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Blog de Tendencias21 sobre el liderazgo de la buena gente
Este blog que justo está arrancando estará centrado en el liderazgo inspirador, como su nombre indica. En esencia, un conjunto de reflexiones propias y ajenas que puedan ayudar a que te plantees cómo conseguir más éxitos como líder, y sobre todo, cómo ser más feliz cuando te toque ponerte la gorra de líder. Porque es muy difícil que alguien que haga de líder consiga éxitos si no es moderadamente feliz :-)
Todos somos líderes en unas u otras situaciones, aunque no seamos conscientes de ello. Una persona que adopta el rol de líder es alguien que sabe, puede y quiere hacerse responsable de que el equipo alcance el éxito en un proyecto, independientemente del número de personas que participen y de los objetivos del equipo.
Dentro de ese marco general de ser moderadamente feliz, la persona que hace de líder no tiene miedo de admitir sus errores y trabaja para superar sus puntos mejorables.. Al enfrentar sus debilidades y negarse a convivir con ellas, los auténticos líderes pueden encontrar la manera de superarlas y esto los hace más fuertes. Pero es importante tomarse este proceso continuo de forma positiva: detectar y mejorar los puntos débiles, sí, y también conocer los puntos fuertes para usarlos como palanca hacia la mejora continua.
Tomar consciencia de todas las cosas que hacemos bien nos ayuda a vivir mejor, básicamente por dos razones: porque nos sentimos bien dentro de nuestro propio pellejo y así mejoramos nuestra autoestima, y porque podemos relacionarnos con los demás de formas más positivas.
Así que te propongo hacer un repaso a todas esas cosas que haces bien, y también a las que te gustaría pulir un poco.
Dentro de ese marco general de ser moderadamente feliz, la persona que hace de líder no tiene miedo de admitir sus errores y trabaja para superar sus puntos mejorables.. Al enfrentar sus debilidades y negarse a convivir con ellas, los auténticos líderes pueden encontrar la manera de superarlas y esto los hace más fuertes. Pero es importante tomarse este proceso continuo de forma positiva: detectar y mejorar los puntos débiles, sí, y también conocer los puntos fuertes para usarlos como palanca hacia la mejora continua.
Tomar consciencia de todas las cosas que hacemos bien nos ayuda a vivir mejor, básicamente por dos razones: porque nos sentimos bien dentro de nuestro propio pellejo y así mejoramos nuestra autoestima, y porque podemos relacionarnos con los demás de formas más positivas.
Así que te propongo hacer un repaso a todas esas cosas que haces bien, y también a las que te gustaría pulir un poco.
Bill George
Tomar consciencia de todas las cosas que hacemos bien nos ayuda a vivir mejor, básicamente por dos razones: porque nos sentimos bien dentro de nuestro propio pellejo y así mejoramos nuestra autoestima, y porque podemos relacionarnos con los demás de formas más positivas.
Así que te propongo hacer un repaso a todas esas cosas que haces bien, y también a las que te gustaría pulir un poco. La mejor forma de encarar el repaso es tener una buena guía, así que hoy te traigo aquí el meollo de la teoría de Bill George, el gurú del Liderazgo Auténtico:
George nos dice que una buena forma de desarrollar cada uno su propio estilo de liderazgo auténtico es autoevaluarse en cinco cualidades básicas:
1. Comprensión de tu propósito: ¿qué pretendes conseguir en la vida? Si repasas qué cosas haces con cierta frecuencia es posible que puedas responderte a esta pregunta, porque podrás comprobar si tus actividades habituales te acercan o te alejan de tus verdaderas metas.
2. Poner en práctica los propios valores: en algunas ocasiones cuesta mucho trabajo, porque no es fácil mantenerlos ante personas importantes en nuestra vida que mantienen otros diferentes. Podemos repasar cuán a menudo nos queda una amarga sensación de "tener que callarnos la boca" o, por el contrario, la alegría íntima de haber sabido defenderlos. Cuántas veces hacemos una cosa o la otra es un equilibrio difícil que nos dará pistas sobre nuestro posicionamiento al respecto.
