Ficha Técnica
Título: Sócrates enamorado
Autor: Armand D’Angour
Edita: Editorial Ariel. Barcelona, enero de 2020
Traducción: Amelia Pérez
Colección: Ariel
Materia: Filosofía
Encuadernación: Rústica con solapas
Número de páginas: 224
ISBN: 978-84-344-3160-7
PVP: 18,90 €
La imagen más común que se tiene de Sócrates es la de un pensador extraordinario que siempre fue pobre, viejo y feo. Lo poco que se sabe de él comienza cuando era un hombre de mediana edad y termina con su juicio y condena a muerte.
Pero ¿cómo fueron los primeros años de su vida? ¿Qué imagen podemos extraer de su trayectoria personal más allá de los retratos que de él hicieron Platón o Jenofonte? ¿Y en quién se inspiró el filósofo ateniense para configurar su doctrina del amor?
En esta sorprendente biografía, que narra desde la infancia de Sócrates hasta su juventud y madurez, Armand D’Angour da respuesta a preguntas que parecían irresolubles. A partir de referencias menos conocidas pero igualmente autorizadas, y con una extraordinaria dosis narrativa que dota de cuerpo a los indicios que ofrecen las principales fuentes que conocemos, el autor nos muestra una nueva imagen de Sócrates, que se centra en el viaje iniciático del filósofo y acaba por revelar la identidad de la mujer que más influyó en su pensamiento.
El Sócrates amante
«¿Podemos pasar de reconocer que Sócrates era un filósofo profundamente interesado en el amor a aceptar la noción de Sócrates enamorado? Las implicaciones románticas de esa frase suscitan, inevitablemente, una serie de implicaciones biográficas que son inciertas. Nos piden que imaginemos al filósofo cautivado por un objeto de deseo o por una persona amada, mientras la imagen de Sócrates que persiste, derivada de los escritos de Platón y Jenofonte, es la de un hombre cuya vida estuvo subordinada de forma expresa a unos objetivos más elevados: éticos, filosóficos y de educación.
Estos autores están interesados en mostrarnos que fueron aquellas actividades suyas relacionadas con la búsqueda de algo superior y no otros episodios, de naturaleza erótica y más personal, lo que le llevó a vivir los acontecimientos históricos por los que se le ha llegado a conocer: su juicio y su muerte. Pero Platón también nos habla de un Sócrates que se jactaba de estar “siempre enamorado”, mientras Jenofonte dice que Sócrates afirmaba que no era capaz de citar “un momento de su vida en el que no hubiera estado enamorado de alguien”.
Junto con otros muchos testimonios, estas afirmaciones confirman que Sócrates no era ajeno a los sentimientos y las relaciones amorosas. Ambos autores han hecho constar que Sócrates amaba a una persona: el bello Alcibíades, eternamente joven. Sócrates era veinte años mayor que él, pero le había conocido cuando él también era joven. En el Protágoras de Platón, cuya acción se desarrolla en el año 435 a. C. (cuando Alcibíades tenía unos quince años y Sócrates treinta y cuatro) parece que ya se conocían desde hacía algún tiempo. En El banquete Alcibíades (ya en la treintena) niega con pesar, pero también con energía, que Sócrates fuera alguna vez su amante en un sentido que no fuese el espiritual. De ahí nuestro uso de la expresión “amor platónico”. La misma insistencia deja claro, sin embargo, que tanto los participantes en ese banquete como los lectores de la obra encontraban sorprendente la supuesta abstinencia de Sócrates.»
«El relato de Platón parece haber limpiado un poco la controvertida realidad del estado civil de Sócrates. Algunas fuentes fiables — Aristóteles y Aristógenes — prueban que el filósofo se casó dos veces; otros han llegado a acusarle de bigamia al afirmar que con él y Jantipa vivía una mujer llamada Mirto, hija de Lisímaco, amigo íntimo del padre de Sócrates y del mismo demo que él, Alopeke. Y el historiador Plutarco da una explicación muy inocente: que Sócrates y Jantipa la acogieron después de que enviudara, porque vivía pasando estrecheces. Sócrates debía de tener más o menos la edad de Mirto y seguramente se trataban desde la infancia, porque tenían conocidos comunes en Alopeke. Tanto Aristóteles como su alumno Aristógenes afirman que Sócrates se casó con Mirto y tuvieron dos hijos, Sofronisco y Menéxeno. Estos autores no se atreverían a contradecir a Platón si no hubiera una razón de peso. […] No obstante, en la Apología de Platón, Sócrates afirma que tiene “tres hijos, uno de ellos ya un joven, los otros dos aún niños”. Si lo que intentaba Platón era maquillar los hechos para mostrarnos a su maestro bajo una luz más compasiva, quizá lo más acertado era sugerir que Sócrates tenía tres hijos y omitir toda alusión a un matrimonio previo con la aristócrata Mirto.» (Extracto de la obra)
Índice
Cronología. Acontecimientos relativos a Sócrates
Prefacio
Introducción. Bajando a Sócrates de las nubes
1. Por amor de Sócrates
2. Sócrates guerrero
3. Entra Alcibíades
4. El círculo de Pericles
5. Ha nacido un filósofo
6. El misterio de Aspasia
Epílogo
Biografía de Sócrates
Agradecimientos
Notas
Bibliografía
Índice temático
Título: Sócrates enamorado
Autor: Armand D’Angour
Edita: Editorial Ariel. Barcelona, enero de 2020
Traducción: Amelia Pérez
Colección: Ariel
Materia: Filosofía
Encuadernación: Rústica con solapas
Número de páginas: 224
ISBN: 978-84-344-3160-7
PVP: 18,90 €
La imagen más común que se tiene de Sócrates es la de un pensador extraordinario que siempre fue pobre, viejo y feo. Lo poco que se sabe de él comienza cuando era un hombre de mediana edad y termina con su juicio y condena a muerte.
