La respuesta a la pregunta que nos formulábamos en el artículo anterior es, en mi opinión, que lo que realmente está fracasando es el Marketing Político ya que, como podemos comprobar de forma fehaciente, los candidatos y los partidos sólo se acuerdan de los ciudadanos cuando se aproximan unas elecciones.
En los meses próximos a las votaciones se transforman, se vuelven cercanos, simpáticos, solidarios; visitan mercados, colegios, fábricas; se preocupan por los discapacitados, los sin techo, las viudas y los huérfanos. Van a realizar lo que no han hecho en cuatro años de gobierno, o proponen ejecutar aquello a lo que se han negado durante su oposición.
En definitiva, se disfrazan de auténticos bienhechores de la Humanidad, aunque…. con plazo de tiempo establecido, con caducidad u obsolescencia planificada: el día siguiente a su elección.
Esta actitud que, hasta hace poco tiempo, resultaba además de efectista muy efectiva, hoy se vuelve en contra de los candidatos ya que el electorado está mucho más formado que antes. Hoy los ciudadanos se pueden informar mejor y de manera más completa a través de las Tecnologías de la Información y del Conocimiento, pudiendo conocer y compartir opiniones numerosas y alternativas, resultando, como consecuencia lógica de todo ello, más difícil de sorprender y, por supuesto, de engañar.
Si la abstención está creciendo es porque no se está trabajando adecuadamente en Marketing Político; porque los partidos sólo lo ponen en práctica cuando se acerca un comicio electoral y porque el votante minusvalora, cada vez más, la importancia que tiene su voto para el desarrollo del país.
Entre elecciones no existe una estrategia de Marketing Político, no hay ningún afán en preocuparse por los intereses y deseos de los electores y se descuida la imagen de los partidos y de los políticos.
La consecuencia lógica de este proceso de aislamiento voluntario y permanente respecto a las bases, es la indiferencia democrática y, en muchas ocasiones, el desprecio del ciudadano hacia ellos.
Analizaremos en los próximos artículos, desde la óptica del Marketing, aquellos tres elementos que más influyen en esta peligrosa situación para la Democracia. Estos elementos que vamos a considerar son los siguientes:
- Los partidos y, consecuentemente, los políticos.
- Los programas electorales, y
- La propia campaña electoral
En los meses próximos a las votaciones se transforman, se vuelven cercanos, simpáticos, solidarios; visitan mercados, colegios, fábricas; se preocupan por los discapacitados, los sin techo, las viudas y los huérfanos. Van a realizar lo que no han hecho en cuatro años de gobierno, o proponen ejecutar aquello a lo que se han negado durante su oposición.
En definitiva, se disfrazan de auténticos bienhechores de la Humanidad, aunque…. con plazo de tiempo establecido, con caducidad u obsolescencia planificada: el día siguiente a su elección.
Esta actitud que, hasta hace poco tiempo, resultaba además de efectista muy efectiva, hoy se vuelve en contra de los candidatos ya que el electorado está mucho más formado que antes. Hoy los ciudadanos se pueden informar mejor y de manera más completa a través de las Tecnologías de la Información y del Conocimiento, pudiendo conocer y compartir opiniones numerosas y alternativas, resultando, como consecuencia lógica de todo ello, más difícil de sorprender y, por supuesto, de engañar.
Si la abstención está creciendo es porque no se está trabajando adecuadamente en Marketing Político; porque los partidos sólo lo ponen en práctica cuando se acerca un comicio electoral y porque el votante minusvalora, cada vez más, la importancia que tiene su voto para el desarrollo del país.
Entre elecciones no existe una estrategia de Marketing Político, no hay ningún afán en preocuparse por los intereses y deseos de los electores y se descuida la imagen de los partidos y de los políticos.
La consecuencia lógica de este proceso de aislamiento voluntario y permanente respecto a las bases, es la indiferencia democrática y, en muchas ocasiones, el desprecio del ciudadano hacia ellos.
Analizaremos en los próximos artículos, desde la óptica del Marketing, aquellos tres elementos que más influyen en esta peligrosa situación para la Democracia. Estos elementos que vamos a considerar son los siguientes:
- Los partidos y, consecuentemente, los políticos.
- Los programas electorales, y
- La propia campaña electoral