Ficha Técnica
Título: La vida contada por un sapiens a un neandertal
Autores: Juan Luis Arsuaga y Juan José Millás
Edita: Alfaguara, Penguin Random House, Barcelona, 2020
Encuadernación: Rústica con solapas
Número de páginas: 218
ISBN: 978-84-204-3965-5
Precio: 18,90 euros
Juan Luis Arsuaga ya había publicado un libro sobre este tema (Vida, la gran historia, Ediciones Destino, 2019), entre otros variados títulos sobre la evolución. No así Juan José Millás. La conjunción de un científico y un gran escritor da como resultado esta obra.
No está redactada de un tirón en el tiempo; sus capítulos reúnen una serie de encuentros entre ambos intelectuales, en los que Arsuaga, a través de visitas a diferentes puntos, va exponiendo a Millás una especie de píldoras de ciencia que, luego, Millás las hace digeribles para un público lector de gran espectro: su estilo cercano las hace muy asequibles mientras que la creatividad del escritor las hace muy atractivas. De algunos de estos encuentros se tenía noticia gracias a las intervenciones de Millás en el programa de Javier del Pino A vivir que son dos días, en la Cadena SER. Desde luego, encontrar huellas de ciencia en lugares como un sex shop, un parque infantil o un cementerio llama poderosamente la atención, pero, simultáneamente, nos abre los ojos hacia una senda que nos permite prestar atención a destacadas pistas científicas que, de ordinario, nos pasan desapercibidas.
Nos adentramos así en el asombro ante la Naturaleza; una Naturaleza en continua evolución que hace crecer hermosas plantas, desaparecer y nacer montañas, … Y entramos en el Valle Secreto donde el sapiens explica cómo los neandertales carecían de capacidad simbólica mientras desentraña su vida en las cuevas y sus intercambios, incluidos los de genes, con los sapiens.
La existencia de nuestra antepasada Lucy sirve para apoyar la importancia de la bipedestación; y cómo, además de la darwiniana selección natural que explica las adaptaciones ecológicas, existe otra de enorme importancia: la de la selección de pareja, que da motivo para indagar en el dimorfismo sexual, las características propias de cada uno de los géneros masculino y femenino.
Evolución
¿Y qué decir de la evolución? En palabras de Arsuaga, transcritas por Juan José Millás, la evolución “no tiene la estructura de un relato. No hay planteamiento, nudo y desenlace. La evolución es el mundo del caos”. Ella, la evolución, se ha manifestado, entre otros campos, en la división del trabajo, patente desde la aparición del Homo erectus, que destina a las mujeres las tareas de la agricultura, hecho que las ha convertido en su inventoras. Aspecto este cuasi tangencial en este capítulo del libro, mucho más extenso en contenidos.
Entran en escena Vesalio y Leonardo para explicarnos las diferencias entre anatomía y fisiología: la primera es la estructura, la segunda, la función. También entramos en ese prodigio de la bioingeniería que es la locomoción humana, en la que intervienen conceptos tan fundamentales como el centro de gravedad, la línea de gravedad y la base de sustentación, caso único entre los primates. Y nueva incursión en las teorías de Darwin, que no exigían una intervención externa para producir los efectos de la evolución.
Especie sociable
Somos una especie sociable. “En el ágora empieza el pensamiento, la comunicación, la política, el mercado, la economía. Es la negación de la naturaleza, el no-campo”. Si una cultura tiene espacios públicos, se trata de una civilización; si no los tiene, se trata simplemente de una agrupación. Las sociedades crecen en complejidad; en las más simples, sus dioses no intervienen en los asuntos de los hombres, pero en las más complejas sí se preocupan por ellos, son dioses prosociales que favorecen las conductas sociales y castigan a las antisociales.
Darwin aparece y desaparece en la obra de manera reiterada. Arsuaga da mucha importancia a la selección inconsciente en controposición a la selección consciente que es la que practicamos cuando, por ejemplo, tratamos la domesticación de los animales: se buscan cruces que permitan obtener una raza con las condiciones que deseamos que tengan; en el fondo, la domesticación consiste en el control de la reproducción. En este sentido, es destacable la explicación de cómo la selección inconsciente se produce de manera espontánea, mediante la competición entre los miembros de una especie; en el fondo, aunque parezca que en la naturaleza todo está vivo, en realidad, está casi todo muerto, pues es la desaparición de la mayoría no adaptada la que permite la adquisición de nuevas capacidades que permitan la supervivencia.
