Seguimos analizando aquellos elementos que influyen en la Ética de esta actividad, después de haber descrito, en el artículo anterior, el primero de ellos referente a la definición de la problemática.
2.- CONSCIENCIA DE UNA EXACTITUD RELATIVA
El segundo aspecto en el que se debe ser consciente, tanto por parte del cliente como por la del consultor o especialista que realiza el estudio, es que estamos ante una ciencia psico-sociológica que se desarrolla dentro de unos márgenes que, en todos los casos, deberemos procurar que sean lo más aceptables posible. Esto implica, naturalmente, un riesgo relativo en cuanto a las posibilidades de acertar.
En un punto tan importante como es el diseño de la muestra representativa, se van a manejar una serie de variables tales como el Coeficiente de Fiabilidad o el Error de Muestreo, que determinan la mayor o menor exactitud del estudio y que, por lo general, su elección, en cuanto a su valor numérico, suele ser función del presupuesto disponible más que del deseo de los profesionales que, siempre, querrían los máximos.
A estos errores técnicos habría que añadir, además, los errores humanos tanto en la captación de la información como en su posterior interpretación.
3.- ENFOQUE ORIENTADO AL PROBLEMA REAL
El tercer aspecto a considerar es el referente a todo aquello que esté relacionado con la problemática a analizar. Toda Investigación Comercial se efectúa para solucionar algún tipo de problema percibido o detectado en el ámbito del mercado.
En consecuencia, los resultados que se obtengan del propio Estudio deben responder a su resolución y de una manera y con unos términos que sean claros y accesibles para todos los implicados, huyendo de tecnicismos extraños.
En línea con esto, el análisis de dicha problemática debería contemplar, siempre que esto sea posible, una proyección temporal a 2, 3 ó 4 años, y una proyección espacial, geográfica o de mercado, derivada de su correspondiente cuota.