Bitácora

Marketing Político del Gobierno de España (2)

Redactado por Javier Barranco Saiz el Miércoles, 2 de Mayo 2012 a las 09:54

Estamos efectuando, desde una óptica de Marketing Político, un análisis sucinto de aquellos aspectos de la actuación del Gobierno del Partido Popular, PP, que consideramos mejorables, centrándonos, principalmente, en el Producto – equipo de gobierno- y en la Comunicación.

Sin embargo, hay un aspecto inicial de excepcional importancia y es el referente al cliente final. Por las circunstancias económicas que nos presionan, se está considerando como clientes principales a la Unión Económica Europea y a los mercados financieros, minusvalorando al ciudadano español que es al que, verdaderamente, se dirigen las medidas tomadas.

Y si no es así, es lo que percibe el mercado electoral, la ciudadanía, por lo que se demostraría que el Marketing Político que aplica el Gobierno resulta ineficaz.



EL PRODUCTO

El Producto que ha presentado el PP, el equipo de gobierno, es, en principio, un buen producto y fue acogido en su lanzamiento de forma muy positiva. Lo constituyen profesionales con magníficos expedientes académicos, con experiencia laboral probada en las administraciones públicas, en empresas o en la Universidad. Muchos de ellos han tenido, también, responsabilidades políticas como ministros o altos cargos en anteriores legislaturas.

¿Qué “pero” se le podría poner a este producto? Uno muy importante que suelen tener otros muchos que fracasan diariamente: su calidad es extraordinaria, pero no atrae al cliente y éste no lo compra. Y, además, en la mayoría de las ocasiones, no se le sabe vender.

En el caso que nos ocupa es un conjunto constituido, eminentemente, por técnicos muy cualificados que utilizan un lenguaje que no cala en el pueblo, que éste no entiende y al que se le explica de forma muy elevada, poco cercana y, a veces, hasta contraproducentemente.

¿Qué falta en este, en principio, buen producto? Sin duda alguna el envase, es decir, el envoltorio que le haga atractivo para su cliente. En mi opinión este envoltorio expuesto al público debería ser un político experimentado, distinto del Presidente del Gobierno que tiene otras funciones, y que en nombre del equipo explique las medidas que se toman con lenguaje de calle, haciéndolo atractivo y acercándolo al cliente.

Falta, en mi opinión, un Vicepresidente político, a modo del Vicepresidente de Marketing de las empresas, cercano, de expresión llana e inteligible, que pueda comunicar a los ciudadanos, con términos normales, lo que se está haciendo y por qué se hace. Qué medidas se toman, cuál es su causa y cuáles son sus consecuencias.

LA COMUNICACIÓN

La otra gran política de Marketing que le está fallando al Gobierno es la de Comunicación. En ésta, una vez más, el PP vuelve a errar. No basta con una Secretaría de Estado de Comunicación, que está muy bien, sino que es necesaria una nueva estrategia comunicativa mucho más eficaz.

El primer paso que considero que se debería dar en esta estrategia es el establecimiento de un único canal. No parece lógico que, todos los días, varios ministros estén en los medios, nacionales e internacionales, dando información, muchas veces opinática, que posteriormente debe ser matizada por los órganos del Gobierno.

El segundo paso es la unificación del mensaje. Hemos visto, en los últimos días, mensajes contradictorios en boca de altos cargos, en especial del ámbito económico. Esto desconcierta y crea una imagen de inexperiencia y de improvisación fatal.

El tercer aspecto fundamental es limitar el catastrofismo en los mensajes. Estamos de acuerdo en que la situación económica heredada es muy mala y empeora por momentos, pero el ciudadano no puede estar sometido, de forma continua, a unos mensajes tremebundos en los que, permanentemente, se anuncia el fin del mundo.

Esto produce un efecto negativo, ya que de la inseguridad se pasa al miedo y de éste a la depresión, pues la gente limita al mínimo su consumo y se deteriora toda la economía nacional. Desde un punto de vista político el ciudadano, ante estas circunstancias, empieza a buscar nuevos salvadores de la Patria.

Estas actuaciones drásticas como son los recortes en servicios sociales, los incrementos de los impuestos y las nuevas condiciones de despido, deberían haberse aprobado de una sola vez. Comunicarlas dosificadamente indica improvisación, algo imperdonable en un partido que ha gobernado con éxito en el pasado y que ha tenido dos legislaturas, estando en la oposición, para prepararlas.

Por otro lado, estos mensajes tan impopulares deberían ir acompañados por una información objetiva y convincente. Si, por ejemplo, se pretende efectuar recortes en la Enseñanza Pública, indíquese el coste de un alumno en ésta y compárese con lo que cuesta en la privada. Lo mismo en la Sanidad Pública, ¿por qué puede funcionar eficientemente un hospital privado y esta gestión ser más costosa en uno público?

Todo esto, insisto, debería haberse analizado ya antes de las elecciones y, sobre todo, se debería haber expuesto a la opinión pública un plan completo de actuación sobre aquellos aspectos sobre los que se iba a incidir, ya que no parece justificable aducir al desconocimiento de la auténtica situación económica del país, pues se demostraría una ingenuidad imperdonable en Política.

Miércoles, 2 de Mayo 2012 | Javier Barranco Saiz
| Redactado por Javier Barranco Saiz el Miércoles, 2 de Mayo 2012 a las 09:54