En una tienda de peluches
La entrada en una tienda de peluches da pie para explicar las características morfológicas que nos hacen atractivos los bebés y los cachorros de animales, lo que lleva a incidir nuevamente en el tema del control de la reproducción: se domestica cuando se decide quién se reproduce y quién no. Y otra afirmación importante: nosotros somos la especie domesticada del neandertal; y no ha habido quien nos haya domesticado, sino que nos hemos autodomesticado. Y en un proceso que no se ha detenido, pues la evolución avanza como una rueda que gira sobre sí misma, pero siempre avanza: cada vez somos más mansos y seleccionamos para la reproducción a los que son más mansos todavía.
Por otro lado, hay que tener en cuenta que los caracteres sexuales secundarios (los primarios son los que se relacionan con la reproducción) que distinguen a los hombres de las mujeres, tienen que ver con la elección de la pareja y han sido seleccionados a lo largo de la evolución, pero carecen de valor adaptativo. Explicaciones que Arsuaga dio a Millás en el ámbito de un sex-shop.
No faltan, por supuesto, reflexiones más metafísicas. Por ejemplo, cuando Arsuaga plantea que nuestro organismo se ha ido construyendo corrigiendo y tachando; pero no somos, dice, el resultado de una planificación, de un diseño, ya que la naturaleza carece de propósito. “Sin embargo, es capaz de crear estructuras biológicas con propósito. La naturaleza no busca, pero encuentra”.
Otro concepto que se desliza en la obra: la teoría de la mente. ¿En qué consiste? En darse cuenta de que los demás tienen ideas en la cabeza y establecer hipótesis respecto de esas ideas. Es muy importante, porque aquí se asienta la base de la manipulación y el engaño. Los animales carecen de una teoría de la mente, por lo que no pueden mentir. Y la teoría fue explicada a Millás con experimentos realizados con niños: la teoría de la mente está ya en la infancia, por lo que es un error asociar a un niño con un ser prehistórico.
Nacimiento de los estados
El tema de alimentación sirve de base para comentar el nacimiento de los estados. Un bosque da suficiente nutrición para un gran número de seres; pero, desde el momento en que se tala y se planta, la idea es la de alimentar a una sola especie. Con el almacenamiento surge la idea de bien; y, si se almacenan excedentes, aparece la estratificación social, la jerarquía: clanes, bandas, tribus, cacicatos y, por último, reinos o repúblicas, en definitiva, el estado.
Visita a un cementerio, porque es el lugar idóneo para exponer cómo la vejez y la muerte son los dos grandes problemas de la ciencia. ¿Por qué envejecemos? ¿Por qué morimos? Y una aclaración importante: hay que distinguir entre longevidad y esperanza de vida; la primera es una propiedad de la especie, mientras que la esperanza de vida es una edad media de muerte de sus individuos. ¿Qué quiere decir esto? Que, en la Edad de Piedra, la longevidad de nuestra especie era la misma que ahora, solo que entonces morían muchos niños, hecho que incide directamente en el cálculo de esa media de edad que es la esperanza de vida.
Concluyendo
Nos encontramos con un libro de muy fácil lectura, muy ameno, salpicado de anécdotas y de referencias a los entornos en los que Arsuaga va explicando diferentes aspectos de la vida a Juan José Millás. Pero no conviene distraerse: a lo largo de estas visitas a diversos lugares para aplicar las enseñanzas sobre la vida y la evolución, se van dejando caer reflexiones de hondo calado que conviene mantener y recordar. Desde luego, el “Sapiens” de este libro, que siempre procura ceñirse a lo empírico, no duda en avanzar sus tesis que exceden a lo estrictamente científico para adentrarse en planteamientos más filosóficos, compartidos por el “Neandertal”, que parece aceptarlos, aunque evidentemente hay quienes difieran de las conclusiones más metafísicas.
Es, en definitiva, un libro de muy recomendable lectura; su estructura dinámica a la par que con la amenidad que caracteriza el estilo de Juan José Millás, hacen de él una obra muy amena dirigida a un gran público.
