Por Enrique Falcón
Nuestras escrituras no carecen de memoria: ni la literatura es una estructura inocente ni en la actualidad existe posibilidad alguna de poner en marcha una práctica emancipatoria significativa si no es sobre la base de una simultánea transformación cultural. Tarea de transformación que exige, críticamente, por lo menos dos cosas: la primera, aprender a mirar de una forma nueva el espesor de un tiempo herido –el nuestro– con claves diferentes a las dominantes; la segunda, establecer a partir de esas nuevas claves un auténtico combate cultural, una confrontación de legitimaciones. Nuestras escrituras no carecen de memoria: sabemos que las transformaciones políticas del mundo se logran, retardan o fracasan, no a pulsos de literatura, sino en gran medida gracias al empeño de la acción social organizada.
Hace seis años el crítico literario Manuel Rico advertía en el libro Pasar la página: poetas para el nuevo milenio que la poesía española de las tres últimas décadas había carecido de una dimensión comprometida con la modificación de un mundo radicalmente injusto, hasta tal punto que –si dentro de un siglo– un lector intentara buscar en la poesía española el lugar de la tragedia humana, los desmanes de la historia, los falseamientos de la realidad que establecen los poderes dominantes, el horror y la esperanza frente a un cambio de siglo lleno de amenazas colectivas, no lo tendría nada fácil. Sin embargo –continúa diciendo Rico– ese peligro estarían conjurándolo hoy un conjunto de poetas que, no complacientes con la realidad, están hondamente comprometidos con su tiempo. De once de estos poetas se ocupa el presente volumen.
En una aproximación a lo que últimamente se ha calificado como "poesía de la conciencia crítica", "escritura del conflicto", "nueva poesía social", "literatura activista" o "poesía en resistencia" (importan menos ahora los calificativos estrictos que propone el etiquetado literario y más las visiones de mundo que parecen insinuar), esta antología propone presentar algunos de los textos más significativos que durante estos años han marcado en España esta búsqueda –este tanteo contestatario– por una literatura de voluntad crítica y pulso resistente en tiempos como los nuestros.
Creemos que, en todo caso, estos Once poetas son lo suficientemente significativos como para dar cuenta de diversos proyectos de escritura resistente y su selección responde igualmente a la necesidad de mostrar una tensión fundamental que se ofrece en sus obras: la que anuda (eso sí: gradualmente y sin marcar excesivas separaciones) un latido crítico de pretendida ruptura y transgresión del lenguaje y otro tipo de retóricas pretendidamente más transparentes donde una noción plana de "realismo" podría sin embargo resultar agujereada en más de algún aspecto.
Los registros aquí experimentados –el lector habrá de descubrirlos– son plurales y se mueven del objetivismo documental a la deriva libertaria, de la poesía de la conciencia al torrencialismo irracional, del vitalismo en resistencia a la reflexión distanciada, del vanguardismo crítico al realismo más contundente, del relato narrativo al discurso atomizado, de la historia de la memoria al ejercicio de la ironía, del impulso visionario a las prácticas saludables de la lucidez, y –en fin– de las tácticas disidentes de la sugestión a las estrategias materialistas del extrañamiento. De ninguna de estas opciones, sin embargo, cabría deducir que "lo personal" y "lo político" pudieran constituirse como esferas separadas, por mucho que el discurso neoliberal imponga falsamente en nuestro tiempo una brutal separación entre lo público y lo privado.
Los poemas seleccionados para esta panorámica lo han sido por cada uno de sus propios autores. Todos ellos nacieron en España en los años 60 ó 70, han publicado al menos un par de libros de poesía y escriben en castellano. Sus poemas conllevan una postura de lenguaje y un determinado gesto en el mundo, y los que aquí se recogen lo miran con las lenguas del cariño y de la ira, de la protesta y del compromiso, de la denuncia y de la esperanza. Las páginas del presente volumen caminan, por lo tanto, por algunos de esos poemas que –enfrentándose a la realidad del tiempo que hubo de herirles– no quieren doblar las rodillas ni ante la resignación de la injusticia ni ante el derribo de nuestra esperanza.
Enrique Falcón ha sido el coordinador de la presente antología, titulada Once poetas críticos en la poesía española reciente (Ediciones Baile del Sol, Tenerife, 2007). Los autores antologados son: Jorge Reichmann, Daniel Bellón, Isabel Pérez Montalbán, David González, Antonio Orihuela, Antonio Méndez Rubio, Enrique Falcón, Miguel Ángel García Argüez, David Franco Monthiel, David Eloy Rodríguez, y José Mª Gómez Valero.