3. Lo que esconde tu corazón: los anhelos secretos que pugnan por salir y normalmente los tenemos a buen resguardo por temor al qué dirán, a las dificultades que nos buscaremos si los hacemos públicos… Dicho así suena un tanto extraño, pero afortunadamente cada vez hay más organizaciones que permiten aflorar estas aspiraciones tan humanas; por ejemplo, hay empresas que tienen una Dirección de la Felicidad, países que miden el Índice de Felicidad Bruta, etc. Es una alegría saber que cada vez es más factible dejar salir lo que mueve nuestro corazón. Ahora toca valorar qué es para ti, cómo y cuándo te permites sacarlo a la luz.
4. Establecer relaciones conectadas: poner de tu parte todo lo posible para que las relaciones intra e intergrupales sean fáciles, cálidas y positivas. Puedes evaluar qué tipo de relaciones estableces / facilitas en qué grupos, en qué contextos, en qué situaciones… y decidir qué puedes hacer para mejorar lo mejorable.
5. Demostrar autodisciplina: Seguro que has alcanzado un buen nivel de autodisciplina, de lo contrario no habrías llegado hasta aquí. Ello no significa que seas capaces de aplicarla en todos los contextos deseables (casi nadie), y, sobre todo, que seas capaz de servir de ejemplo a las personas del equipo en momentos cruciales. Es muy bueno para la moral del equipo que se pueda visualizar qué esfuerzos haces para ajustarte a lo deseable en un momento determinado, qué herramientas utilizas para ayudarte a conseguirlo, de qué forma celebras tus propios éxitos, cómo haces cuando te falla la voluntad y es preciso remontar… porque no hay nada mejor que dar ejemplo. (En este caso, de coherencia).
Así que te propongo hacer un repaso a todas esas cosas que haces bien, y también a las que te gustaría pulir un poco. La mejor forma de encarar el repaso es tener una buena guía, así que hoy te traigo aquí el meollo de la teoría de Bill George, el gurú del Liderazgo Auténtico:
George nos dice que una buena forma de desarrollar cada uno su propio estilo de liderazgo auténtico es autoevaluarse en cinco cualidades básicas:
1. Comprensión de tu propósito: ¿qué pretendes conseguir en la vida? Si repasas qué cosas haces con cierta frecuencia es posible que puedas responderte a esta pregunta, porque podrás comprobar si tus actividades habituales te acercan o te alejan de tus verdaderas metas.
2. Poner en práctica los propios valores: en algunas ocasiones cuesta mucho trabajo, porque no es fácil mantenerlos ante personas importantes en nuestra vida que mantienen otros diferentes. Podemos repasar cuán a menudo nos queda una amarga sensación de "tener que callarnos la boca" o, por el contrario, la alegría íntima de haber sabido defenderlos. Cuántas veces hacemos una cosa o la otra es un equilibrio difícil que nos dará pistas sobre nuestro posicionamiento al respecto.
3. Lo que esconde tu corazón: los anhelos secretos que pugnan por salir y normalmente los tenemos a buen resguardo por temor al qué dirán, a las dificultades que nos buscaremos si los hacemos públicos… Dicho así suena un tanto extraño, pero afortunadamente cada vez hay más organizaciones que permiten aflorar estas aspiraciones tan humanas; por ejemplo, hay empresas que tienen una Dirección de la Felicidad, países que miden el Índice de Felicidad Bruta, etc. Es una alegría saber que cada vez es más factible dejar salir lo que mueve nuestro corazón. Ahora toca valorar qué es para ti, cómo y cuándo te permites sacarlo a la luz.
4. Establecer relaciones conectadas: poner de tu parte todo lo posible para que las relaciones intra e intergrupales sean fáciles, cálidas y positivas. Puedes evaluar qué tipo de relaciones estableces / facilitas en qué grupos, en qué contextos, en qué situaciones… y decidir qué puedes hacer para mejorar lo mejorable.
