Poemas de "La dictadura de la perspectiva", de Pablo López Carballo

Redactado por Yaiza Martínez el Viernes, 6 de Octubre 2017 a las 09:57


| Bitácora

QUEMARÁN LA TIERRA, ENVENENARÁN LOS POZOS

Ya nadie dice Castilla sin amontonar piedras.
No saben nada de la niebla y el silencio
que hasta los pájaros atienden,
ni de Inés de Castro desatando urracas,
tejiendo espinas para regresar ungida
en duelo y tempestad. Hablaba con las manos,
el viento en la cabeza y el porvenir colgando del pelo.
Dos años escribiendo: entro en la edad
del desinterés, ni demasiado joven
ni todavía respetable
. Desigualdad.
Igual que las luces de cocinas
que iluminan donde nadie necesita ver.
Callejas donde la sombra del hielo
se muestra sin el hielo
y las previsibles paredes de ladrillo,
las que hacían perder la cordura,
son ahora firme anclaje.
Los límites toman forma, como la precisión
de tu indiferencia.
Sé de lo que hablo
porque en nada fui determinante,
ni todavía he perdido la vergüenza
que dan las cosas hechas y las no realizadas.
Insuficiente en grafías,
fallido en el convenio, profuso en los nervios
que preceden al sometimiento. He movido,
a diario, el proyecto que a nadie interesa.
Aquí sigue saliendo el sol desorientado,
no digas nada, te querrán helar los huesos,
no entienden de nostalgias, buscan el renombre
y siempre están dispuestos al precio.
Nosotros seguimos en lo mismo,
mirar no es suficiente, debemos devanar
con la ciencia del no tener.
Por algo estaremos vivos:
para mondar naranjas ante el reloj
—si duele no aniquila—
con la exactitud de los límites.
Nubes de huesos sobre el deseo
ignorante de azar. Todo esto pasará.
¿Y los viejos tiempos? Que nunca regresen,
que nadie nos congele el tuétano,
pronto estaremos solos.
En el fondo, la poesía perdura
por un continuo malentendido.

*

DE CAMINO A OTRA PARTE

No se asemeja a nada en su retirarse
de vidriera. De rodillas, aún por delinear
esboza relaciones geométricas y se reclina
en la pared. Cierra los ojos
y aprovecha el daño desprendido,
los trozos pigmentados.

Regresará juntando las manos
a capturar lo que no se puede capturar,
tal vez lo que te digo,
quizá el ímpetu,
en el instante siempre previo,
ante el blanco que cede
a los futuros trazos de un pueblo
metafórico. Los huesos presentes, los huesos por venir.

Mi mano revolviendo en tu estómago. Mi mano dando vueltas en tu estómago. Conmueve no saber a dónde va ese espacio.

Indietro i passi
senza proteggere dalla tenerezza
. Comienza en lo siniestro,
materia lenta, temblor, no recordar cuándo,
yo estaba allí.

Las puntas, las hojas, los setos
se mueven al tiempo, soy la corriente,
el avance empático.

Alpacas
tres árboles amarillo verde marrón amarillo verde
surcos, el caudal remonta la pendiente
corneal.

Amarillo verde marrón
verde marrón.

Plano.
Los delineadores indican la perspectiva.


Creemos oír ecos de restos salinos.
Solo es ruido, momentos,
repeticiones simples de recuerdos perdidos.
Profundizo: allí no hay nada.

Todos enmudecen como frente al mar.

En el interior una polilla
sobrevuela la olla hacia la puerta
y retrocede. Calcáreas las decisiones,
rojizo el pomo.

De mañana toman el ferry.
Se arremolinan en las ventanas para reconocer su piel como superficie sofisticada, ¿por qué desplazarse entonces?, ¿para qué hacer lo que se puede hacer frente al desayuno, o de espaldas?
Inadvertidas pasan las relaciones, la carretera que estratifica, restos solares, peces que podrían saltar.

Revolver el bolso buscando las llaves.
El lenguaje de la piedad renovado ante la puerta.
Dejamos
las redes sobre el pantano,
postergando
la decisión de vivir en escenas
o en la contingencia.

Pablo López Carballo (Cacabelos- León, España, 1983), es Doctor en Literatura española e hispanoamericana por la Universidad de Salamanca. Ha publicado los libros de poemas Sobre unas ruinas encontradas (La Garúa, 2010), Quien manda uno (Colección Transatlántica, 2012) y La dictadura de la perspectiva (Trea, 2017), libro al que pertenecen los poemas que aquí aparecen. También ha publicado el libro de narraciones Crea mundos y te sacarán los ojos (El Gaviero, 2012). Recientemente ha aparecido en Italia una antología de su poesía bajo el título La precisione dell´indifferenza (Carteggi letterari, 2016, Trad. Lorenzo Mari).
Yaiza Martínez
| Viernes, 6 de Octubre 2017

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