Ficha Técnica
Título: “Despacio, despacio…"
Autora: María Novo
Edita: Ediciones Obelisco. Barcelona, febrero 2010
María Novo con su obra “Despacio, despacio” nos introduce suavemente, con dulzura, con humor y con conocimientos, en la relatividad de lo que consideramos valores y retos de “nuestro tiempo”. Paso a paso nos descubre que cualquier objetivo que se persiga culminará si se acompasan los ritmos, si se considera el lugar que ocupa y la importancia que tiene en su entorno, si se respetan los procesos que necesita para surgir, desarrollarse, florecer y yo diría que incluso para morir; que el afán por poseer oculta al Ser, el cual sólo se manifiesta cuando nos damos tiempo para contemplar lo que vivimos y el cómo lo vivimos, gozando de esta manera de cada instante de una existencia que es temporal y que sólo en la intensidad de las vivencias se puede realmente valorar y gozar. Una intensidad que podemos percibir cuando nos centramos en el presente, nos recreamos en la riqueza de lo cotidiano y hacemos posible la sostenibilidad, acoplando el andar de nuestro existir al latido de la Vida.
“Debo advertir, dice la autora que los problemas que se plantean en estas páginas son propios de las gentes que vivimos en el Norte rico de este mundo desigual, que somos la excepción y no la norma”. (…) “El problema de los ritmos rápidos, de la aceleración, es típicamente un problema ligado a nuestro estilo de vida y al despilfarro”.
La necesidad de reflexionar sobre estas cuestiones no es un asunto de tipo individual, o regional, solamente es la necesidad de alcanzar un “verdadero bienestar colectivo que se asiente en el equilibrio ecológico y la equidad social. Comenzar por los asuntos temporales de la vida diaria no nos garantiza los resultados, pero es, sin duda, una buena forma de iniciar cambios personales que pueden producir, a medio plazo, importantes transformaciones sociales”.
El contenido de este libro está estructurado en dos partes. “En la primera, se aportan algunas ideas acerca del tiempo y los problemas asociados a su uso”. “La segunda parte presenta historias concretas, modelos para el cambio que ya se están poniendo en práctica. En todos ellos, la lentitud es un referente, no un objetivo en sí misma”.
María Novo pone en evidencia, a lo largo de la primera parte, que a fuerza de organizar la vida, de programarla con obligaciones y rutinas dejamos escapar las mejores ocasiones y oportunidades para vivirla, para gozarla y para compartirla con los seres queridos: “vamos situando nuestra vida en los productos y nos perdemos los procesos, el gusto por lo que estamos haciendo en cada momento, la posibilidad de vivir, con el ritmo apropiado, cada hora del día”.
“Hemos perdido, dice más adelante, el gusto por las cosas sencillas”. (…) “La conversación sosegada, la escucha compartida o solidaria de una buena música, los paseos al aire libre”…
La autora nos incita a deleitarnos viviendo la vida a otro ritmo más reposado, más consciente. “Entonces, el tiempo se ensancha, se convierte en nuestro cómplice, nos hace regalos impensables, como la serenidad, la paz, el bienestar personal y una mejor relación con la gente de nuestro entorno”.
El problema de nuestra cultura, apunta la autora, es que se basa en el principio de que “más” parece ser siempre “mejor” y, “fascinados por lo grande, corremos velozmente en la aventura ilimitada de crecer, sin percatarnos de que ese crecimiento cuando supera cierto umbral de tolerancia se convierte en nuestro enemigo”.
¿Qué hace alguna gente con su tiempo? se pregunta María en la segunda parte de su libro. Con esa cuestión, la ensayista nos va desgranando algunas experiencias en las que está implicada o que conoce porque en ellas están algunos de los muchos amigos que tiene por el mundo.
