Por Enrique Falcón
A decir verdad, el aire rebasa la boca de los muertos
y un fragmento más de vida lleva el turno de mi boca.
A decir verdad, el aire. Panza arriba, cada muerto.
(Habla nadie tras mis dientes
una lengua malherida)
…
A decir verdad el día
cangrenó con luz el viento y las canciones :
no hay nadie tras mi boca que no traiga un niño muerto,
un hombre se ha parado a tres metros de mi sangre
y tiemblan, boca arriba, los álamos del mundo.
Enrique Falcón (Valencia, 1968) es profesor de Formación Profesional y licenciado en literatura española por la Universitat de València. Además, es autor de varios libros de poesía, como El día que me llamé Pushkin (Ediciones del Ayuntamiento de Sevilla, 1992)
y Amonal y otros poemas (Ediciones Idea, Tenerife, 2005). Ha sido galardonado, en 1992, con el premio Antonio Machado de poesía y, en 1993, con un accésit del premio Adonais.
A decir verdad, el aire rebasa la boca de los muertos
y un fragmento más de vida lleva el turno de mi boca.
A decir verdad, el aire. Panza arriba, cada muerto.
(Habla nadie tras mis dientes
una lengua malherida)
…
A decir verdad el día
cangrenó con luz el viento y las canciones :
no hay nadie tras mi boca que no traiga un niño muerto,
un hombre se ha parado a tres metros de mi sangre
y tiemblan, boca arriba, los álamos del mundo.
Enrique Falcón (Valencia, 1968) es profesor de Formación Profesional y licenciado en literatura española por la Universitat de València. Además, es autor de varios libros de poesía, como El día que me llamé Pushkin (Ediciones del Ayuntamiento de Sevilla, 1992)
y Amonal y otros poemas (Ediciones Idea, Tenerife, 2005). Ha sido galardonado, en 1992, con el premio Antonio Machado de poesía y, en 1993, con un accésit del premio Adonais.