Nuestras escrituras no carecen de memoria: ni la literatura es una estructura inocente ni en la actualidad existe posibilidad alguna de poner en marcha una práctica emancipatoria significativa si no es sobre la base de una simultánea transformación cultural. Tarea de transformación que exige, críticamente, por lo menos dos cosas: la primera, aprender a mirar de una forma nueva el espesor de un tiempo herido –el nuestro– con claves diferentes a las dominantes; la segunda, establecer a partir de esas nuevas claves un auténtico combate cultural, una confrontación de legitimaciones. Nuestras escrituras no carecen de memoria: sabemos que las transformaciones políticas del mundo se logran, retardan o fracasan, no a pulsos de literatura, sino en gran medida gracias al empeño de la acción social organizada.
Hace seis años el crítico literario Manuel Rico advertía en el libro Pasar la página: poetas para el nuevo milenio que la poesía española de las tres últimas décadas había carecido de una dimensión comprometida con la modificación de un mundo radicalmente injusto, hasta tal punto que –si dentro de un siglo– un lector intentara buscar en la poesía española el lugar de la tragedia humana, los desmanes de la historia, los falseamientos de la realidad que establecen los poderes dominantes, el horror y la esperanza frente a un cambio de siglo lleno de amenazas colectivas, no lo tendría nada fácil. Sin embargo –continúa diciendo Rico– ese peligro estarían conjurándolo hoy un conjunto de poetas que, no complacientes con la realidad, están hondamente comprometidos con su tiempo. De once de estos poetas se ocupa el presente volumen.
En una aproximación a lo que últimamente se ha calificado como "poesía de la conciencia crítica", "escritura del conflicto", "nueva poesía social", "literatura activista" o "poesía en resistencia" (importan menos ahora los calificativos estrictos que propone el etiquetado literario y más las visiones de mundo que parecen insinuar), esta antología propone presentar algunos de los textos más significativos que durante estos años han marcado en España esta búsqueda –este tanteo contestatario– por una literatura de voluntad crítica y pulso resistente en tiempos como los nuestros.
Creemos que, en todo caso, estos Once poetas son lo suficientemente significativos como para dar cuenta de diversos proyectos de escritura resistente y su selección responde igualmente a la necesidad de mostrar una tensión fundamental que se ofrece en sus obras: la que anuda (eso sí: gradualmente y sin marcar excesivas separaciones) un latido crítico de pretendida ruptura y transgresión del lenguaje y otro tipo de retóricas pretendidamente más transparentes donde una noción plana de "realismo" podría sin embargo resultar agujereada en más de algún aspecto.
Los registros aquí experimentados –el lector habrá de descubrirlos– son plurales y se mueven del objetivismo documental a la deriva libertaria, de la poesía de la conciencia al torrencialismo irracional, del vitalismo en resistencia a la reflexión distanciada, del vanguardismo crítico al realismo más contundente, del relato narrativo al discurso atomizado, de la historia de la memoria al ejercicio de la ironía, del impulso visionario a las prácticas saludables de la lucidez, y –en fin– de las tácticas disidentes de la sugestión a las estrategias materialistas del extrañamiento. De ninguna de estas opciones, sin embargo, cabría deducir que "lo personal" y "lo político" pudieran constituirse como esferas separadas, por mucho que el discurso neoliberal imponga falsamente en nuestro tiempo una brutal separación entre lo público y lo privado.
Los poemas seleccionados para esta panorámica lo han sido por cada uno de sus propios autores. Todos ellos nacieron en España en los años 60 ó 70, han publicado al menos un par de libros de poesía y escriben en castellano. Sus poemas conllevan una postura de lenguaje y un determinado gesto en el mundo, y los que aquí se recogen lo miran con las lenguas del cariño y de la ira, de la protesta y del compromiso, de la denuncia y de la esperanza. Las páginas del presente volumen caminan, por lo tanto, por algunos de esos poemas que –enfrentándose a la realidad del tiempo que hubo de herirles– no quieren doblar las rodillas ni ante la resignación de la injusticia ni ante el derribo de nuestra esperanza.
Enrique Falcón ha sido el coordinador de la presente antología, titulada Once poetas críticos en la poesía española reciente (Ediciones Baile del Sol, Tenerife, 2007). Los autores antologados son: Jorge Reichmann, Daniel Bellón, Isabel Pérez Montalbán, David González, Antonio Orihuela, Antonio Méndez Rubio, Enrique Falcón, Miguel Ángel García Argüez, David Franco Monthiel, David Eloy Rodríguez, y José Mª Gómez Valero.