Para los lectores ajenos al panorama político español, indicaremos que Podemos es un movimiento que surge como consecuencia de las movilizaciones populares de indignados, conocidas como del "15M", originadas por una serie de actuaciones políticas y económicas que fueron interpretadas, por la ciudadanía, como un ataque directo a las clases más desfavorecidas de la población española.
Está pilotado, principalmente, por un equipo de profesores universitarios y, sin contar, expresamente, con una ideología definida, suele ser calificado por muchos de los partidos competidores como "populista" y alineado con los regímenes bolivarianos de América Latina.
Efectuando un análisis desde la perspectiva del Marketing Político, pasemos a describir los aspectos del mismo, referidos a este movimiento, e indicando, en cada caso, los puntos que consideramos favorables y desfavorables en su estrategia electoral.
Analizaremos los siguientes elementos:
- Entorno en el que se desarrolla Podemos
- Política del Producto
- Política de la Competencia
-Estrategia de Comunicación
1.- ANÁLISIS DEL ENTORNO
El entorno político actual de España es sumamente complicado a pesar de que gobierna un partido con mayoría absoluta.
Debido a una serie de hechos económicos y sociales, ha surgido un movimiento popular de contestación que, por otra parte, no resulta extraño a la idiosincrasia española y cuyos antecedentes en nuestra Historia son numerosos.
A este ADN que fluye por nuestra sangre, habría que añadir lo que, en varias ocasiones, he indicado acerca de la crisis de las ideologías.
Existe, en mi opinión, una crisis interna en los partidos en el sentido de que no son capaces de definirse, exactamente, en cuanto a sus planteamientos ideológicos, lo que les lleva a dar bandazos que resultan, muchas veces, incomprensibles hasta para sus propios militantes.
Esto suele estar motivado por un exagerado deseo de adaptarse a las circunstancias del mercado, lo cual es bueno y lógico en el Marketing General pero que resulta poco edificante en Política, provocando el consiguiente desconcierto.
Sin embargo, y quizás por esta razón, si analizamos los partidos desde un ámbito ajeno a los mismos, nos es difícil encontrar diferencias sustanciales en sus planteamientos ideológicos, lo que implica que un observador objetivo pueda llegar a la conclusión de que son lo mismo, o con matices muy superficiales.
Al agruparles en una misma categoría, resulta fácil atacarles en grupo y generalizar los defectos de una clase política "profesional"; lo que, acertadamente, han calificado los líderes de Podemos como "La Casta", denominación que se ha popularizado al haber gozado de una gran difusión mediática.
Cuando no existen ideologías diferenciadoras y, sobre todo, cuando se pierde la confianza en los partidos "clásicos", es fácil que la ciudadanía acoja cualquier idea que vaya contra el "establishment" aunque ofrezca las cosas más disparatadas e inasumibles. El ciudadano crispado prefiere aferrarse a la seducción, aun siendo conscientes de que serán propuestas irrealizables.
A estos tres puntos anteriores habría que añadir la actual crisis de las instituciones. Y no solamente de las políticas, sino también de las religiosas y civiles
Sin embargo, lo que parece incidir con más intensidad en el enrarecimiento del Entorno Político es la serie de casos de corrupción que están surgiendo en estos tiempos: políticos, sindicalistas y empresarios aparecen en los medios no por las actuaciones propias de su gestión, sino por aprovecharse de sus puestos para su personal enriquecimiento.
Y todo ello, y es lo tremendo, a costa de los parados, los pequeños inversores engañados, los desahuciados o los ciudadanos en general que terminan transformando su asombro en crispación.
Seguiremos nuestro análisis en los próximos artículos.