María Novo no sólo nos acerca al conocimiento de la historia del tiempo, también nos muestra el tiempo a vivir, o formas de vivir el tiempo, con historias de personajes cercanos, sus amigos, aquellos que han optado por vivir al ritmo de la vida, mostrando experiencias cotidianas llenas de sabiduría y serenidad:
Los Bancos del tiempo, restauradores de los intercambios personales y comunitarios con sus prestaciones de servicios, dónde el tiempo es la unidad de cambio; el movimiento Show Food, de origen italiano, como casi todas las iniciativas que nos describe la autora, que propone “el derecho a una alimentación buena, sana y placentera y que va más allá de la degustación de una buena comida; las Cittaslow, o ciudades lentas, inventadas también por los italianos, como Orvieto, Bra, Positano y tantas otras pequeñas urbes que están adheridas a este movimiento y que han consolidado una red de ciudades lentas por todo el mundo, incluido nuestro país; las ciudades de la bicicleta, como Ferrara en la región de Regio-Emilia, cuyos habitantes la recorren a ritmo de pedaleo y con todo tipo de bicicletas; las ciudades de los niños y de las niñas que tratan de restituirles a los menores de edad la autonomía de movimiento, perdida a causa del automóvil y a veces de la inseguridad ciudadana.
Por último la recién nacida Asociación de gente que quiere ir más lenta por la vida, a la que pertenece nuestra autora, denominada Show People y cuyo objetivos es vivir más pausadamente.
Con estas ideas y con estos recursos, María Novo nos viene a decir que: “Si queremos acompasar nuestro ritmo a la naturaleza, si de verdad deseamos consolidar y cuidar nuestros vínculos afectivos y sociales, dejar de destruir este planeta y empezar a construir un modelo de vida saludable, necesitamos cambiar nuestros ritmos, desarrollar una actitud interior de calma. Y, cuando a usted o a mí nos increpen porque no hemos llegado los primeros en la carrera de la productividad, ya sabemos la receta: paciencia.”
Índice
Presentación: por qué hablar de lentitud
Primera parte: a vueltas con el tiempo
Breve historia del tiempo
Kairós, el momento oportuno
La prisa nos está matando. ¿qué hacer?
Acompasar nuestro ritmo a la naturaleza
Lentitud y sostenibilidad
Hay un tirano instalado en su vida: el reloj
Construir una nueva normalidad: el factor “S”
Si usted va despacio vivirá mejor (y más tiempo)
El amor es un deporte para lentos
Segunda Parte: qué hace alguna gente con su tiempo
Los Bancos del Tiempo le están esperando
Por qué me hice miembro de Show Food
Cuando la inteligencia se sosiega, o cómo aprender de los amigos
Vivir en una ciudad lenta, recuperar el bienestar
Ferrara, ciudad de la bicicleta
Cada mañana, Elena da las gracias
La ciudad también es de los niños
De “Festina lente a “Slow Peaplo”
Epílogo: lentitud y belleza
Datos de la autora
María Novo, Doctora en Filosofía y Ciencias de la Educación, escritora y artista, ha desarrollado su trayectoria profesional, en los últimos veinticinco años, en el campo de la educación ambiental, el medio ambiente y el desarrollo sostenible, habiendo dirigido varias tesis doctorales y proyectos de investigación e innovación en estas materias. Además, ha publicado 22 libros y numerosos artículos, algunos de los cuales han sido traducidos a otros idiomas.
Su actividad científica la realiza fundamentalmente como Directora de la Cátedra UNESCO de Educación Ambiental y Desarrollo Sostenible de la UNED. También, bajo su dirección, se imparte desde 1990 un amplio Programa Internacional de Postgrado sobre Educación Ambiental y Desarrollo Sostenible, dirigido a profesionales de distintos sectores.