Índice
Cero. La visita a los abuelos
Uno. El florecimiento del piorno
Dos. Todo es neandertal aquí
Tres. Lucy in the sky
Cuatro: La grasa y el músculo
Cinco. La revolución de lo pequeño
Seis. El bípedo portentoso
Siete. Refundando Bettonia
Ocho. No hay relojero
Nueve. Superpeluche
Diez. Dos patinadores
Once. Todos niños
Doce. Confianza en la paternidad
Trece. Las huellas remotas de sus pies
Catorce. No tan simple como parece
Quince. La dieta milagrosa
Dieciséis. Pasar a la posteridad
Título: La vida contada por un sapiens a un neandertal
Autores: Juan Luis Arsuaga y Juan José Millás
Edita: Alfaguara, Penguin Random House, Barcelona, 2020
Encuadernación: Rústica con solapas
Número de páginas: 218
ISBN: 978-84-204-3965-5
Precio: 18,90 euros
Juan Luis Arsuaga ya había publicado un libro sobre este tema (Vida, la gran historia, Ediciones Destino, 2019), entre otros variados títulos sobre la evolución. No así Juan José Millás. La conjunción de un científico y un gran escritor da como resultado esta obra.
No está redactada de un tirón en el tiempo; sus capítulos reúnen una serie de encuentros entre ambos intelectuales, en los que Arsuaga, a través de visitas a diferentes puntos, va exponiendo a Millás una especie de píldoras de ciencia que, luego, Millás las hace digeribles para un público lector de gran espectro: su estilo cercano las hace muy asequibles mientras que la creatividad del escritor las hace muy atractivas. De algunos de estos encuentros se tenía noticia gracias a las intervenciones de Millás en el programa de Javier del Pino A vivir que son dos días, en la Cadena SER. Desde luego, encontrar huellas de ciencia en lugares como un sex shop, un parque infantil o un cementerio llama poderosamente la atención, pero, simultáneamente, nos abre los ojos hacia una senda que nos permite prestar atención a destacadas pistas científicas que, de ordinario, nos pasan desapercibidas.
Nos adentramos así en el asombro ante la Naturaleza; una Naturaleza en continua evolución que hace crecer hermosas plantas, desaparecer y nacer montañas, … Y entramos en el Valle Secreto donde el sapiens explica cómo los neandertales carecían de capacidad simbólica mientras desentraña su vida en las cuevas y sus intercambios, incluidos los de genes, con los sapiens.
La existencia de nuestra antepasada Lucy sirve para apoyar la importancia de la bipedestación; y cómo, además de la darwiniana selección natural que explica las adaptaciones ecológicas, existe otra de enorme importancia: la de la selección de pareja, que da motivo para indagar en el dimorfismo sexual, las características propias de cada uno de los géneros masculino y femenino.
Evolución
¿Y qué decir de la evolución? En palabras de Arsuaga, transcritas por Juan José Millás, la evolución “no tiene la estructura de un relato. No hay planteamiento, nudo y desenlace. La evolución es el mundo del caos”. Ella, la evolución, se ha manifestado, entre otros campos, en la división del trabajo, patente desde la aparición del Homo erectus, que destina a las mujeres las tareas de la agricultura, hecho que las ha convertido en su inventoras. Aspecto este cuasi tangencial en este capítulo del libro, mucho más extenso en contenidos.
Entran en escena Vesalio y Leonardo para explicarnos las diferencias entre anatomía y fisiología: la primera es la estructura, la segunda, la función. También entramos en ese prodigio de la bioingeniería que es la locomoción humana, en la que intervienen conceptos tan fundamentales como el centro de gravedad, la línea de gravedad y la base de sustentación, caso único entre los primates. Y nueva incursión en las teorías de Darwin, que no exigían una intervención externa para producir los efectos de la evolución.
Especie sociable
Somos una especie sociable. “En el ágora empieza el pensamiento, la comunicación, la política, el mercado, la economía. Es la negación de la naturaleza, el no-campo”. Si una cultura tiene espacios públicos, se trata de una civilización; si no los tiene, se trata simplemente de una agrupación. Las sociedades crecen en complejidad; en las más simples, sus dioses no intervienen en los asuntos de los hombres, pero en las más complejas sí se preocupan por ellos, son dioses prosociales que favorecen las conductas sociales y castigan a las antisociales.