5. Demostrar autodisciplina: Seguro que has alcanzado un buen nivel de autodisciplina, de lo contrario no habrías llegado hasta aquí. Ello no significa que seas capaces de aplicarla en todos los contextos deseables (casi nadie), y, sobre todo, que seas capaz de servir de ejemplo a las personas del equipo en momentos cruciales. Es muy bueno para la moral del equipo que se pueda visualizar qué esfuerzos haces para ajustarte a lo deseable en un momento determinado, qué herramientas utilizas para ayudarte a conseguirlo, de qué forma celebras tus propios éxitos, cómo haces cuando te falla la voluntad y es preciso remontar… porque no hay nada mejor que dar ejemplo. (En este caso, de coherencia).
Stephen Covey
También te voy a dejar aquí un extracto de la teoría de Stephen Covey, un experto en liderazgo con un perfil muy diferente al de George. Covey habla de líderes centrados en los siguientes principios:
1. Aprender continuamente: El aprendizaje a lo largo de la vida es la única forma de poder integrarse en la sociedad y, por supuesto, dar soporte y ejemplo al equipo. No es imprescindible saber todo de todo lo que hacen los miembros del equipo, porque un buen líder se fía de la experiencia de las personas que le rodean; pero sí ha de tener suficientes conocimientos como para saber que el proyecto está bien enfocado y, sobre todo, conocimientos que enriquezcan el acervo del equipo y le posibilite plantearse nuevos retos.
2. Orientación al servicio: la predisposición a ayudar a los demás facilita al líder detectar en qué, cómo y cuándo puede ser útil para el bienestar y crecimiento del equipo, lo que supone que previamente se dispone de las herramientas adecuadas para hacerlo posible. Tiene además el efecto de predisponer a los demás a adoptar este tipo de comportamientos, y por lo tanto facilitar el camino hacia el éxito.
3. Irradiar energía positiva: Todos sabemos que una persona gris no atrae a nadie; al contrario, quienes son capaces de enfrentarse a la vida con decisión y convicción de que las cosas se pueden hacer bien y se puede progresar, ejercen un efecto imán muy adecuado para que el líder consiga credibilidad ante las personas que integran el equipo.
4. Creer en los demás: Alguien que cree en los demás establece relaciones con otros desde el supuesto básico de que las personas son, por lo general, buena gente. Sabe que siempre puede encontrarse con alguien no recomendable, pero sabe también que la mayoría de las personas que le rodean son dignas de consideración y respeto. Y plantear las relaciones desde esta base asegura un porcentaje muy alto de aciertos, en el sentido de conseguir un clima de relación adecuado para alcanzar los objetivos en equipo.
5. Vivir de forma equilibrada: Lo normal es que tengamos diferentes escenarios de vida en los que actuamos de forma simultánea: el trabajo, la familia, los amigos, la sociedad… En cada uno de ellos tenemos diferentes roles, diferentes objetivos, diferentes interlocutores y diferentes experiencias. Todo ello nos va enriqueciendo como personas y nos dota así de más cualidades para ejercer adecuadamente el liderazgo que nos corresponda en alguno de estos escenarios.
Lo que también suele suceder es que dediquemos mucho más tiempo y energías a uno de estos escenarios en detrimento de los demás. Por supuesto que en cada momento de la vida vamos a priorizar uno u otro, pero en general resulta recomendable revisar cuánto pongo en cada uno de ellos en estos momentos de mi trayectoria vital, y si ese esfuerzo me compensa para encontrar una forma satisfactoria de vivir.
6. Contemplar la vida como una aventura: Hay muchas formas de entender el concepto aventura. Te propongo que eches un vistazo a este artículo para ver hasta qué punto estás de acuerdo.
7. Favorecer sinergias: Cuando te pones la gorra de líder y buscas sinergias para ti, para las personas del equipo y para el equipo en su conjunto estás abriendo horizontes insospechados de aprendizaje, interrelaciones gratificantes, vínculos personales y profesionales que van generando una espiral virtuosa capaz de mejorar el bienestar de cada una de las personas inmersas en esas sinergias. Así que ya tienes un porcentaje grande de posibilidades de que el equipo consiga los objetivos consensuados y sea capaz de marcarse otros más complejos.
