los participantes en alguna técnica concreta. En estos casos habrá que prever qué tipo de herramienta se va a impartir, a quiénes, en qué fase del proyecto y cuánto tiempo y coste va a requerir esta formación.
De no tenerlo previsto, es posible que se produzca un retraso en el proyecto o un incremento en los costes de éste debido a la necesidad de contratar a especialistas en esas técnicas concretas.
4.- Referente a la Evaluación y Control del Proyecto.
También es conveniente, en el momento de la planificación, establecer los sistemas de control más adecuados; es decir el conjunto de indicadores de cada actividad y las posibles alternativas que deberán aplicarse en el caso en que se produzcan desviaciones en la ejecución del proyecto, respecto a lo que se ha planificado.
Debe quedar totalmente documentada aquella información que se utilice para establecer los indicadores, así como la sistemática de ejecución y de comunicación de los resultados del control a los responsables de estos.
Además de lo indicado, habrá que determinar quién o quiénes son los responsables de efectuar los controles y de comunicar los resultados derivados de la evaluación.
5.- Referentes a la Comunicación Interna y Externa.
En la planificación del proyecto de Marketing Social, es importante establecer, con antelación, aquellos aspectos y metas logrados que deberá conocer el equipo participante, cuáles se comunicarán al resto del personal de la institución y de las organizaciones colaboradoras, así como al resto de los stakeholders.
Esto implicará que, en función de los públicos objetivo, se establezca el tipo de información, el momento más oportuno para comunicarla, el soporte adecuado y el canal o canales a utilizar.
También es interesante tener previsto el sistema más idóneo para que todos los resultados que se obtengan en las distintas fases del proyecto, así como la documentación que se elabore y cualquier otro elemento, tanto cualitativo como cuantitativo, relacionados con el mismo, sean incorporados de forma automática al Sistema de Información de Proyectos de Marketing Social.
Esto servirá para crear un base de datos que, sin duda, será de gran utilidad para futuros proyectos.
3.- Referente a la Metodología o Metodologías a aplicar en la ejecución del Proyecto.
En esta fase resulta muy adecuado el establecimiento de las líneas maestras de la metodología o metodologías que se van a utilizar a lo largo de la ejecución del proyecto. Conviene diseñarlas de manera sistemática: documentadas, por escrito y normalizadas para facilitar su conocimiento y aplicación a todos los equipos responsables que las vayan a necesitar.
Evidentemente, deberá quedar patente su contribución a la consecución de los objetivos previamente acordados.
En algunas ocasiones, será imprescindible instruir a los participantes en alguna técnica concreta. En estos casos habrá que prever qué tipo de herramienta se va a impartir, a quiénes, en qué fase del proyecto y cuánto tiempo y coste va a requerir esta formación.
De no tenerlo previsto, es posible que se produzca un retraso en el proyecto o un incremento en los costes de éste debido a la necesidad de contratar a especialistas en esas técnicas concretas.
4.- Referente a la Evaluación y Control del Proyecto.
También es conveniente, en el momento de la planificación, establecer los sistemas de control más adecuados; es decir el conjunto de indicadores de cada actividad y las posibles alternativas que deberán aplicarse en el caso en que se produzcan desviaciones en la ejecución del proyecto, respecto a lo que se ha planificado.
Debe quedar totalmente documentada aquella información que se utilice para establecer los indicadores, así como la sistemática de ejecución y de comunicación de los resultados del control a los responsables de estos.
Además de lo indicado, habrá que determinar quién o quiénes son los responsables de efectuar los controles y de comunicar los resultados derivados de la evaluación.
5.- Referentes a la Comunicación Interna y Externa.
En la planificación del proyecto de Marketing Social, es importante establecer, con antelación, aquellos aspectos y metas logrados que deberá conocer el equipo participante, cuáles se comunicarán al resto del personal de la institución y de las organizaciones colaboradoras, así como al resto de los stakeholders.
Esto implicará que, en función de los públicos objetivo, se establezca el tipo de información, el momento más oportuno para comunicarla, el soporte adecuado y el canal o canales a utilizar.
También es interesante tener previsto el sistema más idóneo para que todos los resultados que se obtengan en las distintas fases del proyecto, así como la documentación que se elabore y cualquier otro elemento, tanto cualitativo como cuantitativo, relacionados con el mismo, sean incorporados de forma automática al Sistema de Información de Proyectos de Marketing Social.
Esto servirá para crear un base de datos que, sin duda, será de gran utilidad para futuros proyectos.