Algunos fragmentos del libro El amor, la ira de Enrique Falcón (Ediciones del 4 de Agosto, Logroño, 2006), tomados del blog de Laura Giordani.
2) Mirar de frente a la desesperanza y no bajar los ojos.
Por eso, escribimos.
11) COMMUNIO NON EST IDENTIFICATIO
La poesía política actual no representa a quienes se les niega la voz.
No deberíamos suplantar a los heridos.
Del mismo modo que es absurdo que el poema procure la identificación del lector con las víctimas, jamás debería hacerlo el poeta político que escribe desde Europa.
Debería inquietarnos el hecho de que pueda decirse de nosotros que elevamos la voz de quienes
viven en las cunetas de la historia.
Nuestra voz es nuestra voz. Si no, no hay esperanza.
40) TÁCTICAS DE COMBATE
Cuando nuestros poemas se vuelvan excesivamente autónomos, intensificaremos nuestra militancia en las organizaciones sociales de base y el trabajo en los talleres barriales de escritura.
Cuando nuestros poemas se vuelvan lastimosamente previsibles, reanudaremos la práctica del buceo en los abismos de la conciencia.
Desde esta tensión acuciada a la intemperie, no esperamos ser plenamente acogidos ya en ningún hogar.
41) Debería inquietarnos lo altamente inofensiva que resulta la poesía actual.
58) ESTAMOS EMPANTANADOS:
REPINTANDO LAS MADERAS PODRIDAS DE UN BARCO A PUNTO DE NAUFRAGAR
No podemos contentarnos con la idea de que, al naturalismo sentimental de la poesía de anteayer, le tenga que suceder hoy o el realismo ingenuo de quien muestra sólo lo evidente previsible, o el apunte metafísico de quien vive –como clase– entre algodones, o esa poesía académica tan ideológicamente impecable que ha perdido por completo el contacto real con los hombres y mujeres de su tiempo.
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Sobre los restos agotados de un pavo real urbano, se miran inmóviles –y completamente inútiles– cangrejos, lirones y búhos.
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Dos palmos más abajo, removiendo el subsuelo, las lombrices de tierra mientras tanto trabajamos.
61) RETRATO DE LA NUEVA LITERATURA
Nuestra poesía contemporánea dispone del público más receptivo que existe, puesto que lo componen sus propios poetas, cargados con cuchillos.
Asimismo dispone nuestra última poesía de la más capacitada comunidad culinaria de críticos
literarios. Para qué ocultarlo: hacedores de etiquetas para las mismas corbatas.
62) La menos advertida finalidad de buena parte de la poesía española reciente consiste en predisponernos a la resignación.
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64) Deberemos restituir el presente en el centro de nuestra acción literaria.
No la salvará el solo artificio.
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66) NUESTRO “COMPROMISO”
i. Nuestro esfuerzo literario no está “comprometido con el lenguaje” (y, mucho menos, con el oficio o con la obra propia).
ii. Nuestro compromiso literario lo es de carga política y espiritual.
iii. La expresión de esa dicción cargada es absolutamente lingüística.
iv. Nuestros artefactos son palabras.
v. El trabajo en que nos sumergimos para conseguir lo que buscamos se realiza desde la base del
material de la lengua y los registros del habla.
vi. Entre sus muchas posibilidades, contemplamos la distorsión de la lengua como parte constitutiva de un fuerte posicionamiento político y espiritual en el medio del mundo.
vii. Pero, aun metidos de lleno en la ductilidad de este material lingüístico, no estamos de modo
alguno “comprometidos con el lenguaje”.
Enrique Falcón (Valencia, 1968) ha publicado hasta la fecha los libros de poesía El día que me llamé Pushkin (Ediciones del Ayuntamiento de Sevilla, 1992), La marcha de 150.000.000: 'El Saqueo' (Rialp, Madrid, 1994), La marcha de 150.000.000: 'El Saqueo' y 'Los Otros Pobladores'
(Germania, Valencia, 1998), AUTT (Crecida, Huelva, 2002), 9 poemas (Universitat de Valencia, 2003), Amonal (Idea, Tenerife, 2005), El amor, la ira (Ediciones del 4 de Agosto, Logroño, 2006); Para un tiempo herido (Amargord, Madrid, 2008); Taberna roja y otros poemas (Baile del Sol, Tenerife, 2008); y los cantos definitivos del libro-poema La marcha de 150.000.000: 'El Saqueo', 'Los Otros Pobladores', 'Para los que aún viven', 'La caída de Dios' y 'Canción de E' (Eclipsados, Zaragoza, 2009)
Hasta 1994 formó parte del equipo crítico «Alicia bajo Cero», responsable del libro Poesía y Poder (Ediciones Bajo Cero, Valencia, 1997). Fue miembro del consejo de redacción de la revista “Lunas Rojas” y coordinador de los volúmenes No doblar las rodillas: siete proyectos críticos en la poesía española reciente (Universidad de Chile, Santiago, 2002), Poesía y desorden(Contratiempos, Madrid, 2007) y Once poetas críticos en la literatura española reciente (Baile del Sol, Tenerife, 2007).