8. Ejercitarse para la innovación: Todos sabemos que la innovación es la piedra filosofal de este siglo, lo que no tenemos tan claro es cómo desarrollarla e implementarla. Te recomiendo que leas algún artículo de @jsobejano, por ejemplo este.
1. Aprender continuamente: El aprendizaje a lo largo de la vida es la única forma de poder integrarse en la sociedad y, por supuesto, dar soporte y ejemplo al equipo. No es imprescindible saber todo de todo lo que hacen los miembros del equipo, porque un buen líder se fía de la experiencia de las personas que le rodean; pero sí ha de tener suficientes conocimientos como para saber que el proyecto está bien enfocado y, sobre todo, conocimientos que enriquezcan el acervo del equipo y le posibilite plantearse nuevos retos.
2. Orientación al servicio: la predisposición a ayudar a los demás facilita al líder detectar en qué, cómo y cuándo puede ser útil para el bienestar y crecimiento del equipo, lo que supone que previamente se dispone de las herramientas adecuadas para hacerlo posible. Tiene además el efecto de predisponer a los demás a adoptar este tipo de comportamientos, y por lo tanto facilitar el camino hacia el éxito.
3. Irradiar energía positiva: Todos sabemos que una persona gris no atrae a nadie; al contrario, quienes son capaces de enfrentarse a la vida con decisión y convicción de que las cosas se pueden hacer bien y se puede progresar, ejercen un efecto imán muy adecuado para que el líder consiga credibilidad ante las personas que integran el equipo.
4. Creer en los demás: Alguien que cree en los demás establece relaciones con otros desde el supuesto básico de que las personas son, por lo general, buena gente. Sabe que siempre puede encontrarse con alguien no recomendable, pero sabe también que la mayoría de las personas que le rodean son dignas de consideración y respeto. Y plantear las relaciones desde esta base asegura un porcentaje muy alto de aciertos, en el sentido de conseguir un clima de relación adecuado para alcanzar los objetivos en equipo.
5. Vivir de forma equilibrada: Lo normal es que tengamos diferentes escenarios de vida en los que actuamos de forma simultánea: el trabajo, la familia, los amigos, la sociedad… En cada uno de ellos tenemos diferentes roles, diferentes objetivos, diferentes interlocutores y diferentes experiencias. Todo ello nos va enriqueciendo como personas y nos dota así de más cualidades para ejercer adecuadamente el liderazgo que nos corresponda en alguno de estos escenarios.
Lo que también suele suceder es que dediquemos mucho más tiempo y energías a uno de estos escenarios en detrimento de los demás. Por supuesto que en cada momento de la vida vamos a priorizar uno u otro, pero en general resulta recomendable revisar cuánto pongo en cada uno de ellos en estos momentos de mi trayectoria vital, y si ese esfuerzo me compensa para encontrar una forma satisfactoria de vivir.
6. Contemplar la vida como una aventura: Hay muchas formas de entender el concepto aventura. Te propongo que eches un vistazo a este artículo para ver hasta qué punto estás de acuerdo.
7. Favorecer sinergias: Cuando te pones la gorra de líder y buscas sinergias para ti, para las personas del equipo y para el equipo en su conjunto estás abriendo horizontes insospechados de aprendizaje, interrelaciones gratificantes, vínculos personales y profesionales que van generando una espiral virtuosa capaz de mejorar el bienestar de cada una de las personas inmersas en esas sinergias. Así que ya tienes un porcentaje grande de posibilidades de que el equipo consiga los objetivos consensuados y sea capaz de marcarse otros más complejos.
8. Ejercitarse para la innovación: Todos sabemos que la innovación es la piedra filosofal de este siglo, lo que no tenemos tan claro es cómo desarrollarla e implementarla. Te recomiendo que leas algún artículo de @jsobejano, por ejemplo este.
Si comparas los planteamientos de George y de Covey notarás muchas similitudes y algunas diferencias, pero desde mi punto de vista ambos nos hablan de una persona que, por encima de su rol de líder, se cuida de su propio crecimiento personal. ¿Estás de acuerdo?