Pero ¿cómo fueron los primeros años de su vida? ¿Qué imagen podemos extraer de su trayectoria personal más allá de los retratos que de él hicieron Platón o Jenofonte? ¿Y en quién se inspiró el filósofo ateniense para configurar su doctrina del amor?
En esta sorprendente biografía, que narra desde la infancia de Sócrates hasta su juventud y madurez, Armand D’Angour da respuesta a preguntas que parecían irresolubles. A partir de referencias menos conocidas pero igualmente autorizadas, y con una extraordinaria dosis narrativa que dota de cuerpo a los indicios que ofrecen las principales fuentes que conocemos, el autor nos muestra una nueva imagen de Sócrates, que se centra en el viaje iniciático del filósofo y acaba por revelar la identidad de la mujer que más influyó en su pensamiento.
El Sócrates amante
«¿Podemos pasar de reconocer que Sócrates era un filósofo profundamente interesado en el amor a aceptar la noción de Sócrates enamorado? Las implicaciones románticas de esa frase suscitan, inevitablemente, una serie de implicaciones biográficas que son inciertas. Nos piden que imaginemos al filósofo cautivado por un objeto de deseo o por una persona amada, mientras la imagen de Sócrates que persiste, derivada de los escritos de Platón y Jenofonte, es la de un hombre cuya vida estuvo subordinada de forma expresa a unos objetivos más elevados: éticos, filosóficos y de educación.
Estos autores están interesados en mostrarnos que fueron aquellas actividades suyas relacionadas con la búsqueda de algo superior y no otros episodios, de naturaleza erótica y más personal, lo que le llevó a vivir los acontecimientos históricos por los que se le ha llegado a conocer: su juicio y su muerte. Pero Platón también nos habla de un Sócrates que se jactaba de estar “siempre enamorado”, mientras Jenofonte dice que Sócrates afirmaba que no era capaz de citar “un momento de su vida en el que no hubiera estado enamorado de alguien”.
Junto con otros muchos testimonios, estas afirmaciones confirman que Sócrates no era ajeno a los sentimientos y las relaciones amorosas. Ambos autores han hecho constar que Sócrates amaba a una persona: el bello Alcibíades, eternamente joven. Sócrates era veinte años mayor que él, pero le había conocido cuando él también era joven. En el Protágoras de Platón, cuya acción se desarrolla en el año 435 a. C. (cuando Alcibíades tenía unos quince años y Sócrates treinta y cuatro) parece que ya se conocían desde hacía algún tiempo. En El banquete Alcibíades (ya en la treintena) niega con pesar, pero también con energía, que Sócrates fuera alguna vez su amante en un sentido que no fuese el espiritual. De ahí nuestro uso de la expresión “amor platónico”. La misma insistencia deja claro, sin embargo, que tanto los participantes en ese banquete como los lectores de la obra encontraban sorprendente la supuesta abstinencia de Sócrates.»
«El relato de Platón parece haber limpiado un poco la controvertida realidad del estado civil de Sócrates. Algunas fuentes fiables — Aristóteles y Aristógenes — prueban que el filósofo se casó dos veces; otros han llegado a acusarle de bigamia al afirmar que con él y Jantipa vivía una mujer llamada Mirto, hija de Lisímaco, amigo íntimo del padre de Sócrates y del mismo demo que él, Alopeke. Y el historiador Plutarco da una explicación muy inocente: que Sócrates y Jantipa la acogieron después de que enviudara, porque vivía pasando estrecheces. Sócrates debía de tener más o menos la edad de Mirto y seguramente se trataban desde la infancia, porque tenían conocidos comunes en Alopeke. Tanto Aristóteles como su alumno Aristógenes afirman que Sócrates se casó con Mirto y tuvieron dos hijos, Sofronisco y Menéxeno. Estos autores no se atreverían a contradecir a Platón si no hubiera una razón de peso. […] No obstante, en la Apología de Platón, Sócrates afirma que tiene “tres hijos, uno de ellos ya un joven, los otros dos aún niños”. Si lo que intentaba Platón era maquillar los hechos para mostrarnos a su maestro bajo una luz más compasiva, quizá lo más acertado era sugerir que Sócrates tenía tres hijos y omitir toda alusión a un matrimonio previo con la aristócrata Mirto.» (Extracto de la obra)
Índice
Cronología. Acontecimientos relativos a Sócrates
Prefacio
Introducción. Bajando a Sócrates de las nubes
1. Por amor de Sócrates
2. Sócrates guerrero
3. Entra Alcibíades
4. El círculo de Pericles
5. Ha nacido un filósofo
6. El misterio de Aspasia
Epílogo
Biografía de Sócrates
Agradecimientos
Notas
Bibliografía
Índice temático
Datos del autor
Armand D’Angour es profesor de Estudios Clásicos en Oxford y miembro del Jesus College de esta universidad. Autor de The Greeks and the New, ha escrito numerosos textos sobre poesía, música y literatura griega y latina. Además de recibir el encargo de componer odas en griego clásico para los Juegos Olímpicos de Atenas (2004) y Londres (2012), ha reconstruido piezas musicales griegas a partir de documentos originales en piedra y papiro.
Armand D’Angour es profesor de Estudios Clásicos en Oxford y miembro del Jesus College de esta universidad. Autor de The Greeks and the New, ha escrito numerosos textos sobre poesía, música y literatura griega y latina. Además de recibir el encargo de componer odas en griego clásico para los Juegos Olímpicos de Atenas (2004) y Londres (2012), ha reconstruido piezas musicales griegas a partir de documentos originales en piedra y papiro.