Por Pablo Ibáñez
Las ciudades de piedra tienen frío.
(El sol cambió de traje
mientras llovía.)
Las viejas ecuaciones
se recombinan en un nuevo manual.
Esta mañana desperté
entre un tiranosaurio y una estatua de cera.
Me levanté y anduve,
pero Cristo había muerto para entonces.
Y me dolía la carne
que era como prestada:
no puede conservarse tanto tiempo
sin estar putrefacta.
Pablo Ibáñez (México, DF, 1978) ha sido editor de la revista virtual especializada en creación joven 03 (sin erre). Su obra poética permanece hasta la fecha inédita.
Las ciudades de piedra tienen frío.
(El sol cambió de traje
mientras llovía.)
Las viejas ecuaciones
se recombinan en un nuevo manual.
Esta mañana desperté
entre un tiranosaurio y una estatua de cera.
Me levanté y anduve,
pero Cristo había muerto para entonces.
Y me dolía la carne
que era como prestada:
no puede conservarse tanto tiempo
sin estar putrefacta.
Pablo Ibáñez (México, DF, 1978) ha sido editor de la revista virtual especializada en creación joven 03 (sin erre). Su obra poética permanece hasta la fecha inédita.