¿Cuántas de sus recomendaciones ya has puesto en marcha? ¿Cuál te gustaría incorporar a tu vida profesional como líder a modo de buenos propósitos para el año próximo?
¿Cuántas de sus recomendaciones ya has puesto en marcha? ¿Cuál te gustaría incorporar a tu vida profesional como líder a modo de buenos propósitos para el año próximo?
Edita Olaizola
Comentarios
En el ámbito de las empresas se aplica con éxito este enfoque: las personas inmersas en un clima laboral en el que se prima y reconoce el esfuerzo son más felices, hacen más felices a los demás y además son más productivas, fomentando un círculo virtuoso que nos conviene a todos como sociedad. ¡Está súper demostrado!
Extracto de la entrevista que me realizó José Luis Montes en su libro "Valores sólidos para tiempos líquidos". Es un libro especial y económico que se puede comprar en Fundación Theodora (a quien se destina todo el importe), una ONG que lucha para desdramatizar y aliviar la situación de niños y adolescentes hospitalizados y en centros especiales.
Extracto de la entrevista que me realizó José Luis Montes en su libro "Valores sólidos para tiempos líquidos". Es un libro especial y económico que se puede comprar en Fundación Theodora (a quien se destina todo el importe), una ONG que lucha para desdramatizar y aliviar la situación de niños y adolescentes hospitalizados y en centros especiales.
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Edita Olaizola
Doctora en Administración y Gestión de Empresas (UPC), Máster en Sostenibilidad y Responsabilidad Social (UNED), Máster en Desarrollo Organizacional (G.R. Institute Univ. de Tel Aviv), licenciada en Psicología Industrial (UB), Diplomada en Dirección de Personal (EAE), Diplomada en Técnicas de Autoaprendizaje (O.I.T.), diplomada en técnicas de escucha activa (Altom). He realizado también numerosas actividades de crecimiento profesional con Itamar Rogowsky, Karsten Trebesch, Bert Hellinger, Cristina Naughton, Bill O'Hanlon...
A lo largo de más de 50 años de trayectoria profesional ha pasado por las etapas de empleada, directiva y consultora, etapa esta última en la que trabaja actualmente y desde hace más de 30 años acompañando a empresas de prácticamente todos los sectores de actividad y todos los tamaños. También suele simultanear la impartición de clases en diferentes facultades y escuelas de negocios, así como conferencias en distintos ámbitos profesionales.
Dedica parte de su tiempo a actividades non profit como miembro del Consejo de Greenpeace España, miembro del Consejo de Expertos de la Fundación Adsis, miembro de EBEN España y miembro del equipo directivo del Club Nuevo Mundo. Ha sido también durante 16 años miembro de la junta directiva de Aedipe Cataluña, desde donde creó y coordinó durante 12 años la Comisión de Responsabilidad Social Corporativa.
Disfruta compartiendo su bagaje vital, académico y profesional con los lectores que le siguen en el blog personal (Huella Líquida) y en los medios en los que publica periódicamente (People plus! Profit, Diario Responsable, Liderazgo Inspirador y en Tendencias21).
A lo largo de más de 50 años de trayectoria profesional ha pasado por las etapas de empleada, directiva y consultora, etapa esta última en la que trabaja actualmente y desde hace más de 30 años acompañando a empresas de prácticamente todos los sectores de actividad y todos los tamaños. También suele simultanear la impartición de clases en diferentes facultades y escuelas de negocios, así como conferencias en distintos ámbitos profesionales.
Dedica parte de su tiempo a actividades non profit como miembro del Consejo de Greenpeace España, miembro del Consejo de Expertos de la Fundación Adsis, miembro de EBEN España y miembro del equipo directivo del Club Nuevo Mundo. Ha sido también durante 16 años miembro de la junta directiva de Aedipe Cataluña, desde donde creó y coordinó durante 12 años la Comisión de Responsabilidad Social Corporativa.
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Tendencias 21 (Madrid). ISSN 2174-6850
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