Darwin aparece y desaparece en la obra de manera reiterada. Arsuaga da mucha importancia a la selección inconsciente en controposición a la selección consciente que es la que practicamos cuando, por ejemplo, tratamos la domesticación de los animales: se buscan cruces que permitan obtener una raza con las condiciones que deseamos que tengan; en el fondo, la domesticación consiste en el control de la reproducción. En este sentido, es destacable la explicación de cómo la selección inconsciente se produce de manera espontánea, mediante la competición entre los miembros de una especie; en el fondo, aunque parezca que en la naturaleza todo está vivo, en realidad, está casi todo muerto, pues es la desaparición de la mayoría no adaptada la que permite la adquisición de nuevas capacidades que permitan la supervivencia.
En una tienda de peluches
La entrada en una tienda de peluches da pie para explicar las características morfológicas que nos hacen atractivos los bebés y los cachorros de animales, lo que lleva a incidir nuevamente en el tema del control de la reproducción: se domestica cuando se decide quién se reproduce y quién no. Y otra afirmación importante: nosotros somos la especie domesticada del neandertal; y no ha habido quien nos haya domesticado, sino que nos hemos autodomesticado. Y en un proceso que no se ha detenido, pues la evolución avanza como una rueda que gira sobre sí misma, pero siempre avanza: cada vez somos más mansos y seleccionamos para la reproducción a los que son más mansos todavía.
Por otro lado, hay que tener en cuenta que los caracteres sexuales secundarios (los primarios son los que se relacionan con la reproducción) que distinguen a los hombres de las mujeres, tienen que ver con la elección de la pareja y han sido seleccionados a lo largo de la evolución, pero carecen de valor adaptativo. Explicaciones que Arsuaga dio a Millás en el ámbito de un sex-shop.
No faltan, por supuesto, reflexiones más metafísicas. Por ejemplo, cuando Arsuaga plantea que nuestro organismo se ha ido construyendo corrigiendo y tachando; pero no somos, dice, el resultado de una planificación, de un diseño, ya que la naturaleza carece de propósito. “Sin embargo, es capaz de crear estructuras biológicas con propósito. La naturaleza no busca, pero encuentra”.
Otro concepto que se desliza en la obra: la teoría de la mente. ¿En qué consiste? En darse cuenta de que los demás tienen ideas en la cabeza y establecer hipótesis respecto de esas ideas. Es muy importante, porque aquí se asienta la base de la manipulación y el engaño. Los animales carecen de una teoría de la mente, por lo que no pueden mentir. Y la teoría fue explicada a Millás con experimentos realizados con niños: la teoría de la mente está ya en la infancia, por lo que es un error asociar a un niño con un ser prehistórico.
Nacimiento de los estados
El tema de alimentación sirve de base para comentar el nacimiento de los estados. Un bosque da suficiente nutrición para un gran número de seres; pero, desde el momento en que se tala y se planta, la idea es la de alimentar a una sola especie. Con el almacenamiento surge la idea de bien; y, si se almacenan excedentes, aparece la estratificación social, la jerarquía: clanes, bandas, tribus, cacicatos y, por último, reinos o repúblicas, en definitiva, el estado.
Visita a un cementerio, porque es el lugar idóneo para exponer cómo la vejez y la muerte son los dos grandes problemas de la ciencia. ¿Por qué envejecemos? ¿Por qué morimos? Y una aclaración importante: hay que distinguir entre longevidad y esperanza de vida; la primera es una propiedad de la especie, mientras que la esperanza de vida es una edad media de muerte de sus individuos. ¿Qué quiere decir esto? Que, en la Edad de Piedra, la longevidad de nuestra especie era la misma que ahora, solo que entonces morían muchos niños, hecho que incide directamente en el cálculo de esa media de edad que es la esperanza de vida.
