Modelos de Programas de Voluntariado Empresarial
Los proyectos de Voluntariado Corporativo son muy variados, pero todos ellos deben responder, si queremos que tengan éxito, a la triple integración de los objetivos de la compañía, con los deseos de los empleados y, a su vez, con las necesidades reales de la Sociedad.
No obstante, se pueden agrupar en tres modelos de programas:
- Información sobre las actividades de voluntariado que demandan las Entidades No Lucrativas, ENL.
- Realización de proyectos concretos de Marketing Social o de RSC en colaboración con la plantilla.
- Modelo mixto resultante de la combinación de los anteriores.
Estos tres modelos tipo tienen desarrollos diferentes en función de las características e intereses de la empresa, por lo que es factible generar un amplio abanico de posibilidades que permitan a los trabajadores actuar en los diferentes campos de la solidaridad y de múltiples maneras. Veamos algunos casos específicos.
1.- Información sobre Actividades de Voluntariado.
Esta es la forma más sencilla de iniciar los procesos de Voluntariado Empresarial, ya que la compañía, en este caso, se limita a apoyar y a promocionar dichas actividades. Tiene la ventaja de que las empresas pueden ofrecer a las ENL un voluntariado profesional que ya está formado en distintas técnicas de gestión y experimentado en la realidad del ámbito laboral.
Normalmente, esto se suele canalizar a través de sistemas informáticos, portales corporativos o portales específicamente diseñados para la intercomunicación con los voluntarios, en donde las ONG pueden, por medio de un formulario electrónico, solicitar sus necesidades en cuanto a puestos de trabajo no remunerados.
La empresa comunica estas demandas a la plantilla y aquellos trabajadores que se ven reflejados en el perfil solicitado pueden responder al mismo. La culminación del proceso se produce cuando el voluntario, por medio del coordinador del programa, se pone en contacto con la ENL para iniciar su colaboración.
En otras ocasiones la compañía tiene constituida una Base de Datos de Voluntarios en la que están especificadas las características socio-profesionales de estos, los diferentes campos de solidaridad con los que se sienten más identificados, los sistemas de colaboración posibles y el tiempo disponible que pueden dedicar al voluntariado.
En estos casos el proceso es similar al de la selección de puestos de trabajo remunerados: búsqueda de aquella persona cuyas características se adecuen al puesto ofertado; es decir, relacionar la oferta con la demanda.
En este modelo, algunas empresas avanzan un poco más y conceden, especificándolo en el Convenio Colectivo o en los acuerdos laborales correspondientes, un número de horas remuneradas por trabajador y año, para que puedan ser dedicadas al voluntariado. Este es el caso del Grupo Telefónica que permite, graciablemente, que sus trabajadores puedan utilizar hasta un máximo de quince horas anuales, es decir dos jornadas laborales, para realizar cooperación voluntaria.
En otras organizaciones se establecen baremos en función de la dedicación de tiempo personal al voluntariado en una ONG. Por ejemplo, por cada veinte horas de su tiempo libre dedicadas a una actividad solidaria, la compañía concede una hora remunerada para que sea empleada en esa actividad.
Algunas empresas, además, complementan esta cesión de tiempo de trabajo con cursos o seminarios de formación sobre Voluntariado en general, lo que les va a permitir estar mejor preparados para la posterior formación específica que les impartirá la ONG en la que vayan a colaborar. Esta última versará sobre temas concretos y prácticos referidos, principalmente, a los colectivos sobre los que van a actuar.
En muchas ocasiones, el trabajador tiene cierto temor a fracasar o a que la labor de voluntariado, en sí misma, no sea de su agrado o supere sus posibilidades. Esto, que frena la participación en este tipo de proyectos, suele solucionarse facilitando que el voluntario potencial acompañe durante dos o tres horas a un voluntario de la ONG, ya experimentado, para que compruebe en la práctica su viabilidad.
En este modelo, si la empresa se limita a informar solamente sobre las ofertas de voluntariado en ENL, realmente no está haciendo Voluntariado Empresarial, ya que sólo comunica aquellas entidades en las que el trabajador, en su tiempo libre, puede colaborar. Esto sería más un voluntariado personal que corporativo.
En este aspecto, un buen portal para la búsqueda de actividades de voluntariado es el promovido por la Fundación Chandra ( http://www.fundacionchandra.org/), www.hacesfalta.org , en el que se ofrece la posibilidad de colaborar en proyectos solidarios muy variados.
La práctica totalidad de las ONG más conocidas proporcionan, a través de sus páginas web, ofertas de voluntariado en las que es posible encontrar las que mejor se adapten a las características del voluntario potencial. Es el caso de IntermonOxfam, de Greenpeace, Cruz Roja o Médicos sin Fronteras por indicar algunos ejemplos de entidades que, permanentemente, solicitan la colaboración de voluntarios.