El Marketing Político es el paraguas bajo el que se recoge todo lo relativo a la aplicación de las técnicas de Marketing a la Política. Sin embargo, conviene distinguir entre lo que es Marketing Electoral y lo que constituye el Marketing Político ya que, aunque tienen bastantes concomitancias, son dos etapas de un proceso que, utilizando idénticas herramientas, tienen fines diferentes.
En el Marketing Electoral el objetivo es concreto: ganar unas elecciones del tipo que sea. Esto sirve para unos comicios políticos, sindicales, de una asociación o de un colegio profesional. Tienen un comienzo y tienen un final que coincide con el escrutinio de los votos.
El Marketing Político va más allá en el sentido de que se constituye en el instrumento que permite establecer las bases para seguir ganando elecciones o, con palabras de Marketing, para fidelizar a los votantes a través del convencimiento de la eficacia y eficiencia del partido, sindicato o cualquier otro tipo de organización democrática durante el período de gobierno o postelectoral.
Analizando lo que suele ocurrir con los ganadores de unos comicios, parece que hay un comportamiento, casi generalizado y coincidente con la sensación que tiene el ciudadano, relativo al abandono de aquel a quien han votado y la no consideración, en los gestos y actos del gobernante, de su opinión o deseos.
Esto se puede contrastar, fácilmente, con sólo comprobar el grado de aceptación y confianza que genera un presidente de cualquier gobierno al acercarse el final de su mandato y se agudiza, todavía más, cuando éste se prolonga durante más de una legislatura.
En mi opinión, el problema radica en que no se sabe gestionar el Marketing Político o, con otras palabras, no se sabe o no se quiere seguir conectado con el electorado de igual forma a como se ha estado durante el período de campaña en el que se ha aplicando el Marketing Electoral.
Para solucionarlo, habrá que aplicar las técnicas de Marketing y, especialmente, la Investigación de Mercados y la Comunicación.
Las encuestas son un elemento importante para detectar la opinión de los ciudadanos; sin embargo, hay una metodología, muy empleada en el Marketing de Consumo y en el de Servicios, que tiene una extraordinaria utilidad en el Marketing Político.
Es el Panel de Ciudadanos que introdujo en el ámbito electoral el matemático, físico y sociólogo austriaco Paul F. Lazarsfeld para observar los cambios en la intención de voto durante el período preelectoral de la época roosveltiana.
En los próximos artículos desarrollaremos esta técnica desde la perspectiva de los elementos que la conforman y de la metodología que se suele seguir para alcanzar los éxitos esperados.