La autora, además, creó hace años el Proyecto ECOARTE (Ciencia, Arte y Medio Ambiente), con el objetivo de articular los saberes científicos, con los artísticos, para la construcción de un modelo de interpretación de la realidad complejo e integrador. En el proyecto, de carácter transdisciplinario, participan científicos y artistas de reconocido prestigio; se realizan Seminarios monográficos; se han publicado varios libros, y se ha presentado un manifiesto por la Sostenibilidad. Es conferenciante asidua en foros españoles, europeos y latinoamericanos
Título: “Despacio, despacio…"
Autora: María Novo
Edita: Ediciones Obelisco. Barcelona, febrero 2010
María Novo con su obra “Despacio, despacio” nos introduce suavemente, con dulzura, con humor y con conocimientos, en la relatividad de lo que consideramos valores y retos de “nuestro tiempo”. Paso a paso nos descubre que cualquier objetivo que se persiga culminará si se acompasan los ritmos, si se considera el lugar que ocupa y la importancia que tiene en su entorno, si se respetan los procesos que necesita para surgir, desarrollarse, florecer y yo diría que incluso para morir; que el afán por poseer oculta al Ser, el cual sólo se manifiesta cuando nos damos tiempo para contemplar lo que vivimos y el cómo lo vivimos, gozando de esta manera de cada instante de una existencia que es temporal y que sólo en la intensidad de las vivencias se puede realmente valorar y gozar. Una intensidad que podemos percibir cuando nos centramos en el presente, nos recreamos en la riqueza de lo cotidiano y hacemos posible la sostenibilidad, acoplando el andar de nuestro existir al latido de la Vida.
“Debo advertir, dice la autora que los problemas que se plantean en estas páginas son propios de las gentes que vivimos en el Norte rico de este mundo desigual, que somos la excepción y no la norma”. (…) “El problema de los ritmos rápidos, de la aceleración, es típicamente un problema ligado a nuestro estilo de vida y al despilfarro”.
La necesidad de reflexionar sobre estas cuestiones no es un asunto de tipo individual, o regional, solamente es la necesidad de alcanzar un “verdadero bienestar colectivo que se asiente en el equilibrio ecológico y la equidad social. Comenzar por los asuntos temporales de la vida diaria no nos garantiza los resultados, pero es, sin duda, una buena forma de iniciar cambios personales que pueden producir, a medio plazo, importantes transformaciones sociales”.
El contenido de este libro está estructurado en dos partes. “En la primera, se aportan algunas ideas acerca del tiempo y los problemas asociados a su uso”. “La segunda parte presenta historias concretas, modelos para el cambio que ya se están poniendo en práctica. En todos ellos, la lentitud es un referente, no un objetivo en sí misma”.
María Novo pone en evidencia, a lo largo de la primera parte, que a fuerza de organizar la vida, de programarla con obligaciones y rutinas dejamos escapar las mejores ocasiones y oportunidades para vivirla, para gozarla y para compartirla con los seres queridos: “vamos situando nuestra vida en los productos y nos perdemos los procesos, el gusto por lo que estamos haciendo en cada momento, la posibilidad de vivir, con el ritmo apropiado, cada hora del día”.
“Hemos perdido, dice más adelante, el gusto por las cosas sencillas”. (…) “La conversación sosegada, la escucha compartida o solidaria de una buena música, los paseos al aire libre”…
La autora nos incita a deleitarnos viviendo la vida a otro ritmo más reposado, más consciente. “Entonces, el tiempo se ensancha, se convierte en nuestro cómplice, nos hace regalos impensables, como la serenidad, la paz, el bienestar personal y una mejor relación con la gente de nuestro entorno”.
El problema de nuestra cultura, apunta la autora, es que se basa en el principio de que “más” parece ser siempre “mejor” y, “fascinados por lo grande, corremos velozmente en la aventura ilimitada de crecer, sin percatarnos de que ese crecimiento cuando supera cierto umbral de tolerancia se convierte en nuestro enemigo”.
¿Qué hace alguna gente con su tiempo? se pregunta María en la segunda parte de su libro. Con esa cuestión, la ensayista nos va desgranando algunas experiencias en las que está implicada o que conoce porque en ellas están algunos de los muchos amigos que tiene por el mundo.