Concluyendo
Nos encontramos con un libro de muy fácil lectura, muy ameno, salpicado de anécdotas y de referencias a los entornos en los que Arsuaga va explicando diferentes aspectos de la vida a Juan José Millás. Pero no conviene distraerse: a lo largo de estas visitas a diversos lugares para aplicar las enseñanzas sobre la vida y la evolución, se van dejando caer reflexiones de hondo calado que conviene mantener y recordar. Desde luego, el “Sapiens” de este libro, que siempre procura ceñirse a lo empírico, no duda en avanzar sus tesis que exceden a lo estrictamente científico para adentrarse en planteamientos más filosóficos, compartidos por el “Neandertal”, que parece aceptarlos, aunque evidentemente hay quienes difieran de las conclusiones más metafísicas.
Es, en definitiva, un libro de muy recomendable lectura; su estructura dinámica a la par que con la amenidad que caracteriza el estilo de Juan José Millás, hacen de él una obra muy amena dirigida a un gran público.
Índice
Cero. La visita a los abuelos
Uno. El florecimiento del piorno
Dos. Todo es neandertal aquí
Tres. Lucy in the sky
Cuatro: La grasa y el músculo
Cinco. La revolución de lo pequeño
Seis. El bípedo portentoso
Siete. Refundando Bettonia
Ocho. No hay relojero
Nueve. Superpeluche
Diez. Dos patinadores
Once. Todos niños
Doce. Confianza en la paternidad
Trece. Las huellas remotas de sus pies
Catorce. No tan simple como parece
Quince. La dieta milagrosa
Dieciséis. Pasar a la posteridad
Notas sobre los autores
Juan Luis Arsuaga. Escritor y catedrático de Paleontología (Madrid, 1954). Miembro del equipo de investigación de los yacimientos de Atapuerca desde 1982. Desde 1991, codirector del equipo galardonado en 1997 con el Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica y el Premio Castilla y León de Ciencias Sociales y Humanidades. Autor de El collar del neandertal, La especie elegida, El mundo de Atapuerca, El reloj de Mr. Darwin, Breve historia de la Tierra (con nosotros dentro), El primer viaje de nuestra vida, y Vida, la gran historia, entre otras obras.
Juan Luis Arsuaga. Escritor y catedrático de Paleontología (Madrid, 1954). Miembro del equipo de investigación de los yacimientos de Atapuerca desde 1982. Desde 1991, codirector del equipo galardonado en 1997 con el Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica y el Premio Castilla y León de Ciencias Sociales y Humanidades. Autor de El collar del neandertal, La especie elegida, El mundo de Atapuerca, El reloj de Mr. Darwin, Breve historia de la Tierra (con nosotros dentro), El primer viaje de nuestra vida, y Vida, la gran historia, entre otras obras.
Juan José Millás (Valencia, 1946) es un escritor y periodista español. En su obra, traducida a más de veinte lenguas y ganadora de algunos de los principales premios, destacan las novelas Cerbero son las sombras (1975, Premio Sésamo), Visión del ahogado (1977), El jardín vacío (1981), Papel mojado (1983), Letra muerta (1984), Tonto, muerto, bastardo e invisible (1995), El desorden de tu nombre (1987), La soledad era esto (1990, Premio Nadal), Volver a casa (1990), El orden alfabético (1998), No mires debajo de la cama (1999), Dos mujeres en Praga (2002, Premio Primavera), La ciudad (2005), Laura y Julio (2006), El mundo (2007, Premio Planeta y Premio Nacional de Narrativa), Lo que sé de los hombrecillos (2010), La mujer loca (2014), Desde la sombra (2016), Mi verdadera historia (2017), Que nadie duerma (2018), además de libros de relatos y recopilaciones de artículos.
Es colaborador habitual del diario El País, donde sus columnas y artículos destacan por la sutileza, la ironía y la originalidad para tratar los temas de actualidad, así como por su compromiso social. También colabora habitualmente en el programa A vivir de la Cadena SER. Además de los mencionados, ha sido galardonado con los premios Mariano de Cavia, Miguel Delibes, Francisco Cerecedo, Vázquez Montalbán y Don Quijote, todos ellos por su labor como periodista.
Es colaborador habitual del diario El País, donde sus columnas y artículos destacan por la sutileza, la ironía y la originalidad para tratar los temas de actualidad, así como por su compromiso social. También colabora habitualmente en el programa A vivir de la Cadena SER. Además de los mencionados, ha sido galardonado con los premios Mariano de Cavia, Miguel Delibes, Francisco Cerecedo, Vázquez Montalbán y Don Quijote, todos ellos por su labor como periodista.