María Novo no sólo nos acerca al conocimiento de la historia del tiempo, también nos muestra el tiempo a vivir, o formas de vivir el tiempo, con historias de personajes cercanos, sus amigos, aquellos que han optado por vivir al ritmo de la vida, mostrando experiencias cotidianas llenas de sabiduría y serenidad:
Los Bancos del tiempo, restauradores de los intercambios personales y comunitarios con sus prestaciones de servicios, dónde el tiempo es la unidad de cambio; el movimiento Show Food, de origen italiano, como casi todas las iniciativas que nos describe la autora, que propone “el derecho a una alimentación buena, sana y placentera y que va más allá de la degustación de una buena comida; las Cittaslow, o ciudades lentas, inventadas también por los italianos, como Orvieto, Bra, Positano y tantas otras pequeñas urbes que están adheridas a este movimiento y que han consolidado una red de ciudades lentas por todo el mundo, incluido nuestro país; las ciudades de la bicicleta, como Ferrara en la región de Regio-Emilia, cuyos habitantes la recorren a ritmo de pedaleo y con todo tipo de bicicletas; las ciudades de los niños y de las niñas que tratan de restituirles a los menores de edad la autonomía de movimiento, perdida a causa del automóvil y a veces de la inseguridad ciudadana.
Por último la recién nacida Asociación de gente que quiere ir más lenta por la vida, a la que pertenece nuestra autora, denominada Show People y cuyo objetivos es vivir más pausadamente.
Con estas ideas y con estos recursos, María Novo nos viene a decir que: “Si queremos acompasar nuestro ritmo a la naturaleza, si de verdad deseamos consolidar y cuidar nuestros vínculos afectivos y sociales, dejar de destruir este planeta y empezar a construir un modelo de vida saludable, necesitamos cambiar nuestros ritmos, desarrollar una actitud interior de calma. Y, cuando a usted o a mí nos increpen porque no hemos llegado los primeros en la carrera de la productividad, ya sabemos la receta: paciencia.”
Índice
Presentación: por qué hablar de lentitud
Primera parte: a vueltas con el tiempo
Breve historia del tiempo
Kairós, el momento oportuno
La prisa nos está matando. ¿qué hacer?
Acompasar nuestro ritmo a la naturaleza
Lentitud y sostenibilidad
Hay un tirano instalado en su vida: el reloj
Construir una nueva normalidad: el factor “S”
Si usted va despacio vivirá mejor (y más tiempo)
El amor es un deporte para lentos
Segunda Parte: qué hace alguna gente con su tiempo
Los Bancos del Tiempo le están esperando
Por qué me hice miembro de Show Food
Cuando la inteligencia se sosiega, o cómo aprender de los amigos
Vivir en una ciudad lenta, recuperar el bienestar
Ferrara, ciudad de la bicicleta
Cada mañana, Elena da las gracias
La ciudad también es de los niños
De “Festina lente a “Slow Peaplo”
Epílogo: lentitud y belleza
Datos de la autora
María Novo, Doctora en Filosofía y Ciencias de la Educación, escritora y artista, ha desarrollado su trayectoria profesional, en los últimos veinticinco años, en el campo de la educación ambiental, el medio ambiente y el desarrollo sostenible, habiendo dirigido varias tesis doctorales y proyectos de investigación e innovación en estas materias. Además, ha publicado 22 libros y numerosos artículos, algunos de los cuales han sido traducidos a otros idiomas.
Su actividad científica la realiza fundamentalmente como Directora de la Cátedra UNESCO de Educación Ambiental y Desarrollo Sostenible de la UNED. También, bajo su dirección, se imparte desde 1990 un amplio Programa Internacional de Postgrado sobre Educación Ambiental y Desarrollo Sostenible, dirigido a profesionales de distintos sectores.
La autora, además, creó hace años el Proyecto ECOARTE (Ciencia, Arte y Medio Ambiente), con el objetivo de articular los saberes científicos, con los artísticos, para la construcción de un modelo de interpretación de la realidad complejo e integrador. En el proyecto, de carácter transdisciplinario, participan científicos y artistas de reconocido prestigio; se realizan Seminarios monográficos; se han publicado varios libros, y se ha presentado un manifiesto por la Sostenibilidad. Es conferenciante asidua en foros españoles, europeos y latinoamericanos